Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem, mail de contacto [email protected]
La heurística (del griego εὑρίσκειν) significa «hallar o inventar» y propone estrategias que guían los descubrimientos. El término fue usado por Einstein en la publicación sobre efecto fotoeléctrico, con el que obtuvo el premio Nobel en Física en 1921. Habla de un punto de vista heurístico concerniente a la producción y transformación de la luz.
A la heurística se la considera como un método para la resolución de problemas. El razonamiento heurístico busca descubrir soluciones; no hacer deducciones matemáticas.
Un problema es un obstáculo que separa la situación actual de una meta deseada, y que no puede ser resuelto acudiendo a la memoria. Para resolverlo conviene contar hasta 10, plantearlo y luego ver más adelante cómo resolverlo. El primer paso es comprender, luego concebir una salida, elegir un plan para abordarlo, pasar a la ejecución y examinar la solución obtenida.
La parte singular del proceso es dejar trabajar al inconsciente, alejarse del problema de manera tal que la mente realice el trabajo de parto. El proceso no es lineal, tiene avances y retrocesos. Surgen ideas que iluminan la solución o se descubren hechos que llevan a modificar el plan.
Veamos ejemplos: Si no consigues entender un problema, dibuja un esquema del mismo. Si no encuentras la solución, haz como si ya la tuvieras y mira qué puedes deducir de ella (razonando a la inversa). Si el problema es abstracto, busca un ejemplo concreto. Intenta abordar primero un problema importante: el propósito más ambicioso tiene más posibilidades de éxito.
El efecto eureka (conocido también como visión) se refiere a comprender de repente un problema antes incomprensible. Insight es un término que describe el proceso de resolución de un caso que antes no tenía solución, y que, de repente se vuelve claro y evidente.
Einstein decía que la mente es como el paracaídas, solo funciona cuando se abre.
Eureka
(en griego εὕρηκα héurēka, «¡Lo he descubierto!»; es una interjección atribuida al matemático griego Arquímedes de Siracusa. La exclamación se reprodujo con el paso del tiempo como una celebración por un descubrimiento, un hallazgo o logro creativo
La historia cuenta que Arquímedes pronunció esta palabra tras descubrir el que ahora se denomina Principio de Arquímedes que establece la relación entre el volumen de un cuerpo sumergido y la fuerza de flotación que este experimenta. Este hallazgo ocurrió mientras dormía la bañera y tal fue su alegría que salió corriendo a las calles de Siracusa desnudo y gritando ¡Eureka!.
Cuando nos dirige a un pensamiento único, aprender a soñar puede encender una luz de creatividad para paliar los excesos que provoca el automatismo. Estudiando los sueños de los grandes visionarios se derivan los principios creativos del sueño.
Un sueño famoso generó el “Principio de Arquímedes”: todo cuerpo sumergido experimenta un empuje igual al peso del líquido que desaloja. Esta es la historia: Hierón, monarca de Siracusa, entregó a un joyero oro y plata para hacer una corona. Hierón desconfió de su honradez y le pidió a Arquímedes que lo ayudara a descubrir la estafa. Arquímedes no encontraba solución, pese a ser físico y matemático. Un día en el que dormitaba en la bañera, el agua se derramó y se despertó sobresaltado por una asociación repentina: intuyó que ante la resistencia del agua el cuerpo parece pesar menos. Tal fue su excitación que salió gritando ¡Eureka! ¡Lo encontré! Luego pesó la corona en el aire y en el agua comprobando que su densidad no era el resultado lógico, si el joyero hubiese usado todo el oro y la plata que el rey le dio. «Eureka» se usa hoy como celebración por un descubrimiento, hallazgo o logro que se busca con mucho afán.
Insight
Quien usa el insight para resolver un problema es capaz de dar respuestas precisas, mientras que el que no lo usa es más propenso a dar respuestas incompletas o parciales.
La vida cotidiana generar un tipo de pensamiento automático o de estímulo respuesta.
A las personas les parece que están resolviendo problemas cuando en realidad operan de memoria y en piloto automático. Esto se comprueba cuando se les plantean problemas sencillos en el formato de acertijos. Quiénes no utilizan un modelo heurístico se quedan bloqueados sin saber cómo resolverlos.
Hay que complementar las habilidades de memorizar, imitar, copiar o repetir, con otras que desarrollen las capacidades de analizar, visualizar, imaginar, sintetizar, resumir, investigar, innovar, crear, resolver problemas, diseñar y descubrir.
El arte de descubrir. El Método Heurístico es necesario para un mundo donde se piensa que todo ya está descubierto y no hay nada más por hacer. Sin embargo los grandes hallazgos, inventos y descubrimientos, permiten crear un cambio continuo. La educación debe cumplir y preparar para emprender la vida con un soporte sólido y ser una luz dentro de la sociedad.
