La Revolución 4.0 está marcada por avances tecnológicos emergentes: Inteligencia Artificial (IA), Robótica, Big Data, Nanotecnología, Internet de las Cosas (IoT) y nuevas plataformas de intercambio como Blockchain, entre otras.
Repensando
Si bien los cambios tecnológicos han sido constantes en la historia de la humanidad, lo que diferencia a esta revolución de las anteriores es principalmente la velocidad vertiginosa de esos cambios, y los tiempos que disponen las organizaciones para Re-PENSAR cómo adaptar sus negocios y encarar los nuevos.
Desde el primer momento la IA abarcó la idea de duplicar facultades humanas y simular capacidades cognitivas, como reconocer, aprender, memorizar, calcular, y planificar. La relación entre la mente humana y los sistemas artificiales computacionales ha sido fuerte desde que se comenzó a hablar del cerebro como un dispositivo de procesamiento de información, resumido en la analogía la mente es al cerebro como el software es al hardware.
Hoy las organizaciones enfrentan un renacimiento por necesidad, a medida que la era digital se transforma en cognitiva, su éxito depende de la integración de analítica avanzada.
Redefiniendo…
Actualmente los clientes, pacientes, proveedores y compradores están comenzando a interactuar con agentes virtuales, sofbots de reconocimiento de imágenes y sistemas expertos. Estas relaciones buscan agilizar los procesos mejorando la experiencia de usuario, la seguridad, el seguimiento y trazabilidad en la cadena de valor, y colaborar con tareas operativas riesgosas para el hombre.
Es el momento oportuno para Re-DEFINIR cómo van a interactuar con la tecnología, máxime considerando que hay barreras por superar: calidad de datos, confianza del consumidor, aceptación regulatoria, privacidad y protección de datos, adaptación de tareas de diseño y producción a este enfoque más ágil y personalizado, desarrollo tecnológico y requisitos de inversión.
El mundo que viene
En el foro Económico mundial de 2018 se comentó que para 2022 la automatización reemplazará a 75 millones de puestos a nivel mundial, pero la tecnología creará 133 millones de puestos de trabajo; Se requerirá especialistas en redes sociales, expertos en análisis de datos y profesionales con profundo conocimiento en la comprensión de los pasos de las técnicas de IA empleadas, para que la complejidad de los procesos esté bajo el total control y compresión del hombre.
Además, van a incrementarse los trabajos basados en rasgos distintivos humanos, como la empatía, que constituyen algunas de las limitaciones actuales de la Inteligencia Artificial.
Recientemente Boston Consulting Group publicó los resultados de la 13ª encuesta anual sobre innovación, resaltando la importancia de la IA y, en coincidencia con lo comentado anteriormente, el 81% de los encuestados aprovecha asociaciones académicas como formadores de profesionales con las habilidades necesarias para afrontar esos desafíos.
Reinventándose
Las primeras diez compañías en este ranking de innovación y a su vez la mayoría de las cincuenta principales, utilizan Inteligencia Artificial.
Es para destacar que cuatro compañías también se encontraban entre las diez primeras en 2005, y coincide con aquellas que se reinventan constantemente: Google revisa frecuentemente sus algoritmos, Amazon inventa continuamente servicios y formas de involucrar a sus clientes, Microsoft realizó con éxito la transición para convertirse en una empresa de tecnología basada en la nube e IBM se ha reinventado varias veces, desde mainframes a PC, servicios a la nube y ecosistemas.
La clave es RE-INVENTARSE, las herramientas y tecnologías de la innovación evolucionan, la orientación básica hacia el cambio es nunca estar satisfecho y estar siempre dispuesto a reinventarse.
Si bien las compañías están transitando la transformación digital y adoptando técnicas de Inteligencia Artificial, ya deben pensar en competir a nivel Cognitivo. Es así como la propuesta para llegar a ser Organizaciones Cognitivas es seguir la receta de las 3 R: Re- PENSAR + Re- DEFINIR + Re- INVENTAR.