por Dr. Horacio Krell*
El pensamiento natural, el que pasa directamente a la acción, es el que se utiliza para decisiones simples, como elegir la corbata para el traje, pero ante problemas serios es necesario aprender a plantearlos o se corre el riesgo de resolver el problema equivocado. El ser intuitivo no precisa justificarse, juzga a la gente por su cara. Podemos comparar las habilidades del cerebro con las de otras especies. El junco, por ejemplo, es débil pero flexible y ante una tormenta se dobla pero no se rompe. En cambio, el roble es muy fuerte, pero ante un viento despiadado se quiebra.
La rigidez mental trae aparejado el sufrimiento, el malestar y problemas psicológicos
Pensamientos o creencias
Muchos confunden creer con pensar, como cuando dicen estuve pensando en vos. Acumulan creencias, pero eso no es pensar. No confrontan sus ideas con la realidad ni se doblegan ante las pruebas que es la característica esencial del pensamiento.
El pensamiento es libre, cambia según la naturaleza del problema. Ante una tempestad, representada en la psiquis por una contradicción grave, una creencia dura se quiebra como el roble. Siendo muy rígida no tiene flexibilidad, pero siendo extremadamente cambiante puede caer en el caos. Lo ideal es equilibrar pensamientos y creencias para hacer un buen balance.
Morir con las botas puestas
El ser inflexible no puede adaptarse a los cambios. Como el junco, una actitud flexible ante la vida, permite afrontar las vicisitudes sin quebrarse. En la vida hay tormentas que pueden destrozarte, pero entendiendo los inconvenientes como situaciones pasajeras no dejas de hacer las cosas valiosas que al final serán las que te darán la flexibilidad mental que necesitas para atender los retos que debas afrontar.
Las habilidades duras
Representan el conocimiento técnico y los saberes específicos sobre el área de la que eres responsable. Se adquieren con la experiencia y el aprendizaje. El niño al nacer es una página en blanco que llenará con sus vivencias y con la educación que reciba.
Las habilidades blandas representan el modo en que las personas se relacionan con el entorno. Quienes poseen solamente habilidades duras suelen conseguir logros académicos. Los que poseen habilidades blandas y no tuvieron estudios pueden abrirse el camino de otro modo. Veamos un ejemplo: Un profesional puede trabajar en una empresa sin ascender e incluso ser dirigida por una persona sin título pero que posee ciertas virtudes blandas que a él le faltan.
Estas habilidades son las que hacen a un líder fuerte o un buen miembro del equipo. En medio de la normalización del trabajo remoto, donde la colaboración y la innovación han cambiado, las empresas advierten la importancia de estos intangibles al construir equipos diversos y exitosos.
Los empleadores están considerando las habilidades sociales de un candidato, tanto como su experiencia y especialidades técnicas explícitas. Algunas habilidades pueden ser innatas: hay rasgos que hacen que alguien sea un buen comunicador natural o un pensador analítico.
No existe una lista de habilidades blandas, pero son habilidades que van más allá de las técnicas. El dominio de un software, es una habilidad dura; saber analizar diferentes paquetes de software y descubrir el qué debería usarse requiere pensamiento crítico: una habilidad blanda.
La creatividad es la habilidad blanda clave
Deriva de “creare”, lo que la conecta con crecer, es decir, con crear desde la nada. El ser creativo huye de lo obvio, de lo seguro y previsible, para llegar a lo novedoso. Se distingue la creatividad de la inteligencia. Esta última tendría que ver con solucionar problemas. La creatividad se conecta con la originalidad y en ver lo que nadie había captado antes. También se relaciona con la singularidad, es poder ver de otro modo lo ya conocido. La sensibilidad del creador y su flexibilidad le permiten mejorar lo existente.
Su independencia de criterio le permite superar el sentido común. Por su enorme interés en lo que hace puede superar a la inteligencia, a la razón, a la conveniencia y a la voluntad.
Otra habilidad blanda es la comunicación, ya que requiere destreza e inteligencia emocional.
La empatía, el trabajo en equipo y la compasión caen bajo ese mismo paraguas.
Dos maneras de pensar
Hay un pensamiento conectado a la resolución de problemas (el pensamiento vertical), que es la capacidad para descubrir una única respuesta correcta, y el creativo (el pensamiento lateral), que es el que crea varias respuestas nuevas y originales.
Sus virtudes son su capacidad de generar muchas ideas: “Factor de fluidez” para pasar de un pensamiento a otro y su “Originalidad” para concebir ideas inusuales.
El proceso creativo
La creatividad es la virtud blanda que no se enseña en la educación formal.
