La Lic. Sofía Lujani comparte 11 tips psicológicos que pueden ayudarte a sobrellevar de buena manera la cuarentena. Y porque no, salir fortalecidos.
De un día para el otro el dichoso coronavirus llegó a nuestras vidas para ponerlas patas para arriba.
¿Que tiene de novedosa esta situación? Que nos afecta en dimensiones, intensidad y sentidos diferentes para cada uno pero a todxs (en el mundo entero) al mismo tiempo.
Repentinamente nos vimos obligados a confinarnos en nuestros hogares y distanciarnos del mundo exterior, generando repercusiones en nosotros y nuestras vidas de las que hay que estar atentos y tomar nota.
La cuarentena genera muchos efectos psicológicos, de los cuales voy a hablar solo de cinco. Si sientes o sentiste alguno de ellos en este tiempo, ¡bienvenido al club!
- Estrés frente al cambio.
- Ansiedad frente a la incertidumbre.
- Miedo ante la pérdida de control.
- Frustración, angustia, irritabilidad.
- Emociones, pensamientos y sensaciones fluctuantes.
Muchas veces frente al malestar creemos no podemos hacer nada. Por eso, comparto una serie de tips que los pueden ayudar a sentirse mejor.
Toma aquel que resuene con vos e intenta hacerlo. Si a la primera no sale, no te preocupes. Siempre se puede probar otra vez.
1. Conectar con tu creatividad
Un buen comienzo para reencontrarse con uno mismo y su bienestar es empezar por el disfrute. Por eso te propongo conectar con tu creatividad o Crea-Actividad, como me gusta pensarla.
¿Qué cosas te gustan hacer? ¿Cocinar, pintar, dibujar, escribir, hacer ejercicio, bailar? Cualquier actividad que disfrutes es válida.
Todos los días organizate un rato para hacerla y si puedes aprovechar para conectar con otros (clase virtual, videollamada o alguien con quien estés), mucho mejor
¿Qué te disfrutas hacer en esta cuarentena?
2. Hacer cronogramas
¿Sientes que todos los días son iguales? ¿Te cuesta recordar qué hiciste cada día? ¿Te pasaste todo el día haciendo actividades obligatorias y te sentís quemado?
La pérdida de las rutinas y costumbres son factores que pueden incidir en la aparición de diversos efectos psicológicos. Hacer un cronograma donde organices las actividades diarias ayuda a equilibrar los tiempos de trabajo o estudio y de recreación. Esto facilita ser más consciente del uso del tiempo y evitar la sobreexigencia.
3. Que el aislamiento sea físico, no social
Somos seres sociales y comunitarios. Necesitamos estar con otros. Este es un momento de distanciarse físicamente de nuestros seres queridos y hallar otras formas de encuentro. Por eso es fundamental acudir a la red de apoyo (amigos, familiares, compañeros) ya sea para hablar sobre cualquier malestar o para pasar el rato y despejarse.
La mirada y compañía de otros puede ser de gran ayuda para tener perspectiva distinta, pensar nuevas alternativas o divertirse y olvidar los problemas por un rato.
4. Centrarse en el presente
Si algo nos demostró la pandemia es que el futuro es incierto y la vida puede cambiar de un momento para otro. No es fácil vivir esta situación y es posible sentir desesperanza, ansiedad, miedo producto de la incertidumbre que genera tanto a nivel personal, como social.
Cuando estamos en un mal momento o tuvimos un mal día (o varios) solemos pensar que va a seguir repitiéndose en el futuro. En algunos casos, al punto de ya no intentar hacer algo para cambiarlo. Es aconsejable detenerse un momento y pensar ¿qué puedo hacer hoy para que sea distinto?
Un buen recurso es centrarse en el presente, hacer foco en el aquí y ahora, en las cosas que si se encuentren al alcance.
5. Esta bien sentirse mal a veces
Si, ¡están leyendo bien! Estoy diciendo que está bien sentirse mal a veces. Se que puede sonar raro o contradictorio pero tiene sentido. Confía en mí.
Por muchos medios distintos y durante toda la vida nos hacen creer que tenemos que ser siempre felices y sentirnos bien. Las personas hacen de todo para cumplir ese ideal pero en momentos como estos, dónde la vida está en constante turbulencia, es difícil lograrlo.
Resulta lógico sentir tristeza, desgano, agobio, ansiedad por momentos*. Es un tiempo de ser menos autocrítico y tratarte con más amor y paciencia.
Para transformarse es necesaria la incomodidad, el malestar. Úsalos como motor.
*Atentos! Dije POR MOMENTOS, no siendo un estado general o frecuente. Si es así, es recomendable acudir a un profesional.
6. Tomarte un tiempo para vos
En este tiempo en donde el trabajo, el estudio, la vida familiar y social suceden dentro de las mismas paredes y las aplicaciones de videollamada se vuelven un canal con el mundo exterior, pareciera que aquello que pone un límite entre las personas se desdibuja y se torna en una amalgama que sofoca.
