por Dr. Horacio Krell
El espacio y el tiempo son interdependientes. En tu desarrollo fueron trascendentes tu familia, la educación que recibiste, el país en el que naciste y la época en que ocurrió. El espacio como el ambiente físico y social fue la clave, pero aun así eras una página en blanco a completar con la educación que recibieras y las experiencias que vivirías. El tiempo es un bien perecedero, y según cómo lo usaste en el espacio en que te tocó vivir, habrás generado tu calidad de vida.
Es importante que comprendas la importancia de los primeros años para que puedas ayudar a tus hijos y nietos para que dediquen parte de su tiempo a explorar en el autoconocimiento. Conocerse a uno mismo es descubrir al genio interior que tenemos dentro, para que no quede atrapado en la lámpara de Aladino como ocurrió en el famoso cuento.
Se dice que Dios le brindó al hombre su poder creador y que por eso el ser innovador es el mejor imitador de Dios en la tierra. El que lo descubre a tiempo desarrolla su poder interior que el mundo conoce como empowerment, que es el que convierte al querer en eficacia. Como venimos describiendo y siguiendo a Ortega y Gasset: yo soy yo y mis circunstancias.
Benchmarking es compararse con los mejores
En 1945 visitó a Argentina el premio nobel Paul Samuelson y predijo que sería la próxima potencia. No sabía que los políticos aplicarían la receta: «a país rico gobierno populista». Por eso no fue la Noruega latinoamericana.
Como dijo Vargas Llosa: «Un pueblo educado no puede ser engañado». Si un país rico en recursos naturales fracasó conviene compararlo.
¿Cómo hicieron otros países para ser primeros en educación?, ¿Cómo lograron sin recursos convertirse en potencias y ¿Cómo hizo la potencia de los inicios del siglo XX para convertirse en una fábrica de pobres? Las preguntas las responde Finlandia. Ellos afirmaron que eran muy pobres como para no invertir en educación e hicieron de ella su política de estado. Los maestros son las estrellas de la sociedad. Para ser maestro hay que tener título universitario, para estudiar no hay que ser rico y todos reciben una educación de avanzada. Hace 100 años Finlandia era pobre y Argentina rica.
Si soy así, ¿qué voy a hacer?
Lo contrario a descubrir al genio interior y desarrollarlo lo expresa el tango de Botta que termina con esa frase. Es una invocación al destino, no al esfuerzo por superarse y exhibe con orgullo lo que debería avergonzar. Soy así y a mucha honra. Es un espejo de un país donde predomina la ignorancia. Karl Popper no definió la ignorancia por ausencia del conocimiento sino a rehusarse a adquirirlo. El ignorante se considera una obra concluida y al aprender una amenaza. Un alumno reconoce lo que le falta y desea adquirirlo. Si no se admite la falta y se exhibe desafiante, no es posible superarla. Una sociedad sin humildad no genera alumnos. Epícteto dijo que no se aprende lo que se cree saber. Sin nada que aprender: ¿para qué sirve la educación? La vida se construye con la luz de los que nos alumbran.
Con la marca en el orillo
Las prendas suelen exhibir su marca, de donde deriva esta sentencia que se aplica a quienes evidencian, de manera notoria, su extracción económica, su nivel cultural, su tendencia ideológica o su pertenencia a un grupo social.
Esas personas no precisan decir ni hacer nada, se los identifica porque “llevan la marca en el orillo. Sin embargo nadie viene hecho, al nacer somos una página en blanco. Nadie sabe cómo es ni cómo será, ya que cambia aprendiendo y edificándose continuamente.
Leer para Borges es hacerse persona, leyendo texto y trabajando el lenguaje como algo en producción y sin recetas. La lectura es una construcción provisoria llena de quiebres, como el señor Lanari de Ema Wolf. Está hecho de lana que se desteje y llega a la casa de su abuela que lo vuelve a tejer. Al romper los moldes la lectura como Lanari: teje y desteje permanentemente.
Cuando tengas tiempo
La vida es muy corta hay que aprender a administrarla y disfrutar del tiempo libre con la triple D de descanso, diversión y desarrollo. Administrar el tiempo no es un don natural. El exceso genera rendimientos decrecientes. Hoy, conectados todo el tiempo, carecemos de la pausa reparadora que estimula la producción de endorfinas, los neurotransmisores del bienestar que fabrica el cerebro.
Durante el sueño creativo irrumpe el hemisferio derecho trayendo buenas ideas. Sin vacíos de tiempo no conoceríamos gente, no podríamos estudiar, ni crear. En el vacío surgen las ideas que ayudan a realizar nuestros deseos. Cargarlo con cosas inútiles lo clausura.
