A medida que crece la capacidad de resolver problemas artificiales, crece la capacidad de generar ideas para aplicar la inteligencia a la realidad.
El cerebro suele frecuentar ciertas zonas de confort que se repiten cuando la vida cotidiana no presenta problemas interesantes para resolver. En este caso las rutas neuronales recorren siempre los mismos caminos y se acostumbran a funcionar de un modo rutinario y predecible.
Por otro lado el pensamiento opera en función de las creencias. Ellas conforman un sistema operativo. Son ideas rectoras que caracterizan un pensamiento vertical y se convierten en fórmulas rígidas que no se confrontan con la realidad ni se doblegan ante las pruebas. Una mente rígida o muy estructurada responde por “sí o por no” o por “blanco o negro”. No da lugar a una tercera opción y ante una tempestad, representada en la psiquis por un conflicto grave, se quiebra aunque el cerebro parezca duro como el roble.
Hay tipos de cerebro que accionan como el junco, que se dobla pero no se rompe. Siendo muy rígido el cerebro es inflexible, pero si es en extremo cambiante puede caer en el caos. Lo ideal es lograr el equilibrio y el balanceo. Los rasgos o rituales buenos, convertidos en hábitos, llevan a actuar mecánicamente o en piloto automático. Pero si se suma la flexibilidad ante situaciones nuevas, puede innovar e incorporar las novedades.
Para aplicar la inteligencia se precisa ejercitarla considerando sus principios.
Pensar fuera de la caja
Para flexibilizar la mente hay que aprender a innovar, conocer nuevas tecnologías y generar ideas. ¿Cómo se hace? Aprendiendo a detectar lo que otros no pueden ver. Desarrollar soluciones es comprometerse con el cambio, sumar habilidades como la escucha activa, entender lo que pasa, relacionarse con pares para llegar a mejores propuestas en base a la colaboración y prestar atención a las fuentes externas que permiten pensar de otra manera. Para eso hay que mantenerse curioso como un niño, hacer hincapié en el aprendizaje continuo, priorizar lo general sobre lo particular y a darle importancia a la conexión con las personas, porque las ideas surgen de cerebros interconectados.
Cambiar de idea frente a la evidencia
Lo peor es cuando las creencias son inculcadas por la propaganda y se adoptan sin razonar sobre su verdad y sus consecuencias. Uno forma parte de un ejército, si no acata es un desertor al que se vigila con cárceles o escribanías para su pensamiento. Las órdenes se reciben desde la cima de la pirámide y se las baja a la realidad para uniformarla. Y como la realidad se resiste, la discordancia es inevitable, entonces: “peor para la realidad”. La tesis populista es que el diferente es un enemigo y la dupla amigo-enemigo es la esencia de su política.
El doble discurso
Es una discrepancia entre lo que se dice y lo que se hace. Es una forma de esquivar, encubrir y reforzar una decisión errónea. A veces es inconsciente porque se forjó en la infancia con el doble discurso del adulto: “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago y una doble norma para juzgar: “tú eres obstinado, yo soy perseverante”. Así se crea un modelo rígido y asociado a reglas como “no digas lo que piensas y oculta tus sentimientos” en lugar de “piensa todo lo que dices pero no digas todo lo que piensas”.
Los hábitos defensivos omiten explorar la causa de los problemas. Producen incongruencias entre el sentir, el decir y el hacer, sobreprotegen, impiden aprender, corregir errores y actuar efectivamente. Y siempre hay cómplices de la mentira, como en el cuento “El rey desnudo”. Hasta que un niño dijo: ¡El rey está desnudo!
Dos modelos mentales
Uno opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo, y da respuestas de memoria, el otro se ocupa de las actividades complejas.
El sistema 1 se activa automáticamente y rastrea la información que se adecue a la cuestión. Se basa en la ley del menor esfuerzo y en la acción menos exigente. El Sistema 2, es más lento, racional y prudente. Observa y controla los pensamientos y las acciones sugeridas, permitiendo que algunos se expresen y reprimiendo o modificando otros.
Actúa cuando no responde el Sistema 1. Las fallas se dan habitualmente por decisiones apresuradas, opiniones sesgadas, juicios subjetivos y por respuestas intuitivas.
Un problema bien planteado está medio resuelto
No hay que definir el problema de una manera única, como un ejercicio enlatado. La primera definición suele ser apresurada y equívoca. El que controla la definición de un problema controla su solución. Si no se conoce la causa de un problema, esa es la causa. La falta de problemas es una mala señal, ya que el problema es el motor del pensamiento y el pensamiento es el instrumento de su solución. Si no existieran problemas habría que inventarlos, como ejercicios de inteligencia aplicada. El peligro mayor es elegir mal el problema a resolver, Los problemas que producen valor agregado se relacionan con la misión, con acciones eficaces, con saber si somos culpables de la crisis, cómo nos ven, o si son éticos nuestros servicios, etc.
Errores en la solución del problema
Los errores comunes de la inteligencia mecánica son de dos tipos: afirmar que hay diferencias cuando no las hay o que no las hay cuando existen. Las empresas suelen cometer el segundo error con los productos nuevos por temor a los cambios. El tercer error y el más importante es resolver bien un falso problema. Un ejemplo dramático de cómo se resuelve bien el problema equivocado es el de un burócrata que sigue ordenando sus carpetas cuando comenzó un incendio en la oficina. Lo que no conviene no vale la pena hacerlo bien, y lo que conviene hay que hacerlo muy bien. Eficiencia es hacer las cosas bien, eficacia es hacer lo correcto. Hay un costo de oportunidad en lo que se hace al compararlo con algo mejor que se podría estar haciendo.
