El mundo de los negocios y el de las inversiones personales están íntimamente relacionados. En esta nota vamos a aprender dos principios que pueden disparar las ventas de una empresa o las ganancias de un inversor en muy poco tiempo. Técnicas y enfoques que apuntan a mejorar la velocidad y la efectividad de nuestras decisiones.
Es realmente sorprendente como las variables que mueven el desempeño de una empresa, son muy similares a las variables que mueven el desempeño de una cartera de inversiones. En definitiva, ambos sujetos, el inversor y el empresario, están buscando algo similar: hacer crecer a su “protegido”. En el caso del empresario, su empresa y en el caso del inversor, su cartera de inversiones.
Y por supuesto, una gran parte del trabajo del inversor, es analizar negocios, acciones y proyectos de inversión, eligiendo aquellos proyectos que le brinden la mayor tasa de rentabilidad con el menor riesgo. Y esto va a depender en gran medida de las habilidades del empresario.
Hecha esta introducción, vamos a analizar dos principios que aprendí hace muy poco tiempo y que también son fruto de las conversaciones con este gran personaje llamado Michael Masterson, que les introduje en mi anterior post (Ir al post anterior, clic aquí). Estos dos principios, que son bien simples, pero que pueden tener un impacto muy fuerte sobre tus inversiones o negocio, son los siguientes:
- El principio del fracaso acelerado
- La estrategia de “Listos, dispara, perfecciona”
Detrás de estos dos principios fundamentales podemos encontrar una explicación común: El dinero ama la velocidad.
Joe Vitale, autor del libro “Buying Trances”, es un gran cultor de la velocidad y mediante una historia muy entretenida nos muestra de una forma muy clara la importancia de la velocidad en el mundo de los negocios y el dinero.
Para incrementar el tráfico de su sitio Web a Vitale se le ocurre una “loca” idea de vender muñecas de Elvis Presley en eBay. ¿Qué significaba una muñeca de Elvis? Vitale no estaba muy seguro, pero si estaba seguro que todos los meses, millones de personas entraban a Internet y buscaban la palabra “Elvis”. ¿Qué pasaría si estas personas vieran algo que dijera “muñecas de Elvis” cuando realicen la búsqueda? ¿Como reaccionarían?
Parecía una muy buena idea, entonces Joe no perdió el tiempo. En 24hs creó una imagen de la muñeca de Elvis (usando photoshop) y la subió a su sitio. En unos pocos segundos, según cuenta Vitale, tenía cientos de personas visitando su sitio Web.
“Si me hubiera detenido a pensar acerca de esta idea un poco más de tiempo,” admite Vitale, “seguramente me hubiera dado cuenta que existirían muchos problemas para usar el nombre de Elvis. Hay temas legales al usar el nombre de una celebridad para fines comerciales. Si hubiese tenido el hábito de moverme despacio y en forma cuidadosa, estoy seguro que me hubiera dado cuenta de esos problemas. Pero, por suerte para mí, me moví muy rápido. No perdí el tiempo y la idea se convirtió en una gran fuente de tráfico para mi sitio Web.”
Cuando se trata de implementar nuevos productos y nuevas ideas de marketing (y nuevas inversiones agregaría yo), Vitale dice, “tengan en cuenta una sola cosa: El dinero ama la velocidad.”
El principio del fracaso acelerado
Hecha esta introducción de la importancia de la velocidad, vamos a conocer un poco mejor los dos grandes principios que les acerque al principio. Una empresa americana que conozco bien triplico sus ventas implementando, entre otras estrategias, este simple principio del fracaso acelerado. Según explica el dueño de esta empresa en un párrafo reproducido en uno de los libros de Masterson:
“Debemos permanecer lo suficientemente humildes para darnos cuenta que muchas de nuestras ideas, si no la mayoría, van a ser rechazadas por nuestros clientes. Por supuesto nos ayudará tener un buen instinto y buenos datos del mercado cuando llega el momento de lanzar un nuevo producto, pero al final, son nuestros clientes los que toman las decisiones finales.
Porque somos falibles, debemos aceptar el fracaso como una parte del proceso. Y lo interesante es que buscando acelerar el fracaso, vamos a acelerar nuestro éxito sin darnos cuenta.”
Por supuesto, no solo se trata de acelerar el fracaso y nada más. Si eso fuera todo lo que la empresa hace, este principio solo se quedaría en el fracaso. La idea es convertirse en más eficiente, aprendiendo de nuestros errores e incrementando gradualmente el ratio de éxitos sobre fracasos.
La clave de este principio radica en un tema mental. No evitar el fracaso a toda costa, no condenar a las personas involucradas en el fracaso, sino tomarlo como un proceso natural que nos va a llevar al objetivo final del éxito. De nuevo, creo que un aspecto cultural de nuestros países latinoamericanos tiene a condenar a los fracasos y a evitarlos a toda costa. Si queres lograr el éxito debemos cambiar ese hábito.
La estrategia de “Listos, dispara, perfecciona”
Esta empresa también implemento la estrategia que ellos llaman “Ready, fire, aim”, cuya traducción, seguramente imperfecta, es “Listos, dispara, perfecciona” (Se aceptan mejores sugerencias de traducción…).
Lo que dice este principio es que cuando tienes una buena idea que tiene potencial de hacer crecer tu negocio, debes probarla apenas esté lista. No pierdas tiempo esperando que la idea esté en un estado perfecto para comenzar a venderla. No tiene que “sonar como un violín” para comenzar la prueba. Puedes hacer todos los ajustes más tarde, cuando hayas comprobado que tu idea está funcionando.
Por ello, en una primera etapa debes focalizarte en dejar la idea lista para probarla. Deja de lado todos los aspectos secundarios que pueden llevar mucho tiempo y demorar el lanzamiento. Recuerda la frase “lo perfecto es enemigo de lo posible”. Ya tendrás tiempo de perfeccionar el producto más adelante.
Esta estrategia tiene dos objetivos: incrementar la velocidad en que las ideas se prueban y disminuir el costo de implementación de cada nueva idea. El principio de “Listos, dispara, perfecciona” es una manera de probar muchas más innovaciones, buenas o malas, con el objetivo de incrementar el número de buenas ideas que puedan ser implementadas.
Estas dos estrategias si bien están pensadas para aplicarse en empresas, especialmente pequeñas y medianas empresas que buscan crecer más rápido, se pueden implementar perfectamente en el manejo de nuestras inversiones personales.
Tener buenas inversiones también se trata de implementar buenas ideas de inversión. Se trata de captar ideas, analizarlas y luego implementarlas lo más rápido posible. Descartar rápido las malas y dejar funcionar y perfeccionar las buenas. Por ahora les dejo a ustedes pensar como implementar estos principios en nuestras decisiones de inversión. Todas las sugerencias e ideas bienvenidas en el blog vía los comentarios!
Federico Tessore
Coordinador del Programa para Inversores Iniciales – Inversor Global
CONSULTORIO EMPRENDEDOR SOBRE PLANIFICACIÓN FINANCIERA
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ESCRIBINOS A: [email protected] Asunto: PF
¡Buena semana!
“Ready, fire, aim” en realidad seria «preparados, disparen, apunten»
lo que quiere decir es no perder el tiempo apuntando sino disparar antes.