La inteligencia adaptativa es la capacidad de asumir el cambio con rapidez y de adaptarse a las circunstancias.
En un sistema nervioso maduro, los impulsos que circulan a través de las redes neuronales transmiten información de una neurona a otra.
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para adaptarse a los cambios o de modificar las rutas. Esto genera efectos en el funcionamiento de los circuitos y en la organización del cerebro. La neuroplasticidad crea y amplia las redes y elimina las que no se utilizan. La neuroplasticidad puede dividirse en cuatro tipos:
Neuroplasticidad reactiva: resuelve los cambios ambientales de corta duración.
Neuroplasticidad Adaptativa: modifica una ruta de conexiones con la memoria y el aprendizaje. Piaget descubrió dos factores en la evolución del psiquismo.
La asimilación hace que ninguna conducta, aun la nueva, sea un comienzo absoluto. La relaciona con esquemas existentes (función de la memoria). La acomodación modifica la estructura con los elementos novedosos que se asimilan (función del aprendizaje).
Neuroplasticidad reconstrutiva: recupera parcial o totalmente las funciones perdidas.
Neuroplasticidad evolutiva: los patrones cambian por la influencia ambiental predominante.
IA -Inteligencia adaptativa-. Es la capacidad de asumir el cambio con rapidez y de adaptarse a las circunstancias. La medida de tal inteligencia es la habilidad para cambiar. El coeficiente de adaptación (AQ), se aplica a personas, empresas y hasta países. Los estudios y los logros del pasado no son la única clave para construir el futuro, hay herramientas para aprender cambiar.
Las expectativas y exigencias personales traban la emergencia del futuro real al pretender planificarlo e imaginarlo con un pensamiento lineal. Esto impide aprovechar las oportunidades. No se trata de resignarse a lo que se presenta, sino de aceptar los hechos y hacer algo innovador con ellos ya que los cambios en la realidad no dependen del deseo personal.
El intelecto permite analizar racionalmente los hechos, las emociones son las que les otorgan un propósito y sentido, y la intuición proporciona la motivación y el poder de ejecución.
No alcanza con el conocimiento, el 50% de la biblioteca puede afirmar algo y el otro 50% lo contrario. Es necesario aprender a seleccionar, interpretar y manejar la información, sin actuar como máquinas, sino haciendo uso del contexto para hacer valoraciones y tomar acciones. Una tecnología es IA, cuando combina el juicio humano con la automatización de las máquinas.
La velocidad del proceso de innovación, provoca inventos disruptivos con alto impacto.
La adaptación siempre llega tarde
Tal como ocurre con el crecimiento de los hijos, cuando se empieza a entenderlos cambian de etapa y hay que volver a empezar. Algo así sucede con la tecnología: cuando por fin sentimos que la tenemos más o menos clara, todo vuelve a cambiar.
La neuroplasticidad del cerebro es la clave de la inteligencia y no tiene límites, se puede ampliar y entrenar, como si fuera un músculo. Está mal visto cambiar seguido de opinión. La falta de convicción es percibida como una debilidad. Sin embargo hay que saber abandonarse a la intuición, para lograr que la información sea depurada. Al meditar sobre lo que uno cree o piensa aparecen factores que exceden al intelecto y a la lógica. Al despegarse de creencias e identificaciones, como cuando uno cambia de ropa, se pueden descubrir otras posibilidades, algunas rayanas con la locura. Para adaptarse a los cambios, hay que darle vacaciones al Ego, un constructo derivado de la interacción de cada uno con la educación, la experiencia y la sociedad. Hay que darle libertad a la imaginación para que explore, para que teja nuevas relaciones, y para subirse a la era digital. Un inconsciente que se libera de los mitos del pasado, da un salto de fe a que algo nuevo aparecerá. Hay que dejar que las cosas ocurran.
La materia prima del cerebro es la materia gris pero no crece como la lechuga. Descubrir el querer genera la pasión pero sin métodos genera frustración. Como dijo Einstein la lógica te lleva de A hasta B, pero la imaginación te lleva a cualquier parte.
Lo que acaba de suceder no podría haber ocurrido
El 19/10/ 1987 el índice Dow Jones, el más importante del planeta, tuvo una diferencia de US$500.000 millones entre el precio apertura y el de cierre, sin ninguna causa que lo justificara. Ríos de tinta escritos por la ciencia económica fueron desmentidos en pocas horas. La teoría económica neoclásica tiene un principio equivocado: que el hombre actúa racionalmente. Veamos ejemplos contrarios:
Sesgo a la confirmación. Miramos la realidad haciendo más foco en la información que confirma nuestros pensamientos, independientemente del acierto de tales creencias.