No considerar a todos los interesados. Hay que detectar al interesado por actitud: activo, pasivo, colaborador, aliado, enemigo, amigo, opositor, de apoyo, poderoso, débil, héroe, salvador. Al interesado por su rol: especialista, competidor, proveedor, empleado, político, periodista, gobierno, investigador, cliente. Cada individuo puede observar a su modo. Es un defecto considerar que somos iguales o tan distintos que no hay bases para el acuerdo.
Seleccionar pocas opciones
El especialista ve una parte del problema desde lo científico o técnico. La inteligencia mecánica es demasiado racional: desprovista de toda ilusión, salvo de la observación, la experiencia y la reflexión. Otra forma es ver el lado humano, interpersonal o social (como consolar a los damnificados por un problema).
El enfoque espiritual analiza el significado o propósito (relacionado con la misión).
La perspectiva sistémica ubica el problema en el contexto, desarrollando opciones e incluye el tema ético. El especialista tiene un martillo y todo lo que ve le parece un clavo.
Limitarlo en exceso
Es propio de la inteligencia mecánica circunscribir el problema. Contemplar la realidad mirando hacia adentro impide considerar las variables externas.
Considerar sólo las partes
Es no ver las consecuencias de la solución, no desconfiar de la solución muy deseable, no contemplar si puede generar efectos no deseados. La aceleración del tiempo y la expansión de las fronteras del mundo global invitan a ampliar la mirada. Somos libres para decidir pero no podemos evitar las consecuencias.
Paradojas del crecimiento. Tiene sus etapas: supervivencia (apenas se sostiene), viabilidad (se sostiene por sí mismo), crecimiento (aumenta, más lleva a más) y desarrollo (no se crece más y hay que hacer más con menos). Las etapas se intercambian en el tiempo, como dijo Orson Welles: “Si quieres un final feliz, depende de cuándo acabes la historia”
Diferentes formas de pensar
El acuerdo entre expertos o creencias aceptadas, son formas de encarar los problemas como ejercicios enlatados. Para problemas comunes, como comprar café opina todo el directorio, pero para una obra millonaria decide un experto. Pensar desde perspectivas múltiples permite acercarse a la naturaleza compleja de los problemas. De esta manera se puede enfrentar la tentación al pensamiento único. El razonamiento sistémico parte de lo múltiple y confronta posiciones antes de recurrir al experto. Ir directamente a la solución impide ver lo que la bloquea. Como en la ley de Murphy lo que puede salir mal va a salir mal y el antídoto es ser previsor en los detalles.
El problema de implementar la solución
Hay que tratar el problema real. Es ingenuo decirlo, pero ocurre que al plantear bien el problema se lo considera solucionado.
Todos los problemas tienen su fase de administración. Esto implica ejercer influencia para lograr la solución. La verdad no es una propiedad de la idea o de la decisión sino de estudiar que le puede ocurrir a una idea que afecte su viabilidad. El proceso se optimiza mediante la administración de la verdad. La implementación es una parte esencial.
Cuando las soluciones son más bien adicciones, vicios y hábitos, hay que darles un marco espiritual, considerando no sólo el beneficio personal sino el de todos los involucrados.
a crisis en el ejercicio de la inteligencia afecta a las instituciones, por eso una administración que enfrente las racionalizaciones, negaciones, falsedades, abusos, razonamientos y supuestos erróneos, etc., es primordial para evitar que triunfe la inteligencia mecánica, la inteligencia de las máquinas.
Ejercicios de inteligencia aplicada
Considerando que la inteligencia puede quedar afectada por una vida rutinaria o por estar formateada por creencias rígidas es conveniente entrenarla. Para eso se han ideado los desafíos para mentes pensantes que ejercitan el pensamiento con independencia de las creencias o de las formas de vida.
En dichas prácticas se busca entrenar las dos funciones del cerebro. Las del hemisferio derecho que es donde se gestan las ideas y la del hemisferio izquierdo que las organiza para darles un formato lógico para lograr su viabilidad.
Fábrica de ideas
La fase posterior al entrenamiento es lograr que los ejercicios de inteligencia aplicada se conviertan en estímulos para que el cerebro rompa con la rutina y las creencias para inventar soluciones a los problemas que detecta a través de una observación creativa de la realidad. Los lugares preferentes de la creatividad con el sueño, el baño y el colectivo. Son espacios donde el hemisferio lógico dominante descansa y entonces emergen las nuevas ideas.
Entrenamiento cognitivo
A continuación presentaremos una sesión de entrenamiento cognitivo. Al principio se hacen sin medir el tiempo pero luego se busca mejorar los ritmos de respuesta. A medida que crece la capacidad de resolver problemas artificiales, crece la capacidad de generar ideas para aplicar la inteligencia a la realidad.
Resuelva estos ejercicios y envíe las respuestas al autor de la nota para su evaluación.
Dr. Horacio Krell – Director de Ilvem. [email protected]