El que carece de intenciones y de proyectos para materializarlas, reduce la secuencia temporal entre la vida y la muerte.
La felicidad y los deseos nunca viven juntos, la felicidad calma los anhelos, los deseos los incentivan. La sociedad de consumo vive creando falsas ilusiones. Te dice que tú puedes, que querer es poder, que basta con proponerte algo para conseguirlo. Pero las necesidades viven lejos del deseo. Son el hambre, la sed, el abrigo, el techo, la pertenencia, el reconocimiento, la seguridad y el amor. Satisfaciendo tus necesidades repones el equilibrio y la calma. Saciando un deseo, en cambio, siempre aparecerá otro nuevo. Deja de mentirte o engañarte, la realidad es la única verdad.
El deseo desprecia lo que tienes
Te hace correr detrás de lo que te falta. Querer no es poder, hay más deseos que recursos para concretarlos, más sueños ficticios que impiden crear una sociedad justa, más descontentos que se podrían aliviar, más estatus que lo que puedes lograr honestamente, más exigencias de celebridad que la que puedes saciar. Por eso, adecúa tu deseo a la realidad.
El nivel de malestar y resentimiento social muestran que es falsa propuesta de la voluntad y del deseo. Desear es un placer fugaz y no felicidad, atender a tus necesidades reales es lo que le da sentido a tu vida. Puedes lo que puedes: querer es querer y no poder. La voluntad es tu combustible. Conoce tu rumbo y tu destino, conecta tu necesidad con tus recursos y logra el autoconocimiento de tus fines. Cuando puedas advertir que tu deseo es irreal podrás atender tus verdaderas necesidades.
El radar o la brújula
La sociedad de consumo ofrece un radar que induce a imitar la moda y a ricos y famosos, no la brújula interna que señale el camino. La propuesta debería ser: “conócete a ti mismo”, no existen vientos favorables para quién no sabe a dónde quiere llegar. En la educación también se priorizan las nuevas tecnologías, no las destrezas genéricas, imprescindibles para comprenderlas. Son las de leer, escuchar, argumentar y cumplir lo que se promete.
El hábito es una habilidad
Lo incorporas para conducirte con mayor facilidad en la vida cotidiana. Lo adquieres deliberadamente, pero luego ingresa en el piloto automático de las repeticiones y las costumbres y olvidas las verdaderas razones que te motivaron a crearlo.
El cerebro automatiza los hábitos para ahorrar energía. El beneficio derivado de este mecanismo que dejas de pensar en eso y puedes concentrarte en nuevos desafíos. El peligro del hábito es que tú lo has creado pero luego él te crea a ti, al imponerte un estilo de vida.
Lo más importante, para cambiar en serio, es estar abierto para reconocer que uno se puede equivocar. La verdad, como dijo Aristóteles, suele estar en el término medio. El orgullo de ser fiel a los principios, es peligroso si se opone al pragmatismo que permitiría la solución de un problema.
Un programa de cambios debe asentarse en crear nuevos hábitos mentales. Si seguimos pensando y actuando de la misma manera repetiremos los resultados que queremos modificar. Debes dejar de hacer lo mismo para adaptarte a los cambios. El proceso tradicional de un hábito es que aparece una señal y una rutina que genera recompensas. La regla para transformar un hábito es mantener la vieja señal disparadora y la recompensa, pero incorporar una nueva automatización superadora. Hay que estar dispuesto a incorporar hábitos productivos y a desinstalar los que hoy te perjudican.
Malos hábitos
El peligro es acostumbramos como los 5 monos que un científico puso a prueba en una jaula, donde ubicó una escalera y sobre ella un cesto con bananas. Cuando un mono subía, el científico lanzaba agua helada a los demás. Por eso si un mono subía, los otros lo atacaban. Pasado un tiempo, ningún mono se animó a subir. Entonces, el científico sustituyó a un mono por uno nuevo. Lo primero que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros. Un segundo mono fue cambiado por otro y ocurrió lo mismo. Y desde ya el primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza. Un tercero fue cambiado y se repitió la historia. El cuarto y el quinto veteranos fueron sustituidos. Quedaron finalmente cinco monos que no recibieron baños de agua fría, y que sin embargo continuaban golpeando al que intentaba llegar a las bananas. «Si fuese posible preguntarles por qué lo hacían la respuesta probable sería: no sé, las cosas siempre se hicieron así aquí» Muchas veces nos acostumbramos a soportar lo peor sin averiguar la causa.