Preparación: Es la primera de las etapas: En un momento dado, el sujeto adquiere saberes y actitudes no aprendidas formalmente, de las que surgirá la creación. Nada proviene de la nada.
Incubación. El creador se aleja del problema. Es lo que necesita una idea para emerger.
Iluminación. Es el momento donde irrumpe la idea. El problema es reestructurado y aparece la solución, como en el Eureka (lo encontré de Arquímedes en la bañera).
Verificación: es la etapa final donde la solución se somete a la crítica y al control.
Las habilidades duras
Son capacidades que un profesional adquiere a lo largo de su vida en relación con su trabajo. Las habilidades duras permiten diferenciarse. Un profesional con habilidades duras tiene un auténtico diamante en el proceso de selección. Por ello, es importante conocer de primera mano cuáles son este tipo de habilidades duras, para estar actualizado en las más prometedoras. Las habilidades duras se refieren a las destrezas que se adquieren para realizar una determinada actividad. Los cursos, los programas de capacitación, son parte de la adquisición de las habilidades duras, así como por supuesto los estudios académicos realizados.
Características
Dominio del conocimiento. Es demostrar la capacidad y la experiencia. Como prueba están las titulaciones y certificados, que debe presentar junto con su currículum vitae.
Conocimiento de estructuras y sistemas de las empresas. Entre las habilidades duras, está la formación a nivel de logística y estructura de una organización, la administración de empresas.
Capacidad de organización y planificación. Sin agotar los recursos debe saber llegar a lograr los objetivos. Debe explorar las nuevas tendencias del mercado. El cambio siempre está presente, no solo cambian las empresas sino que también los consumidores, es por ello que un buen profesional debe estar en constante actualización sobre el sector donde ejerce sus labores.
Evaluación de logros. Las empresas buscan gente capaz de conocer las herramientas para medir los logros que van generándose tras la actividad profesional, y por supuesto analizar el resultado. Buscan un profesional con diversidad de habilidades técnicas y de conocimientos. La idea es conseguir complementar la identidad del negocio con empleados capaces.
La educación formal está “desconectada”. No enseña las habilidades que los empleadores valoran. Se destaca la falta de habilidades socioemocionales, como la capacidad de tomar decisiones, el pensamiento crítico, la responsabilidad, la empatía, la planificación, saber formular objetivos, dominar estrategias de trabajo y tener fortalecida la autoestima.
A los empresarios les gustaría enseñarles su tarea pero que, los que lleguen, sean jóvenes responsables y disciplinados, que crean en el valor del trabajo y del esfuerzo, y que vayan todos los días a trabajar. Esas competencias “blandas” no las aprenden en la escuela. Incluyen capacidad de expresión, desenvolverse en diferentes contextos. Hay un desacople entre lo que la escuela enseña y lo que el mercado necesita, entre la educación y el sistema productivo.
Con el título no alcanza
El diploma es insuficiente. Un diseñador gráfico debe saber usar Photoshop, un camarógrafo debe saber operar una cámara, un programador debe conocer el lenguaje que usa la empresa. Hay gente con suficiente competencia profesional y con perfecta incompetencia social, son incompetentes, perfectamente preparados. La educación no les enseñó a vivir en sociedad y a convivir. Las habilidades blandas integran aptitudes, rasgos de personalidad, conocimientos y valores.
Las más buscadas son las de comunicación, sociabilidad, creatividad, trabajo en equipo, ser responsable y honesto, comprometerse con el trabajo, ser proactivo y generar ideas que ayuden a impulsar el crecimiento. La tecnología forma parte de la vida profesional y es fundamental conocer su impacto. La tecnología sube por el ascensor y el hombre por la escalera, generando la brecha digital. Ante la gran cantidad de información se necesita capacidad de síntesis para tomar mejores decisiones.
Todo cambia y la adaptación a los cambios es primordial para enfrentar los nuevos desafíos. La globalización se expande y manejar diversos idiomas y adaptarse a la diversidad cultural, son habilidades indispensables.
Las habilidades blandas. Habilidades socioemocionales
Desde el punto de vista de la ciencia del comportamiento, se refieren a una serie de mentalidades y comportamientos. Puede ser alguien que aprende continuamente o que es muy resiliente. Muchos comportamientos (pensamiento crítico, escucha activa, resolución imaginativa de problemas, por nombrar algunos) también son habilidades interpersonales”.
Las «habilidades del siglo XXI» son las características propias de algunas personas que les permiten actuar de manera efectiva. Las habilidades sociales facilitan las relaciones positivas y las habilidades de aprendizaje permiten adquirir saberes significativos y útiles para la vida individual y para la sociedad.
