Tanto para los que tuvieron un muy buen inicio de año como para quienes no lo tuvieron, renovar la motivación para encarar lo que queda del 2016 es un tema importante.
¿Cómo mantener la motivación necesaria para encarar nuevos proyectos? ¿O bien, cómo hacer para motivarse en un escenario tan poco alentador?
Cuales serán las acciones que permitan mantener prendida la llama interior y a su vez, transmitirle este entusiasmo al propio equipo? Veamos en qué podemos ayudar….
ALGUNAS PREGUNTAS CLAVES
Ser emprededor es una faceta más del ser humano. Convengamos que el ser humano se mantiene siempre en diálogo consigo mismo. Aunque no lo revele a los demás, el diálogo interior nunca tiene fin.
Cuáles son las preguntas que en algún momento nos hacemos y que podrían ser el comienzo de la respuesta a nuestra necesitdad concreta de “recuperar la motivación” en nuestro emprendimiento? Veamos….
- ¿Me gusta lo que hago?
- ¿Me sirve lo que hago?
- ¿Me conviene lo que hago?
- ¿Sigo decidiendo cada día que es esto lo que quiero hacer y no otra cosa?
- ¿Cómo me proyecto de aquí a algunos años haciendo lo que hago?
- ¿Qué transmito a quienes trabajan conmigo?
ALGUNAS RESPUESTAS CLAVES A LAS PREGUNTAS ANTERIORES
- Puedo llevar adelante mi emprendimiento porque me conviene económicamente, por que aumenta mi prestigio social o porque me gusta. O bien por mezclas entre dos variables entre sí, o bien por una mezcla entre las tres. Lo importante es saber que si el gusto o el placer desaparecen, tarde o temprano las otras dos juntas o por separado no sostendrán en el largo plazo el emprendimiento sin cobrar un importante costo.
- ¿Qué es “me sirve”? Con una visión amplia y abarcativa, yo diría que me sirve si me hace feliz y me otorga placer: ¿sentimos placer con lo que hacemos?
- La conveniencia supone una instancia transaccional con la realidad: ¿qué me da tan importante este emprendimiento que me conviene mantenerlo? ¿Dinero, alegría, prestigio? ¿Por qué, pese al costo que supone mantenerlo, lo mantengo?
- Preguntarse todos los días al arrancar si tarea al frente de mi entprendimiento es lo que deseo hacer, es una costumbre sana. Escuchar la respuesta interior a ésta pregunta también lo es. Tanto si la respuesta es afirmativa como negativa….”yo quisiera estar haciendo otra cosa, no es esto lo que me gusta..”
- Realizar el ejercicio de proyección en la actividad actual es muy útil ya que exhibe nuestras convicciones sobre nosotros mismos. Además proyectarse es natural cuando uno está realizando algo placentero. La no proyección es una clara señal de insatisfacción, incertidumbre o inseguridad.
- Lo que transmito a mis colaboradores, tanto a mi equipo inmediato como a mis proveedores tercerizados revela mi estado de ánimo respecto de mi emprendimiento. También el cómo lo hago es especialmente revelador: ante la decepción, la paciencia y la tolerancia suelen mermar. Es importante entender que los demás no tienen la culpa de nuestros estados propios, y que reciben y perciben mucho de lo que nos pasa.
Luego de éste ping-pong, me parece natural inducir a que Ud. lector se pregunte:
¿Soy feliz estando al frente de mi emprendimiento?
- ¿Cuanta distancia hay entre el estado que deseo y mi estado actual?
- ¿Qué me impide acortar o eliminar esa distancia?
Pareciera que se trata de preguntas banales. ¿Pero después de todo, no somos nosotros mismos los dueños de nuestras vidas?
Nada representará más entusiasmo para nosotros que hacer lo que nos gusta. Escuchemos nuestra voz interior, y si no podemos hacerle caso ya mismo tratemos de hacerlo en los próximos dos minutos, dos días, dos meses o dos años.
Pero nunca dejemos de escucharla hasta no alcanzar el estado que deseamos. El mismo proceso a lograrlo será, incluso sin tomar conciencia, la mayor fuente de motivación que podremos sentir.
Jorge González. Fundador y Director de G&A Pharma Consulting