Los espacios y los tiempos mal ocupados impiden que aparezcan alternativas mejores. Llenarlos con ideas valiosas conduce a un futuro mejor. El tiempo es el tesoro más valioso pero limitado. Se puede producir más dinero, pero no más tiempo. Al ser al que le dedicamos nuestro tiempo le brindamos nuestra vida. Es el mejor regalo que podamos brindarle, porque el tiempo es vida.
La vida es el espacio
Es el lugar donde tu página en blanco se llena con información, saber y experiencia. Como la vida es muy corta en necesario optimizar el tiempo.
El cerebro de Einstein era diferente por el software. El cuerpo calloso, el cable que une los hemisferios era más grueso que en el cerebro común. Al transitar el pensamiento lógico y el creativo descubrió que la imaginación supera al conocimiento.
Hoy existen sistemas que asocian las inteligencias: espiritual, emocional, creativa, estratégica, ejecutiva, social, comercial y digital; en el marco de las inteligencias múltiples. Se entrena la percepción para comprender en velocidad durante la lectura, agudizar la capacidad de observación, enseñar a distinguir la jerarquía de los conceptos, mejorar la concentración y la memoria, con métodos de control mental y mnemotecnia.
La oratoria y la redacción facilitan la búsqueda y la expresión del conocimiento. Lo que no se puede decir es porque no se sabe bien. Se incluye la inteligencia aplicada a descubrir al genio interior y a resolver problemas. El poder inteligente es un querer con eficacia que usa el capital de la memoria para reflexionar y crear. Métodos precisos permiten actuar con rapidez, reducir la fuerza bruta y aumentar la calidad. Estudiar mucho para compensar la falta conduce al mayor cansancio y menor rendimiento.
Como descubrió Pareto, con su ley 80/20, el 20% de los factores provocan el 80% de los resultados. Al aplicar la palanca de Arquímedes sobre esos mínimos vitales se potencia el rendimiento. La mejor inversión es educar, potenciar y saber usar los recursos naturales
Dos mentalidades
Bill Gates es brillante en tecnología, pero un jardinero lo supera en mantener un jardín. La mente maneja dos sistemas: uno es rápido y automático, da respuestas con lo que tiene en la memoria, el otro es racional y se ocupa de lo complejo. El sistema 1 se activa en automático y rastrea la información, sigue la Ley del menor esfuerzo. El Sistema 2, es más lento y prudente. Observa y controla el pensamiento y las acciones sugeridas, deja que actúe, reprime o modifica sus sugerencias. Muchas acciones son inconscientes. Las consecuencias son errores y opiniones sesgadas. El Sistema 1 está preparado para creer sin dudar. El dogma se sustenta en la ignorancia, por eso el escepticismo es impopular. La racionalidad puede domar a los sesgos naturales, examinar prejuicios, asumir que errar es natural, evitar la parálisis por exceso de análisis y las decisiones apresuradas.
La percepción nos hace creer que es el sol se mueve y no la tierra. El pensamiento natural salta a la acción. Eso está bien para elegir la corbata, pero en asuntos serios hay que pensar. La clave es separar decisiones y resultados. Se premia poco al que acierta, se castiga el error, pero no al que no decide. Así se incentiva a no hacer nada. El miedo a fracasar inhibe. El que no hace no se equivoca pero tampoco aprende. Para decidir mejor hay que hallar la brújula interior.
Dijo Séneca; “no hay vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar”.
La naturaleza del prejuicio
Es más fácil despreciar que discutir, agredir que razonar, imponer que convencer. La herramienta del prejuicioso es afirmar sin pruebas, para estigmatizar al otro. Muchos saben que los prejuicios existen pero pocos advierten que los tienen y practican.
Darle paso a las ideas
Para Einstein, es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.
La ciencia nace de la curiosidad, la duda y el replanteo. Para tener ideas se necesita curiosidad. Einstein debió trabajar en la Oficina de patentes, porque sus profesores no confiaban en él. Pero no tardó en sentar las bases de una revolución científica. Pocas teorías han tenido tanta repercusión como su teoría de la relatividad. Ortega y Gasset dijo: “la teoría de Einstein es una maravillosa justificación de la multiplicidad armónica de todos los puntos de vista”.
Al ampliarla se logra otra manera de sentir. Las ideas de Newton sobre tiempo y espacio aludían a magnitudes absolutas, independientes de los hechos. Eran el escenario. Para Einstein tiempo y espacio se modifican por los hechos y según su velocidad.
Una cosa es la realidad y otra la percepción
La psicología “Gestáltica”, sostuvo que el contexto condiciona, que la realidad es modificada por la visión del observador. Las posiciones extremas van disminuyendo, es necesario para el pluralismo de ideas y abandonar el fanatismo.
La convivencia fue impulsada por la teoría de la relatividad. Lo antiguo era desconocer el carácter situacional de la inteligencia. Se veía como una propiedad donde unas personas eran más inteligentes. Sin embargo, el rendimiento cambia en función del ambiente. De pronto una persona es capaz de operar en un campo, pero es incapaz hacerlo en otras actividades.