Brecha de empatía: Tendemos a predecir el futuro suponiendo que la situación en la que nos encontramos en el momento de predecirlo persistirá, aunque el presente sea anormal.
Posición relativa versus posición absoluta: Preferimos ganar menos siempre que la suma supere a la que ganan los pares. Pero se supone que buscamos maximizar el propio beneficio.
El valor de no hacer nada: Sentimos que para ganar algo debemos hacer algo, que de este modo «hacemos valer» nuestro trabajo aún a costa de reducir los resultados.
Ilusión del control: Suponemos que si nos dejasen elegir el número de la lotería, podríamos ganar, a pesar de que eso no incrementa las probabilidades de éxito.
La pregunta entonces es: ¿Podemos construir una inteligencia adaptativa si la mente basa sus decisiones en factores irracionales? Sí, porque su irracionalidad es predecible y sistemática. Esto salva el carácter científico de la adaptación aunque obliga a un replanteo.
Los que antes admitan este accionar irracional del hombre y lo incorporen en sus modelos predictivos, tendrán una ventaja competitiva sobre los que no lo hagan. Podrán pronosticar con mayor precisión el futuro, con la mayor rentabilidad que ello implica. Un futuro menos incierto genera una asignación más eficiente de los recursos con el consiguiente aumento de la riqueza.
No torcer el eje
En los procesos de metamorfosis, a los que nos obliga el cambio, hay que mantener un centro vital vocacional, para no marearse y buscar mecanismos que oxigenen: el deporte, un hobby, dormir una siesta, contactarse con la naturaleza . Todo suma.
Luz, cámara, acción
No hace falta esperar un disparador para arrancar. Las personas con alto coeficiente de adaptación van haciendo camino al andar, en la acción. Es ahí donde se va corrigiendo y ajustando. Los obstáculos disfrazados de mesura, hacen perder el tiempo.
Creamos excusas para no pensar, para no cambiar, para justificar lo que estamos haciendo.
La mediocridad suele convertirse en excusa: “Un maestro llevó a su discípulo a una granja muy pobre. Allí toda una familia vivía de lo que obtenía de su única vaca. Un día el maestro mató a la vaca ante el estupor de su alumno. El año siguiente ambos volvieron para completar la lección, ahora los pobres eran prósperos comerciantes”.
Preparados para ver sólo partes, no percibimos patrones ocultos en el todo, que nos afectan sin advertirlo y haciendo fracasar las soluciones. Los patrones se repiten, como una ley que gobierna a los sistemas y que el pensamiento sistémico se encarga de descubrir.
Alianzas estratégicas: La inteligencia adaptativa se relaciona con cerebros diferentes para entender mejor. Se trata de contar con una red de personas con altos niveles de confianza y colaboración, para trabajar en equipo, cuestionarse, adaptarse y generar transformaciones. En el mundo digital no hay fronteras, ni nacionalidades, entonces necesitamos ir más allá de la perspectiva propia y conocer otras formas de pensar y trabajar en forma multidisciplinaria.
Nuevas mediciones
A nivel estatal, los países del norte de Europa promueven políticas públicas con un alto coeficiente de adaptación. El ministro de Trabajo sueco comentaba: «Muchos empleos están desapareciendo, y nosotros facilitamos entrenamiento y contención social para que las personas encuentren una nueva ocupación. No protegemos los empleos, pero protegemos a los trabajadores. En otros países los incentivos son los contrarios.
Hay numerosos casos de firmas con alta IA e AQ, que les permitió cambiar a tiempo. Es necesario reinventarse cada tanto y controlar la capacidad de adaptación, que será los que más se pondera a la hora de conseguir un trabajo o el financiamiento para un proyecto.
Se necesita un cambio en la educación que estimule la capacidad de potenciar la inteligencia adaptativa porque con la voluntad no alcanza, La economía del comportamiento acumula estudios que muestran lo poderoso que es el «sesgo al statu quo» o la resistencia al cambio. Aunque los humanos somos la especie que más diversidad de cambios estratégicos tiene a su disposición, a menudo prefiere la certidumbre de lo obsoleto (lo malo conocido), como si sostener la falta de cambio no tuviese un costo. Hay un lugar de alta certidumbre: está en el fondo del mar: porque allí no varía la luz ni la temperatura. Pero es un lugar frío y oscuro. En la superficie, hay variación de luz y de temperatura, todo lo que favorece la vida.
Tu tiempo y tu atención
Para venderte, los sitios necesitan que estés ahí, y buscan traerte, retenerte y aumentar tu dependencia. Los estímulos que aparecen no son aleatorios. Son algoritmos que minimizan la chance de que te vayas. Están en una guerra para conquistar tu tiempo. Necesitamos que la tecnología esté al servicio de la vida que queremos vivir, no de la vida que otros precisan que vivamos. Las consecuencias psíquicas de la electricidad fueron primero la ansiedad y luego el aburrimiento. Los efectos de la tecnología no se producen en las opiniones o conceptos, sino modificando la percepción regularmente y sin encontrar resistencia.