Las etapas del método heurístico
La fase 1 consiste en entender el problema y familiarizarse con la situación
Hay que analizar cada frase del enunciado, tener en claro lo que se pide y cuál es el problema a resolver. Luego hay que recopilar los datos y tratar de lograr una imagen global del problema y dibujar un mapa que la refleje. No hay que bloquearse y mantener la calma.
Fase 2
En la Fase 2 se buscan estrategias para diseñar un plan considerando cómo se ha resuelto en otras situaciones un problema parecido.Lanzar hipótesis sobre por qué el problema no se resolvió todavía y qué se podría hacer. También se puede maginar que el problema ya está resuelto y deducir los pasos previos que se deberían dar.
La Fase 3 consiste en elegir una estrategia y un plan
Seguramente se eligió la idea más atractiva, prometedora y viable de la fase anterior: No hay que darse por vencido fácilmente, pero tampoco obsesionarse ni dar el partido por perdido ante el primer gol en contra pero tampoco desgastarse demasiado si se pierde y existe otra opción. Hay que poner a prueba la solución y asegurarse que es buena. No emocionarse pronto con los primeros brotes verdes.
Fase 4. Aprender del problema
Analizar los pasos dados y el camino seguido: estudiar qué se hizo para mejorar la gestión. Comprobar para que sirvieron las decisiones tomadas. Por qué ha sido útil elegir esta técnica y no las otras. Entender por qué la estrategia ha funcionado o no. Pensar si esas ideas pueden serte útiles para otros problemas. Registrar las técnicas usadas y buscar otros problemas que se puedan resolver de manera parecida.
La capacidad de pensar el futuro
Esta es la gran ventaja evolutiva. Pronosticar la evolución de la naturaleza es necesario para sobrevivir. Tener capacidad de anticipación es una habilidad para participar en la sociedad contemporánea y forma parte de la inteligencia heurística que deriva de entrenar una inteligencia práctica y un buen estado de ánimo o inteligencia emocional. Esta capacidad de la mente para adelantar el futuro en respuesta a un estímulo presente es un reflejo que proporciona una información adecuada sobre los fenómenos que ocurren en el mundo externo y en el interno. El equilibrio físico y emocional juega a favor del éxito aunque transcurra en el aquí y en el ahora, el futuro también existe dentro del programa.
Esa capacidad de predecir se fundamenta en un pensamiento lógico o racional no en temores, fantasías y pensamientos “negros”, fruto de la ansiedad, el miedo o el pesimismo, que impiden pensar con objetividad y hacen imaginar el futuro como peligroso o catastrófico. El pesimista imagina desgracias que ocurrirán, pero que en la realidad nunca suceden, pero amargan el presente. Estos pensamientos amargos incrementan la producción y las acciones de la hormona ACTH, cortisol y catecolaminas, activando el sistema nervioso autónomo, lo que genera angustias y miedos o síntomas en lo cardiovascular, lo digestivo, lo respiratorio y lo muscular.
Se puede entrenar al cerebro
El cerebro tiene músculos, podemos entrenarlo para hacer cambios morfológicos y de estructuras. Lo que pasa es que hay que saber cómo hacerlo.
A los taxistas de Londres, que están entrenados en recordar calles, se les hicieron estudios de resonancia y se vio que tenían un hipocampo mayor que el resto de la gente.
El hipocampo es una estructura implicada en el recuerdo y en el conocimiento del espacio. Sabemos que el cerebro cambia cuando se lo entrena en una actividad y son áreas diferentes las que cambian según lo que se hace. En educación, el maestro deberá buscar la forma para que ese cerebro esté motivado para aprender. También los padres: tiene que haber muchos libros en la casa, y los chicos ver que allí se lee. Es la cultura del ejemplo familiar.
Los sueños lúcidos
En ellos se advierte que se está soñando, se puede influir en el contenido y alterar su naturaleza repetitiva. Los sueños lúcidos también tienen usos prácticos. Hay atletas profesionales que los utilizan para practicar destrezas de la vida real, imaginan movimientos para ponerlos en práctica o mejorar la preparación mental antes de eventos importantes.
Para controlar los sueños hay que estar consciente de que se está soñando.
Jack Nicklaus, un gran campeón mundial de golf, recorría el terreno antes de cada partido, hacía la película de la jugada, sentía su mano, el palo, la bola, asociados a la escena y la activaba al comenzar a jugar. A la noche, al soñar, el sueño reforzaba la tarea.
La técnica para soñar lo que se desea
¿Has tenido alguna vez la seguridad de saber que te encontrabas dentro de un sueño? Si la has tenido sabrás que puede ser una experiencia increíble ya que puedes moverte a tu antojo por este mundo onírico. Puedes entrenar tu capacidad de controlar lo que quieres soñar y además la de modificar el curso de tus sueños.