Al incorporar los elementos de la cultura el conocimiento nuevo va formando un repertorio y definirá un nuevo patrón. Adaptarse a situaciones nuevas es la mejor definición de inteligencia.
Todo esto se resume en ¿es capaz de crear valor a través de la situación? Somos ignorantes en temas distintos, somos inteligentes en medios distintos. Todo depende del conocimiento. Así los modelos mentales podrán distinguir lo invisible que se oculta en la apariencia y se sabrá elegir.
La inteligencia situada
La realidad está ahí, lo que vale es la percepción. ¿Cómo procesar, generar alternativas y seleccionarlas. La acción es el tercer paso y proviene de la percepción, del estado del sujeto, de sus objetivos, de integrar el conocimiento para intuir el futuro.
El tiempo impide deliberar demasiado sobre el mérito, porque los resultados se verán a mediano o largo plazo. Para evitarlo conviene generar una memoria del ambiente, para que la acción se sitúe. Un ambiente que propicie tomar conciencia de los objetivos. La inteligencia situacional percibe en un entorno, lo filtra con creencias y deseos, los interpreta, hace planes y los lleva a la acción. Pueden coexistir. Hay que jerarquizar, saber cuándo crear, cambiar un plan o abandonar.
El objetivo es evaluado si fue alcanzado, si se torna imposible o si perdió sentido. Si se lo revisa demasiado no se trabaja, si se lo revisa pobremente se vuelve inalcanzable. Fomentar el espíritu emprendedor es básico para rodearse de gente capaz sin apelar al poder duro.
Es mejor el poder blando de la sugestión, de la atracción por ideales comunes, de la inteligencia emocional y comunicacional. En última instancia se trata de aprender lo que se necesita para liderar.
Como dijo Nietzche, no hay hechos, solo interpretaciones. Lo mismo genera alegría o depresión según el estado. Nada es verdad o mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.
Es una época en que las divisiones ideológicas recrudecen bajo la forma de luchas irreconciliables. Para ganar una elección se categoriza al enemigo como déspota. El político quiere convencer para que lo elijan, y lo hace mostrando lo que sufrirán si el enemigo triunfa.
Yo o el caos
Hoy no juega la capacidad del líder y la de votar se limita a elegir al menos malo, sin debatir lo necesario. En nombre del bien y el mal, se reemplaza el debate.
El ciudadano ve una sociedad insegura, ingobernable, la corrupción, la violencia, la destrucción de la economía, la angustia, el deterioro de la infraestructura, de la salud, de las empresas.
Aplica la estrategia de “sálvese quien pueda”, se dedica a sus asuntos. La historia muestra que si los procesos salen de su cauce, se gestan golpes de estado como salida. Evitemos esa perspectiva fortaleciendo el papel del ciudadano y de las instituciones, con un proyecto de país federal que piense globalmente y actúe localmente para crear un futuro común, compartido y sin prejuicios. Seamos pesimistas en el diagnóstico pero optimistas en la acción.
Un científico analiza los problemas del mundo. Su hijo de 7 años desea ayudarlo y el padre procura distraer su atención. Recorta un mapa del mundo de una revista en muchos pedazos. A ti te gustan los rompecabezas. Aquí tienes el mundo todo roto, intenta arreglarlo. Calculó que le llevaría días. Pero a la media hora le dijo: “Papá ya lo pude terminar”. El padre razonó que imposible recomponer un mapa que jamás había visto, pero estaba completo, con todos los pedazos en su lugar.-Tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo conseguiste?-Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero vi antes al hombre del otro lado. No pude arreglar al mundo, pero recordé al hombre que sabía cómo era, di vuelta los recortes y lo arreglé. Cuando conseguí arreglar el hombre, di la vuelta la hoja y encontré que había arreglado el mundo.
Hay dos fuerzas que operan en el cerebro
Una busca el descanso, la repetición del conocimiento y las acciones para automatizarlo y conservar la energía. La otra intenta hallar lo nuevo porque advierte que si hace lo mismo logra los mismos resultados. Una fuerza es conservadora, la otra progresista. Un experimento mental analizó el peso relativo de no hacer para conservar la energía o innovar para progresar. Fue “El burro de Buridan». El asno tiene hambre y le dan 2 platos de comida, no puede elegir y entonces se muere de hambre.
El exceso de análisis provoca parálisis. El cerebro es una computadora casi perfecta pero no funciona sola, hay que saber manejarla y descubrir sus razones. Es necesario aprender a ser, a aprender, a hacer, a convivir y a desaprender. A eliminar las falsas creencias, la basura que ocupa lugar en la memoria y las acciones que le quitan al cerebro, tiempo y eficacia.