por Dr. Horacio Krell*
¿Qué bebe la vaca?
-Una vez lo vi a usted en un programa de TV explicando cómo funciona el cerebro. Usted le preguntó a la conductora por el color de una pared de color blanco, luego sobre el color de la heladera y ella respondió blanco, y por último sobre el de un lavarropas con igual contestación. Al final le preguntó qué toman las vacas y ella dijo leche cuando tenía que contestar agua. Se lo conté a mi papá y le gusto, al extremo que se lo hacía a todos sus amigos. Hasta que alguien le dijo que las vacas chicas toman leche. Saludos, Cristian.
– Hola Cristian: Yo hablaba del cerebro, no de la vaca. Zafar del error es una estrategia habitual del pensamiento natural. Es difícil cambiar un hábito y el pensamiento suele recurrir a tretas para salir airoso. La inteligencia situacional supone que la realidad es compleja y no se adecua en un 100% a un encuadre preestablecido, sino que requiere una adaptación. Muchos buscan un caso donde la situación presentada resulta ingenua y decretan su inutilidad.
La teoría del caso imposible se convierte en una excusa. En el ejercicio planteado lo menos importante era la edad de la vaca. Se puede actuar sobre las trampas, para eso hay que estar atento y reflexionar para evitar el camino fácil de la excusa y el cinismo. La mente está condicionada por pensamientos ocultos y a veces dominantes. Con buenas razones para sostener su punto de vista el cerebro hace trampas, engaña y se autoengaña.
La realidad está ahí, pero lo que vale es la percepción Y así nos alejamos de la realidad y de la verdad. Cristian: Que tu padre le diga al amigo que la que toma leche es la ternera y el ejemplo se refiere a la vaca, a su madre. Saludos cordiales, Doctor Horacio Krell
Los actos fallidos
Son diferentes, pero tienen algo en común con los sueños. Son actos que ponen de manifiesto una contradicción entre la intención consciente que se desea alcanzar y su reemplazo por otro que escapa a la consciencia del actuante. Son fallas inexplicables que ocurren en el discurso verbal (lapsus) o errores por omisión (olvidos, extravíos).
¿Qué es lo que ocasiona el cortocircuito? Es un conflicto que salta cuando uno mismo constata con sorpresa que está haciendo o diciendo algo contrario a lo que quería e ignora la causa.
El acto fallido es una transacción entre la voluntad consciente y el deseo inconsciente reprimido. Hallarle una explicación puede ser una tarea analítica ardua, puesto que escapa a la conciencia y para su comprensión es necesario relacionarlo con otra información que proviene del inconsciente. Para obtener resultados se le debe prestar atención y utilizar métodos como la asociación libre o la interpretación de los sueños.
Si lo puedes soñar lo puedes hacer
Un sueño que luego se hizo famoso generó el “Principio de Arquímedes”, según el cual todo cuerpo sumergido experimenta un empuje igual al peso del líquido que desaloja.
Esta es la historia: Hierón, monarca de Siracusa, entregó a un joyero oro y plata para hacer una corona. Hierón desconfió de su honradez y le pidió a Arquímedes que lo ayudara a descubrir la estafa. Arquímedes no encontraba solución, pese a ser físico y matemático. Un día en el que dormitaba en la bañera, el agua se derramó y se despertó sobresaltado por una asociación repentina: intuyó que ante la resistencia del agua el cuerpo parece pesar menos.
Tal fue su excitación que salió gritando ¡Eureka! ¡Lo encontré! Luego pesó la corona en el aire y en el agua comprobando que su densidad no era el resultado lógico, si el joyero hubiese usado todo el oro y la plata que el rey le dio. «Eureka» se usa hoy como celebración por un descubrimiento, hallazgo o logro que se busca con mucho afán.
Los actos fallidos pueden ser cómicos, simpáticos, o absurdos
Pero todos evidencian algo y sirven para entender el psiquismo. Se caracterizan por su universalidad, ya que nadie se escapa de cometerlos en algún momento. El lapsus lingual se caracteriza por cambiar una palabra que debería figurar en el enunciado por otra que no tiene sentido y que es causada por una intención inconsciente que perturba y que acaba imponiéndose superando las barreras que levanta la conciencia ante un mensaje revelador de una verdad que prefiere desconocer.
Un presidente peruano, militar, quiso decir: “Soy miembro del viril ejército peruano”. El acto fallido fue: “Soy el miembro viril del ejército peruano”.
El inconsciente se expresa a través de esos actos y mediante los síntomas a nivel corporal.
Es una operación no suficientemente clara en el sentido que requiere un análisis. Se la podría tomar entonces como una tendencia o una señal que deben ser correctamente interpretadas.
Hay que diferenciarlos de otros rasgos mecánicos como la repetición de un estribillo, porque son aspectos reprimidos que no tienen acceso a la conciencia, pero que devienen de dobles intenciones que se encuentran hasta ese momento en estado latente.
