por Marie Miguel* – BetterHelp.com
Cuando la gente piensa en la creatividad, puede pensar en el «artista torturado» que canaliza su dolor en sus obras. Sin embargo, la creatividad no tiene por qué provenir de un lugar de sufrimiento.
A lo largo de los años, muchos estudios han establecido un vínculo entre la creatividad y las emociones positivas, así como el aumento de la energía. Aunque ha habido una conexión significativa, no ha quedado claro si las actividades creativas mejoraban el estado de ánimo, o si un estado de ánimo ya positivo conducía a una mayor creatividad.
Un estudio reciente reveló que, de hecho, es el acto de participar en actividades creativas lo que estimula el bienestar. Descubrieron que los individuos que hacían algo creativo un día informaban de un aumento de las emociones positivas y de la sensación de conexión con el mundo al día siguiente.
Incluso si no continuaban con su proyecto creativo el segundo día, los efectos positivos sobre el estado de ánimo y la energía se mantenían, lo que sugiere que los beneficios de la creatividad se extienden más allá del momento, contribuyendo a un bienestar duradero.
Tal vez usted sienta que no es un «tipo de persona creativa». Afortunadamente, las investigaciones han demostrado que los beneficios de la creatividad no se limitan a ciertos tipos de personalidad o categorías de personas. Por lo tanto, cualquiera puede incorporar pequeñas prácticas creativas en su semana para mejorar su bienestar y potenciar la felicidad.
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3 Ideas para empezar una práctica creativa para aumentar la felicidad
1. Explora diferentes vías de expresión. Si no está seguro de qué salidas creativas le gustaría probar, tal vez piense en algo que realmente disfrutaba cuando era niño pero que no ha hecho en un tiempo. O tal vez sea algo que siempre has querido aprender. Algunas ideas de actividades creativas que puedes considerar son
● Escribir
● Pintar
● Dibujar
● Tocar un instrumento
● Hacer ganchillo
● Tejer
● Cocinar
● Hornear
● Alfarería
● Escribir a mano
● Escribir en el diario de balas
● Fotografía
2. Recuerda que lo importante es el proceso, no el resultado. Cuando empezamos a hacer algo, puede ser fácil que nos consuma el autojuicio o que nos cuestionemos si lo que estamos haciendo es «suficientemente bueno». Intenta dejar de lado cualquier expectativa que te impida sumergirte por completo en el proceso creativo. Hay mucha alegría en crear por el mero hecho de crear, y en disipar la creencia de que tiene que dar un resultado determinado.
3. Sé amable contigo mismo. Puede ser difícil dedicar tiempo a la creatividad, sobre todo cuando la vida es muy ajetreada. Reservar tan sólo 10 minutos para la creatividad puede suponer una gran diferencia. A veces, es posible que no puedas hacerlo o que sientas que estás de humor, y eso está bien.
Tómate el tiempo y el espacio necesarios para abordar cualquier sentimiento subyacente de ansiedad o duda que pueda impedirte crear. Y, sobre todo, ofrécete compasión. La falta de motivación, la resistencia y los sentimientos difíciles pueden formar parte del proceso creativo. Superar estos obstáculos merece la pena, ya que te expresas y experimentas los efectos duraderos en tu bienestar.