Ser duro con uno mismo
La primera pregunta reveladora es cuestionarse porque uno se aferra contra viento y marea a algo, sin considerar opciones ni la posibilidad de estar equivocado.
No están todos locos
Luego es necesario hacer el esfuerzo intelectual bastante inusual de entender porque tantos piensan de otro modo. Se trata de ponerse en los zapatos del otro.
Dudo luego existo
Nunca está de más dudar de las simplificaciones para explicar los sucesos pero tampoco se debe exagerar, complicarlo y buscarle quinta pata al gato cuando la solución es obvia.
Dejar de etiquetar
Hay que terminar de encasillar al conjunto de seres humanos por una sola variable. La imbecilidad más ofensiva es juzgar con muy poca información o perspectiva.
Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo pero sólo recaudó 32 u$s vestido de jean, remera y gorra en el metro de Washington haciendo lo que había hecho 3 días antes en un concierto donde la gente pagó 100 u$s para escucharlo tocar. Su arte pasó desapercibido con el «traje» de artista callejero. Lo importante es dejar de etiquetar y aprender a observar.
Elegir bien los problemas
Hay un límite sobre los temas sobre los que uno está preparado para pensar, hablar y actuar. Hay mucho que perder y poco que ganar entrando a opinar sobre el tema equivocado. Las preguntas claves son: ¿Comprendo el problema?, ¿Lo acepto como propio?, ¿Puedo hacer algo para solucionarlo? ¿Quiero realmente resolverlo?
Nadie sabe lo que va a pasar
Lo peor de hacer un pronóstico es que se trate tan solo de un pálpito, que uno no tenga nada útil que decir, y que esté jugando su prestigio al opinar en el aire.
El futuro es incierto y el pensamiento se resiste a los cambios. El teléfono no tiene valor (Western Union,1876) ¿Para qué coño sirve? (Lloyd de IBM sobre el microchip). No te precisamos, no tienes título universitario (Hewlett-Packard ante el pedido de empleo de Steve Jobs)
No hay razón para tener una computadora en el hogar (Olson de Digital Equipment1977). Creo que hay mercado para cinco ordenadores en todo el mundo. (Watson, de IBM, 1943). Hasta los mejores expertos fallan cuando intentan predecir el futuro.
Cambiar un hábito
El primer paso es detectar uno negativo que influye en la conducta. Para que la mente no se escape por la tangente hay que hacer foco en la inteligencia principal que es saber lo que uno quiere, para que el cambio se conecte con la misión y no con cuestiones secundarias.
Nada se logra por arte de magia, la memoria conduce al pasado y a repetir los viejos errores. En cambio, haciendo foco en el problema advertimos que con lo que estamos haciendo ahora no lo podremos superar. La pregunta clave es por qué seguimos repitiendo la vieja fórmula, según la cual el hombre es el único animal que choca dos veces con la misma piedra.
Lista las metas
La organización de tus actividades es un beneficio obvio para encarar cada jornada, pero lo que cuestionas es si estás haciendo lo que deberías hacer. Es aquí donde deberías hacer una pausa para pensar si no borraste de tu vida los sueños del pasado. Escribir tus temas pendientes te ayudará a priorizar y planear, a estructurar tus pensamientos, a administrar tus tiempos y a desglosar proyectos en pasos manejables y sucesivos. Necesitas hacer la lista para desterrar la vaga sensación de que te estás perdiendo algo grande, algo que olvidaste y que podrías encarar.
Crea el futuro
Reflexionar sobre tus hábitos y contrastarlos con las metas que dejaste para el futuro funcionará mejor si logras expresar tus intenciones como objetivos específicos, desafiantes y realistas. Escribirlas te ayudara resistir las metas impulsivas, innecesarias o extravagantes.
Recrea tu autoestima
Si sientes que la vida que deseaste se te fue pasando de largo, escribir una lista podría venir en tu rescate. Describe tus logros para recordarte lo excelente que fuiste. Mira diferentes etapas e intenta entender que sucesos frustraron el ejercicio de tus cualidades.
La lista de control
Retomar el control de tu vida no debe ser una ilusión. Es vital hacer el inventario de lo que vas a hacer y escribirlo. Las primeras listas formales de control médico en EEEUU, describían pasos sencillos a seguir. Desde entonces el check list ha salvado muchas vidas.
Tu cerebro recuerda mejor lo que nunca terminó
Al escribir esos objetivos incumplidos que te vienen fastidiando y presionando desde hace mucho tiempo, tu cerebro sabe que estás abordando esos asuntos y entonces podrás concentrarte mejor con la tarea que tienes por delante.