Desafío al poder del yo
El poder consciente es superado por una aparición que denota que su tranquilidad es aparente y construida con murallas para construir una identidad que se adapta a la sociedad en la cual se vive, denotando que uno no es exactamente ese Yo que se inventó.
Aceptar que la tierra es el centro del universo es parecido a afirmar que la conciencia es el centro del sujeto, algo que intentan sin éxito las terapias conductuales con sus normas y límites estrictos, para tratar lo que falla a través de la fuerza de voluntad o haciendo desaparecer los síntomas. Son armas muy antiguas pero que se siguen empleando.
La práctica psicoanalítica, en cambio, busca hallar la singularidad del sujeto y expresa que el síntoma tiene algo que decir en todas las formaciones del inconsciente. Tal creencia es compatible con el espíritu científico que precisa un acto de fe de dónde surjan las hipótesis.
Sin el acto de fe de Galileo, según el cual la naturaleza se escribe en lenguaje matemático -postulado previo a la demostración- no habría lugar para la teoría que lo sustenta.
Cómo se presentan los actos fallidos
Surgen al hablar, escribir, leer o al actuar, como en los extravíos inexplicables o en no recordar dónde se puso un objeto. Perder las llaves puede significar que no se desea regresar a casa y olvidar el paraguas es habitual cuando deja de llover.
Los actos fallidos son, como los síntomas, formaciones de compromiso con el inconsciente. Los primeros son corrientes aun en quienes gozan de buena salud psíquica. Pero no los son por casualidad o por el descuido, sino motivados por un deseo inconsciente que no encuentra otra forma de llegar a la conciencia. Así lo reprimido burla a la censura que lo mantenía oculto.
El acto fallido logra que sujeto diga lo que conscientemente no quería decir o haga lo que no quería hacer, revelando así un deseo o intención inconscientes. El Yo puede disculparse, diciendo que no era lo que quería, pero siempre alguna verdad habrá quedado revelada.
MacLuhan advirtió sobre el peligro de los medios de comunicación, ya que modifican nuestra manera de pensar y actuar: el medio es el mensaje. La pérdida de la facultad de leer grandes libros y la creencia de que sólo se lee para informarse son males de esta época.
Los textos sin una finalidad pragmática son considerados superfluos. Internet se ha convertido en una prolongación o prótesis del cuerpo y del cerebro. La inteligencia artificial subordina al órgano pensante, que se hace dependiente. Internet está reduciendo la capacidad de introspección que antes avivaba la literatura. Si le decimos a alguien: No pienses en un elefante, se lo activa en la memoria.
Las palabras no son inocentes, se enfrentan hasta con la voluntad. El pensamiento no es libre, repite guiones que ignoran hechos evidentes. Quien domina el lenguaje neuronal controla el debate. Si no quiere que el otro piense en el elefante, evita nombrarlo. La mente no procesa en negativo, al decirle NO responde SÍ. Pensar por patrones adapta lo real a la creencia, un automatismo que los políticos explotan. El pensamiento lateral se escapa de las neurociencias. La solución no es hacerlo mejor, sino de otro modo. Si las ideas dominantes señalan un pensamiento único, hay que transgredirlas.
Si le piden que desagote una bañadera con un balde o un vaso: ¿cómo lo haría? Evite la trampa de las neurociencias. Quítele el tapón a la bañadera. Estímulos permanentes simultáneos llevan a intentar realizar varias tareas a la vez.
Procrastinar es postergar tareas importantes. Es una señal que alerta sobre fallas que aparecen en el encuentro entre la inteligencia humana y la artificial. Si no usamos la memoria vivida, que incorpora en cuerpo y mente el saber y la experiencia, nos hacemos dependientes. La sabiduría es el fruto. Hay que entrenarse para armonizar el sistema nervioso humano con el digital. Un consejo sencillo y de sentido común es hacer una sola tarea a la vez.
Es así como está diseñado y como funciona mejor nuestro cerebro.
Cómo salir de la crisis
Ante la amenaza, el gran valor de oportunidad es construir una ética del futuro que le otorgue sentido moral a la aventura humana. Tomar conciencia que son las conductas las que provocan los resultados, que los recursos son perecederos, que el uso que se haga de ellos determinará el desarrollo de nuestros hijos.
Un sistema de valores es la condición del sistema que hará viable una sociedad más solidaria, humilde, honesta, participativa y generosa. Hay que estar atentos a las señales para identificar sentidos ocultos. Freud los descubrió en los olvidos, sueños, actos fallidos y lapsus linguales. Las contradicciones iluminan. Lo paradojal asoma no en la claridad de la conciencia, sino en la oscuridad de la pasión, donde la razón es todavía intuición y la llama se enciende con la insatisfacción.