Esto puede traer irritabilidad, malestar o enojo, producto de sentir que nuestra libertad y capacidad de tomar decisiones por nosotros mismos están siendo amenazadas.
Algo frecuente, es llegar a un estado de irritabilidad permanente, «saltar por cualquier cosa»(cómo se dice en la calle), sentirse abrumado o en tensión continua. Cómo evitar llegar a ese estado? Parar antes.
Si, ya se. Muchos me dirán que no es tan fácil, que no se dieron cuenta que se sentían así hasta que era demasiado tarde.
Por eso, es necesario tomarte un tiempo para estar con vos mismx. Aunque sea 20 minutos al día. Si no contas con un espacio solo para vos, ponte los auriculares (aunque no escuches nada) o haz un pacto de no interrumpción con quien vivas.
Mientras puedes meditar, escuchar música, escribir (algo que no requiera mucho movimiento). Es un tiempo para conectar con tu interior y preguntarte: ¿cómo te estás sintiendo? ¿qué emociones, sensación y pensamientos tuviste ese día? Pruebenlo y me cuentan qué tal les va.
¿Tenés un tiempo para vos cada día? ¿Qué haces para bajar un cambio?
7. Aprendé algo nuevo
Seguro tenías un montón de planes para este año y de repente la vida se puso en pausa. Esto puede hacerte sentir que el tiempo pasa sin sentido o que se suponía que debías estar haciendo algo y no puedes. Pero también puedes centrarte en la oportunidad única que te da la cuarentena que es nada más y nada menos que TIEMPO. ¿Cuantas veces nos quejamos de su falta para aprender y dedicarnos a algo que nos interesa?
Una buena manera de de aprovechar el momento es aprender algo nuevo, Invertir en vos y sumar una experiencia distinta a tu vida. Hay tutoriales o cursos online, gratuitos, super interesantes y de calidad. Es cuestión de encontrar el indicado.
8. Cuidarse de la sobreexposición a noticias y las fake news
Hasta hace unos meses, para muchos de nosotros el coronavirus no estaba en el radar. Rápidamente tuvimos que aprender sobre él y cómo prevenir el contagio. Esta situación produjo que mucha información y noticias circulen globalmente, algunas desde fuentes no oficiales y otras tantas sin verificación suficiente.
Es importante mantenerse informado para tomar mejores medidas de cuidado posible. Sin embargo, estar al pendiente constantemente de las posibles noticias o números de la pandemia, ya sea a través de medios de comunicación o redes sociales puede producir ansiedad, pensamientos catastróficos y sensación de indefensión.
9. Reconocer recursos y aprendizajes
Es muy posible que en estos meses hayas adquirido o puesto en práctica herramientas (ej. estrategias), capacidades (ej. de adaptarse, de sobrellevar la soledad, de aceptarse) o recursos (ej. red de apoyo, hobbies) que te ayudaron a lidiar con situaciones difíciles que se presentaron. Reconocer aquellos aprendizajes y recursos con los que contamos nos permite ver que podemos sacar cosas positivas, aún en momentos críticos. Te propongo que te tomes un momento y los escribas. Quién te dice te ayuda a conocerte más a vos mismx y este conocimiento sea una herramienta que puedas usar en el futuro.
10. Menos juicio, más comprensión
Como dije anteriormente, la particularidad de la pandemia reside en que nos interpela a todxs al mismo tiempo. Es cierto que sacó a nivel social e individual muchas de nuestras miserias. Pero también es momento único para acompañarnos y dejar las críticas y comparaciones de lado (y si empezamos a abandonarlas para siempre aún mejor).
Lo que propongo no es tarea sencilla: salir de la lógica competitiva y juiciosa es todo un desafío. ¿Pero por algún lado hay que comenzar, no? Cuánto más fructífero es soltar el «deber ser» al que sujetamos nuestras acciones, emociones y pensamientos (y de lxs otrxs) y en su lugar, apostar a la comprensión. La clave: tratar y tratarse con ternura (suena naif, pero de verdad lo creo).
11. Pedir ayuda profesional
Cada uno afronta esta situación de la manera en que le es posible. Aquí se ponen en juego múltiples factores, como la historia de vida y el contexto socioeconómico. Si sienten que la situación lxs sobrepasa, no sientan culpa o vergüenza. Lo importante es reconocer y tomar medidas al respecto. Nadie merece soportar el sufrimiento solo.
Si sientes que el malestar es muy frecuente o afecta áreas esenciales de tu vida es recomendable consultar con un profesional de la salud mental.
Lejos de ser un indicador de vulnerabilidad, esta acción habla de amor propio y comprensión. Tener un espacio de escucha empática libre de juicios o exigencias puede ser el puntapié inicial para cuestionar creencias que limitan y dañan y comenzar un camino de sanación.
Muy interesante Sofía!!!