Habilidades personales
Iniciativa: destreza importante para emprender algo nuevo.
Resiliencia: Permite superar las caídas y salir adelante.
Responsabilidad: Empuja a realizar el esfuerzo necesario para realizar un proyecto.
Asumir riesgos: Es no atemorizarse ante los peligros.
Creatividad: Es crear cosas o modos nuevos, para alcanzar el fin.
Autorregulación: Permite invertir la fuerza en su máximo potencial, descansar, tomarse un tiempo de reflexión y cuidarse para vivir una vida saludable.
Adaptabilidad: Es la flexibilidad para ajustarse al grupo y al medio, sin someterse.
Gestión del tiempo: Es saber fijar prioridades.
Autodesarrollo: Es poder evolucionar junto con la vida.
Habilidades sociales
Trabajo en equipo: Es importante para integrar en un proyecto común las habilidades personales.
Trabajo en red: Es la contribución de cada miembro para hacerlo más efectivo.
Empatía: Imprescindible para fomentar un clima agradable en las relaciones personales.
Compasión: Nutre y une a las personas.
Sensibilidad cultural: Permite abrir la conciencia a otros conocimientos y mundos y nutrirnos de ellos.
Habilidades de comunicación: Aspecto necesario para transmitir y concretar los objetivos.
Liderazgo: Favorece en gran medida la gestión y efectividad del trabajo grupal.
Habilidades de aprendizaje
Organización: Todo proyecto requiere planificación y administración
Resolución de problemas: Facilita superar obstáculos y crear desde nuevas perspectivas.
Pensamiento crítico: Base sobre la cual se hace posible un trabajo cognitivo creativo, eficiente y útil. Es necesario aprender a aprender. Planificar el desarrollo conjunto e interactivo de estas habilidades desde la edad temprana permitirá desarrollar el potencial, de acuerdo con las necesidades y deseos de las personas y de la sociedad, de manera saludable y en armonía, lo que garantiza satisfacción personal y con ello un buen proyecto de vida
La capacidad intuitiva
Sabemos lo que puede pasar, pero no siempre sabemos hacer algo al respecto. Este un instinto débil, latente y sin desarrollar, pero que se puede entrenar. El feedback con la realidad evita que el error se convierta en hábito.
Cuando la vida rutinaria aleja las oportunidades se puede entrenar la intuición con ejercicios. El registro de errores puede ser el comienzo. Siento, actúo y me va bien, y como me va mejor, elijo ese camino. No tiene que ser un esfuerzo, sino un compromiso generado desde la intuición.
Intuición versus razonamiento
La intuición resuelve un problema en una fracción de segundo. El razonamiento lleva más tiempo. Los racionalistas griegos decían que Aquiles no podía ganarle la carrera a la tortuga si le daba una ventaja inicial, según el cálculo matemático. La intuición sin necesidad de cálculo sabe que Aquiles le ganaría sin esfuerzo. El asunto es saber cuándo confiar en la intuición o en la razón. La intuición impulsa a arriesgar, a superar obstáculos, a crear oportunidades. Es un radar que ayuda a anticipar el resultado de una decisión, un sexto sentido, un chispazo en la consciencia que trae la solución,
Generar ideas
Una imagen vale más que mil palabras pero una sola palabra puede generar mil imágenes. Es el juego entre los universales de la experiencia: los hechos que suceden, los símbolos que los registran y las ideas que surgen del intercambio. El hemisferio izquierdo, el duro y el derecho, el blando, son como un ciego y un paralítico perdidos en el bosque. Solo se salvan si trabajan en equipo: el paralítico sobre las espaldas del ciego indicándole el camino.
El poder inteligente combina el poder duro de la razón con el poder blando de la imaginación. El poder inteligente es un querer con eficacia.
Se pueden mejorar
Para perfeccionar las habilidades interpersonales hay que comenzar por solicitar comentarios para identificar fortalezas, debilidades y puntos ciegos. Puede significar salir de tu zona de confort. Para mejorar el pensamiento imaginativo o la resolución de problemas, hay cursos de entrenamiento cognitivo. La inteligencia emocional se puede aumentar desarrollando la conciencia social, aprendiendo a regular los sentimientos.
En la importancia que van adquiriendo las inteligencias blandas hay una comprensión más profunda de que las personas viene primero, antes que el desempeño. No quiere decir que las habilidades técnicas hayan quedado en el olvido, pero que enfatizar las habilidades interpersonales mantiene unidas a las organizaciones y es lo que genera los grandes resultados.