Cuando todo tiene precio y nada tiene valor, se necesita una nueva educación que enseñe a producir valores que sean para todos.
Cambiar las creencias
La realidad es una gran fotocopiadora de nuestras creencias, para cambiar debemos modificarlas. Un proceso comienza con nuevas ideas que crean conceptos reforzadores, se expresan para que sean escuchadas y se convierten en hechos.
Las creencias promueven acciones, con las peores creencias la humanidad se extinguirá.
Con creencias rígidas el pensamiento no prospera: Para revertirlas las acciones deben motorizar el cambio. El discurso le dará forma y la mente aprenderá a sintonizar el pensamiento con la acción. Para lograrlo hay que actuar rápido porque la resistencia al cambio puede eliminarlo antes de que crezca. Una mente entrenada tiene la capacidad de convertir en acto lo que decide aceptar, en esto consiste la evolución.
Recordamos el 5% de lo que escuchamos, el 10% de lo que escribimos y el 85% de lo que hacemos, por eso hay que transformar la idea en acto.
La carrera hacia «nunca es bastante»
Es la que creado un mundo desigual: De lo que no hay bastante es de cosas buenas porque el dinero ocupa su lugar. Con el dinero se puede comprar una cama pero no el sueño, la comida pero no la digestión, el libro pero no el conocimiento, una casa pero no el hogar, el remedio pero no la salud, la diversión pero no la felicidad.
El dinero no puede comprar las cosas importantes. Hay que innovar, evitar el lujo innecesario, reducir el consumo superfluo, rebajar el hedonismo y la brecha entre ricos y pobres. La cruzada es decidirnos por honrar la vida y que en el proceso de lograrlo ningún precio supere al valor.
La destrucción creativa
Renovarse es vivir, mantener la flexibilidad ante las oportunidades, eliminar creencias negativas, destruir creativamente los paradigmas invisibles que nos rigen sin que nos demos cuenta. Para renacer de la crisis hay que dejar lo que ya no sirve para que crezca lo que debe ser. Siempre que se gana se pierde algo, cuando se cierra una puerta se abre otra.
Lo que anda mal es que cuando ganamos en experiencia perdemos en imaginación.
El pensamiento natural falla
Las trampas mentales son, en general, los prejuicios, hábitos, emociones, que impactan al cerebro sin que nos demos cuenta y sin tomar conciencia de su existencia. La mente juega contra la razón de diversas formas. Somos pésimos para calcular probabilidades. El cerebro cree encontrar, patrones y conspiraciones inexistentes y suele atribuirles un significado divino, así como afirma coincidencias que no son tales y encuentra relaciones de causalidad donde hay solamente casualidad.
Cree que puede orientar los hechos en favor o en contra de lo que desea. La muestra es la importancia que atribuye a la oración y la plegaria por la salud de un enfermo y creer que hay relación de causa y efecto entre rituales, gurúes con poderes y acciones personales en resultados que son de naturaleza aleatoria.
Correlación no es igual a causa
Formulamos muchas explicaciones erróneas. Cuando aparecen dos variables juntas, una puede no ser la causa de la otra, aunque la correlación ayuda a identificar la causa. La causa es el motivo que genera algo. No es lo mismo que coincidencia. Para demostrar la falsedad de algo basta con un contra-ejemplo. Esta técnica se denomina “reducción al absurdo”.
La relación entre las variables puede ser el resultado de otra que explica las otras y que las hace parecer relacionadas. Por ejemplo, si en una escuela primaria midiera la relación entre las habilidades aritméticas de los estudiantes y sus estaturas, se concluiría que, de hecho, existe una correlación positiva. Hay un tercer factor que lo explica: es la “edad” de los estudiantes. Del mismo modo, el acto fallido debe interpretarse como una señal.
Hay una tendencia a inferir una relación de causalidad sobre la base de una correlación. Se debe ir más allá de los hechos empíricos y buscar una teoría aceptable que conecte las variables. Una teoría es a los datos lo que un edificio a un montón de ladrillos. Una teoría sujeta a prueba es la base de las relaciones causales. Cuando se desconoce la causa de sus problemas, esa es la verdadera causa de que existan. No hay nada más práctico que una buena teoría.
Como revela la teoría de los actos fallidos, hay fuerzas opuestas y poderosas que influyen en el rendimiento. Una es proactiva y estimula a aprender para mejorar. La otra es pasiva e induce a no gastar tu energía, tu tiempo, ni tu dinero. Para activar el desarrollo hay que decirle SI a la ley de la atracción que provoca el pensamiento positivo. Y decirle NO a todas las excusas que se interponen en el camino. Inicia tu evaluación cuanto antes: el tiempo vuela si no lo sabes aprovechar. Aprende a ser el arquitecto creador de tu propio destino.