El networking es parte esencial de todo emprendedor. A través de esta actividad propiciada en eventos para startups, Pymes, proyectos y más se combinan los elementos suficientes como para destacar en la escena o pasar desapercibido.
Vender tu idea, hacer contactos que te ayuden en el presente o en el futuro de tu negocio o simplemente hacer buenos amigos, son las consecuencias de un buen networking en una sesión emprendedora, pero ¿qué pasa si no lo haces bien?
Aunque no lo creas hacerlo de la forma correcta no significa llegar y decir “Hola, este es mi proyecto y te conviene”, y aunque tampoco existe una fórmula mágica, al menos tener una guía te ayudará mucho.
Shaherose Charania, CEO y Fundadora de Women 2.0 nos compartió justo en una sesión de networking algunos consejos para hacerlo bien y no morir en el intento:
“Debes llegar con la idea de conocer a alguien; preguntarle no sólo cómo está sino quién es y comenzar la plática con la idea de dar y recibir; es decir, debes aportarle a la otra persona algún consejo, algún conocimiento o algún enfoque para que sea de la misma forma hacia ti”, señaló.
Charania comentó que está envuelta en la escena emprendedora desde hace casi 10 años y que ha sido de esta forma que ella ha aprendido a hacer un buen networking.
Sin embargo, eso no es todo, aquí te damos unos consejos más para que aproveches las reuniones emprendedoras como Startup Family para conocer inversores, hacer amigos, vender tu idea de forma convincente, nada falsa y no mil veces practicada y envolverte en la escena del emprendimiento:
- Genera confianza en tu interlocutor y demuestra interés en lo que él dice.
- Lleva muchas tarjetas para repartir. ¡No escatimes ni discrimines! ¡Cuídalas! Invierte en un buen diseño que refleje tu personalidad.
- Siempre ten contacto con las personas que conoces a través de redes sociales. No los ubiques por nombre de usuario, sino por quienes son y lo que hacen. No los olvides, recuerda que el networking también se hace en el mundo del internet.
- Recuerda que son sólo 10 segundos los que tienes para crear buenas impresiones, así que no llegues con discursos ya elaborados para interactuar cara a cara. Adáptate a las diferentes personalidades. Recuerda que ese ‘elevator pitch’ que creaste, lo puedes modificar según la persona que tengas en frente.
- Pero, una cosa es que tu ‘elevator pitch’ sea flexible y otra es que sea poco profesional.
- Por otra parte, está muy mal visto tirarle mala onda a otros emprendedores –y peor aún si son tu competencia–, ¿dónde está la ética y la confianza en lo que haces? Si te dedicas a eso, ten por seguro que todos te darán ‘el avión’. Sólo mira a los ojos y simplemente ¡sonríe!
- No olvides el lenguaje corporal, mucho de lo que en verdad eres lo expresas con tus gestos o posiciones.
- No te vayas por los prejuicios. Muchas veces quienes menos piensas que podrían ayudarte, son quienes podrían respaldarte en cualquier momento.
- Aprende a escuchar… en eso se basa el éxito esta práctica. Recuerda, escuchar no es oír.
- Si vas a un evento, ¡planifica! Infórmate de las personas que asistirán e investiga un poco de ellas para así tener algo de qué conversar además de negocios. Romper el hielo es básico y hacerlo con la idea de vender no es lo óptimo.
- Sé tú mismo. No seas uno para emprender, otro para trabajar y otro para hacer networking.
- Nadie te comprará ni invertirá en ti en el primer contacto. El networking es un pequeño acercamiento y una pequeña presentación de tu persona y de tu emprendimiento. Si quieres vender a la primera, ese no es tu lugar.
por Laura Vela
fuente: Dinero en Imagen