Cualquier invento o tecnología es una extensión o amputación del cuerpo físico y, como tal, requiere nuevas relaciones o equilibrios entre los demás órganos y extensiones corporales. La realidad virtual nos pondrá a prueba. Amplificará nuestro carácter más de lo que lo han hecho otros medios. El cerebro es un órgano altamente flexible, plástico y advierte diferencias entre lo virtual y lo real. La realidad virtual lo engaña, cambia la percepción que tiene del cuerpo.
La primera gran desmaterialización ocurrió en 1876, cuando apareció el teléfono e independizó la voz del cuerpo humano. Ahora se ofrece un refugio o un escape hacia al universo virtual masivo al que las personas se retiren para huir de su realidad devastada: «Habíamos nacido en un mundo desagradable y el Oasis constituía nuestro único reducto de felicidad».
La inmersión puede causar daños cerebrales al crear la sensación de estar en contacto inmediato con lo real. El peligro no radica en la tecnología. El hombre corre el riesgo de descubrir algo capaz de destruirlo. Hemos estado muy cerca de esto con la bomba atómica. Frente a estos acontecimientos amenazantes, uno debe preguntarse si estamos suficientemente preparados para resistir la tentación de usarlos con fines destructivos o si por nuestra constitución seremos arrastrados a la catástrofe. Esta es una pregunta que solo la experiencia puede responder.
Inteligencia país adaptativa
Trump aborda problemas que no son tales. Inflama pasiones y perjudica las relaciones con sus aliados claves. Sus acciones se basan en razones políticas. Está ansioso por parecer fuerte a los ojos de su base electoral. Se esperaría que los tribunales o los legisladores republicanos lo frenen. Pero el Partido Republicano, al mantenerse solidario con Trump, olvida su compromiso de larga data con el libre comercio y con la prudencia fiscal.
El conflicto comercial actual revela hasta dónde EE.UU. perdió su posición dominante. Cuando una China pobre, comenzó a aumentar su comercio con Occidente 25 años atrás, pocos imaginaron que sería el gigante industrial del planeta. China superó a Estados Unidos incluso en PBI. En los próximos años deberea crearse un régimen comercial mundial justo entre países con distintos sistemas económicos, historias, culturas y preferencias sociales. El peligro de la era Trump es que mientras que el mundo trata de no ser empujado a un abismo, las amenazas reales y difíciles siguen sin ser atendidas. Los países con inteligencia adaptativa deben cambiar su estrategia, no pueden cambiar el mundo, pero pueden mejorar su capacidad de relacionarse con otras naciones para complementarse y buscar nuevos mercados para sus exportaciones.
Inteligencia práctica
La inteligencia es la capacidad de resolver problemas y adaptarse a situaciones nuevas. La conducta inteligente implica: comprender la situación, inventar la solución y actuar en consecuencia. La inteligencia situacional se refiere tanto al individuo – a su capacidad de maniobrar y a sus actitudes- como a la situación en sí -que facilita o dificulta la conducta inteligente. Los tests desconocen el carácter situacional de la inteligencia. La ven como una propiedad fija y abstracta, donde unas personas son más inteligentes que otras. Pero el rendimiento cambia según el contexto. De pronto una persona es capaz de operar en un campo determinado, pero es incapaz hacerlo en otro.También influye la presentación del problema. Algunos reaccionan bien ante un contexto visual y no ante un examen escrito, algunos se motivan ante un desafío y se paralizan con un problema teórico. La flexibilidad se refiere a la posibilidad de variar la conducta. Un agente inteligente basa su acción en el conocimiento, posee iniciativa para explorar y cambiar las cosas, genera conocimiento durante la experiencia y anticipa el curso de los sucesos y de las metas.
El 1er paso es el contacto, la realidad está ahí, lo que importa es la percepción. El 2do paso es cómo se procesa la situación, se generan alternativas y se seleccionan. El 3er paso es la acción.
La acción inteligente proviene de la percepción, del estado interno del sujeto, de sus objetivos, de integrar el conocimiento del pasado y del presente, para intuir el futuro. El autoconocimiento es importante. El tiempo real impide deliberar demasiado sobre el mérito de las acciones y cuáles serán sus efectos, porque los resultados se verán a largo plazo. Muchas veces la conducta es sólo una reacción del tipo estímulo-respuesta. Para evitarlo se puede generar una memoria del ambiente, para que la acción se sitúe. Crear un ambiente que propicie la toma de conciencia de los objetivos. Si p entonces q, pero si hay varios p, hay que aprender a priorizarlos.