Enfrentar lo que has postergado
Procrastinar es dejar para mañana lo que no puedes hacer hoy, pero no hay mayor satisfacción que tener la pizarra limpia y no acechar a tu mente con culpas por las cosas que no hiciste y que debes hacer. Este es el momento de escribir y tachar a medida que los cumples. Te sentirás muy bien y te quitarás un gran peso de encima. Tener las listas actualizadas te hará limpiar el tacho de basura, ordenarte, y hacer lo que siempre quisiste y nunca lograste.
El motor del ser
Según la teoría de las inteligencias múltiples todos somos genios en algo. Llegamos al mundo con ese talento, pero por fallas en el sistema educativo pocos lo descubren, aunque querrían encontrarlo. Es la chispa que enciende el espíritu, ese motor que si es entrenado logra que cualquier obstáculo se vuelva pequeño. Puede ser un proyecto que no te deja dormir, tu pareja, la ciencia, la música, la política, el deporte, el trabajo o el estudio. Pasión es el deseo que te aleja del triste destino de durar, del miedo a vivir, de imitar a ricos y famosos, de alejarte del goce o de sufrir ante cada arruga en el espejo, de cuidarte de todo para no sentir ni disfrutar del presente que se llama regalo. No es tan bueno durar sino convertirte en protagonista de tus sueños. No es tan malo morir, la muerte tiene memoria y nunca se olvida de nadie. Lo trágico es no animarse a vivir y a ser feliz. Como dijo Walt Disney si lo puedes soñar lo puedes hacer.
Check list
Listar las intenciones se complementa con detallar los factores claves de una tarea para evitar fallas por defectos de la memoria, de concentración o por exceso de confianza. Esta “lista de comprobación” surge de la idea de que cerebro no es una pieza perfecta, que suele equivocarse. Según la conocida ley de Murphy, todo lo que puede salir mal va a salir mal. Para enfrentarla hay que ser previsor. Como el diablo mete la cola en los detalles, anticiparse a ellos es lo mejor.
Check list es un método para luchar contra el error y debe adecuarse a la situación, lugar, duración, costo, número de involucrados, distancia y objetivos. Es imprescindible hacerlo en actividades donde la seguridad peligra por errores humanos o por ciertos elementos en apariencia irrelevantes.
Se trata de una actividad sencilla pero de difícil aceptación para una mentalidad reactiva, que no desea anticiparse y prefiere solucionar los problemas a medida que van apareciendo.
Se aduce que son técnicas para cabezas huecas. Sin embargo, en muchas industrias son obligatorios, siendo la persona encargada de la revisión, el responsable por sus fallas.
Primero en la cabina
Antes del despegue los pilotos usan listas que combaten el olvido. Las lee un piloto y el otro contesta y verifica. Se repiten en cada fase del vuelo: al llegar al avión, antes de rodar, del despegue, ascendiendo, al descender, etc. En el vuelo 3142 de LAPA que se estrelló el 31/8/1999, los pilotos no usaron el check list. Al iniciar el despegue comenzó a sonar una alarma, que no atendieron, y que indicaba que los flaps se hallaban retraídos, lo que hizo que el avión se estrellara. El informe de La Junta de Investigaciones, dijo que del estudio de la experiencia de los pilotos surgían errores que repetían y que si bien pudieron superar en ambientes rigurosos, reaparecieron en el ambiente sin disciplina de la cabina del vuelo 3142. Uno de ellos tenía su licencia vencida. Los pilotos tuvieron influencia, pero la investigación demostró que se sumó la falta de control de la Fuerza Aérea y de LAPA.
Las listas de intenciones deben ser acompañadas con las listas de control, tal como afirma el refrán el camino al infierno está plagado de buenas intenciones.
El pensamiento creativo y estratégico es el que permite romper con las rutinas y poner en lugar de ellas las buenas intenciones. Para ponerlo en marcha es necesario preguntarse: ¿Dónde estaba ayer? ¿Dónde estoy hoy?, ¿Dónde quiero estar mañana? y ¿Cómo haré para conseguirlo?
El que carece de intenciones y de proyectos para materializarlas, reduce la secuencia temporal entre la vida y la muerte. Por eso es que el sedentarismo acerca la muerte y los proyectos alargan la vida.
Horacio Krell. Director de Ilvem, mail de contacto horaciokrell@ilvem.com