Una interesante reflexión sobre el tan mentado momento Eureka y la creatividad.
El domingo me disponía a disfrutar del asado familiar (vaya lugar común, poco creativo pero muy reconfortante) con la previa en la lectura del diario Clarín.
De hoja en hoja, rutina de lectura, de pronto algo lastima (¡para bien!) mis ojos. Leo, Los ejecutivos y el momento eureka.
Me interesa, dijo mi inconsciente antes que pueda elaborar nada mientras la ansiedad y necesidad de leer ese pequeño artículo, esa pequeña opinión superaban en interés al resto del diario entero. Sospechaba que iba a leer algo fuera de lo común. Sospechaba que había consonancias con mis predicas semanales en Emprendedores.News.
No me equivoqué.
Silvia Naishtat condensó en pocas líneas los cambios de paradigma en la predica del management corporativo.
Y esas líneas puedo comprimirlas en una sola. Refiriéndose a los ejecutivos Silvia dice lo siguiente: “se sientan en una silla caliente justo cuando se les exige lo que se ha dado en llamar el momento eureka. Es decir, generar ideas geniales a cada rato”.
Busqué la palabra creatividad desesperadamente en el resto del texto. No la encontré. ¿Es que acaso hacía falta?
Ideas
Generar ideas geniales a cada rato… ideas de productos, ideas de servicios, ideas de responsabilidad social corporativa, ideas de marketing…. ideas para diferenciarse, ideas para abrir nuevas categorías (y crear nuevos mercados), ideas para mantenerse como “top of mind” o para intentar serlo.
Les había contado hace un tiempo que en las grandes escuelas de negocios del mundo la práctica y ejercitación de la creatividad se va tornando parte indispensable dentro de los contenidos académicos formales.
En esos ámbitos, todavía no se sabe muy bien como lidiar con ella. Pero se sabe que hay que lidiar.
También les había contado en otra oportunidad la tendencia irreversible de algunos ejecutivos de contar a su lado con “cerebros derechos”, individuos preparados para ver el escenario competitivo desde una óptica singular, alejada de los clásicos parámetros del mundo empresarial.
Los ejecutivos se consolidan cada día más en la búsqueda de opciones divergentes no ya por necesidad (imperiosa y urgente) sino porque además, hay una necesidad interior de logro, de dejar una huella. Y esa necesidad de huella, no lo es ya de los ejecutivos en particular, sino del hombre posmoderno en general.
La propia huella no se consigue siguiendo el camino de los demás.
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad.