Melissa Angell – INC
El inversor de «Shark Tank» dice que no hay que dudar en explorar esta tecnología, aunque los beneficios no sean inmediatos. Si renuncia a la inteligencia artificial, corre el riesgo de convertirse en un dinosaurio.
Mark Cuban sabe un poco de tecnologías emergentes, y para él todos los caminos conducen a la inteligencia artificial. Hay dos tipos de empresas en el mundo, dijo en una reciente conferencia de liderazgo de Harvard Business Review, «las que son grandes con la IA y todas las demás».
La estrella de Shark Tank es conocida por ser alcista en la integración de nuevas tecnologías, incluidas las criptomonedas y las NFT, pero le gusta especialmente la inteligencia artificial. Si las empresas quieren escalar sus organizaciones, entonces deberían lanzarse de cabeza a la IA, suponiendo que no lo hayan hecho ya. «Si nos fijamos en las empresas de mayor capitalización bursátil, todas, excepto quizás Berkshire Hathaway, son líderes del sector en IA», escribió Cuban en un correo electrónico a Inc. «Sobrepasan el índice de inversión en IA y les ha dado resultado».
El conocimiento de la IA es algo que Cuban busca cuando invierte, y algo que consideraba necesario dominar si quería mantenerse por delante de la competencia.
Hay una gran cantidad de aplicaciones para desplegar la IA dentro de una organización: la automatización, el compromiso con el cliente y el análisis de datos ampliado son sólo algunos.
La implementación de la IA también puede ahorrar el tiempo que los empleados dedican ahora a realizar pruebas manuales, tiempo que puede reinvertirse en otras cosas.
Si le preocupa ser un adoptante demasiado temprano, Cuban dice que es mejor asumir ese riesgo, incluso si algunos creen que las ganancias obtenidas por la integración de la IA no son necesariamente inmediatas.
Pero Cuban subraya que los beneficios de la IA están en función de la experiencia, que se va acumulando con el tiempo a medida que se desarrollan nuevas tecnologías. Por lo tanto, tener una ventaja permite a una empresa adelantarse a la curva. Dicho esto, no se puede confiar únicamente en la IA para todo: incluso las nuevas tecnologías fallan.
«Se va a equivocar casi tanto como a acertar, pero va a descubrir cosas de las que de otro modo no serías consciente, y puedes entrenarla continuamente para hacerla más inteligente», dice.