Duerme lo suficiente
Es muy importante. La mayoría de los sueños se producen durante la fase REM, que es una fase de sueño que se da el 25% del tiempo que se duerme. Esta fase se caracteriza por el movimiento rápido de los ojos y por una actividad cerebral muy elevada.
Sin dormir lo suficiente hay menos fase REM que de por sí es corta. Además, el dormir poco y mal, impide controlar la actividad cerebral ya que la irregularidad de estas fases no permite conocer el patrón de los ciclos del sueño. Dormir mejora la posibilidad de tener sueños placenteros y positivos, en caso contrario será más fácil tener pesadillas y sueños negativos. La explicación es la liberación de cortisol, la hormona del estrés que se comienza a liberar por las mañanas, justo cuando los que se echan a dormir tarde entran en la fase REM.
Tener un diario de sueños
Es un pequeño cuaderno en el que se anotan los sueños al despertar. Cuanto más tiempo pasa más posibilidades hay de olvidar lo soñado y por ello es importante escribirlos en ese momento. Se tendrá así un curioso recuerdo para el futuro que ayudará a aprender a identificar los sueños, a encontrar elementos comunes y a ser capaz de saber cuándo uno se encuentra dentro de uno de ellos. No ser capaz de recordar los sueños quiere decir que no son demasiado vívidos y las posibilidades de controlarlos serán escasas.
Chequeos de realidad
Los chequeos de realidad son pequeñas pruebas que demuestran si se está soñando o se está despierto. Para tener sueños lúcidos se deben hacer varios chequeos de realidad durante el día estando despierto. Uno de los más habituales es preguntarse “¿estoy soñando?” y poner dos dedos de una mano sobre la palma de la otra para intentar atravesarla. Por supuesto esto en la realidad es físicamente imposible, pero en un sueño puede convertirse fácilmente en realidad. Otro chequeo bastante habitual es intentar volar, simplemente hay que intentar despegarse del suelo levitando mientras uno se pregunta ¿es un sueño?
¿Para qué sirven estos chequeos?
En un sueño pocas veces se es consciente de que se sueña. Con los chequeos de realidad durante el día, el subconsciente los entenderá como algo habitual y los repetirá en los sueños. Cuando se produce en un sueño se cobra conciencia de que se está soñando, se lo podrá moldear y con el tiempo y con la práctica se lo hará con mayor destreza.
Visualizar lo que se quiere soñar
Todas las noches antes de ir a dormir hay que visualizar lo que se quiere soñar y mentalizarse para hacerlo. Para ello se apagan las luces, en la cama, boca arriba y se comienza a generar imágenes, sobre lo que se desea soñar; se refuerzan esos pensamientos verbalmente con una frase o concepto, por ejemplo: “Quiero soñar que puedo volar y quiero recordar lo que sueño”. Al dormirse con esos pensamientos en la cabeza será más fácil soñar con ellos. Es el primer paso para comenzar a tener sueños lúcidos.
Cómo aprender a soñar
En el sueño el hemisferio lógico se retrae y el hemisferio creativo está a sus anchas. Los sucesos del día más un deseo insatisfecho disparan el sueño creativo. El inconsciente consulta el tema con la almohada para que surja la idea que lo resolverá.
Otras veces la solución se borra. Hay que grabarlo para apoderarse de la idea, al volver al estado de conciencia es fácil que se pierda. Lo primero que hay que hacer es recordar lo soñado. Si otro pensamiento se cuela, el recuerdo se borra. Con un diario de los sueños sabremos controlarlos.
Es divertido lograrlo: sirve para generar ideas, resolver problemas, conocerse, y superar conflictos. Al identificar sus signos se puedan manipular. Para el psicoanálisis el recuerdo es el contenido manifiesto, hay que investigar el contenido latente que lo genera.
El cerebro que sueña no es un cerebro inactivo. Sorprende al soñante y revela una realidad oculta. La pregunta es si los sueños anticipan, engendran obras, movilizan o estimulan.
Para aprovecharlos hacen falta inspiración y trabajo. Al inducirlos se predispone a liberar las potencias ocultas, el sueño remite a una pasividad y a un vacío que lo propician. El vaticinio vincula sueño y arte. La creación post sueño es una copia de lo inaccesible.
Aprender a soñar y crear
Para ir del sueño a la creación hay que traducir las asociaciones en ideas. El inconsciente se manifiesta con facilidad, desaparecen los bloqueos y las ensoñaciones ayudan a elaborar el deseo. El sueño creativo es inducido por un problema no resuelto que reclama la atención, y si el deseo es grande el obstáculo se hace pequeño. Por eso los grandes creadores los valoran tanto. Como dijo Walt Disney: “Si lo puedes soñar lo puedes hacer”