Un bebé nace luego de 9 meses en el proceso de gestación. Un proceso es la identificación de etapas sucesivas, necesarias e inevitables donde las cosas ocurren con formas y tiempos lógicamente asociados y con resultados predecibles. En un proceso los elementos de entrada (input) interactúan generando ciertos efectos (output). En el hombre el proceso se da entre lo que fue, lo que es y lo que espera llegar a ser. Un proceso invita a pensar en términos evolutivos pero no siempre genera el progreso. Creer que cuanto más y antes es mejor provoca ansiedad y exigencias. Vísteme despacio, que estoy apurado, dijo Napoleón. Los procesos exitosos permiten llegar a tiempo, ni demasiado tarde ni demasiado temprano, y cumplir con las obligaciones. Nada de lo que se consigue ocurre mágicamente. Hace falta hacer un trabajo ¿Pero qué significa trabajo?
Fue un arduo trabajo, hacer el trabajo que me encargaron en mi trabajo. Es mejor decir: Fue arduo esfuerzo hacer la tarea que me encargaron).
Tarea es una asignación de funciones para producir algo en tiempo y forma, contando con los recursos necesarios. Rol es la posición que se ocupa dentro de una organización. Trabajo es lo que se hace para cumplir con la tarea, usando el discernimiento para superar los obstáculos.
La destrucción creativa. Cuando un proceso funciona la tentación es no considerar los cambios que lo afectan ni alternativas mejores. Al repetirlo no se advierte que las nuevas tecnologías e innovaciones hacen necesario destruirse uno mismo antes que lo haga un competidor.
William Wordsworth dijo una vez que es el hábito y no la elección es lo que gobierna al rebaño colectivo. Actuamos sin pensar, en la comodidad que nos proporciona la rutina. Así creamos el hábito, luego el hábito nos crea. Al hábito es conveniente revisarlo a la luz de los resultados. Cuando un piloto automático se consolida se hace cada vez más necesario y si funciona mal al cabo de un tiempo tampoco podremos despegarnos.
Un buen trabajo. Respeta al individuo ayudándolo a destrabar factores que lo inhiben. Suelen ser la mala administración, la falta de incentivos o el temor al despido, entre otros. No hay que predisponerlo a “hacer la suya” ni a sentir desconfianza del equipo. La confianza es el cemento que une a la gente y las organizaciones que crean paranoia constituyen una verdadera plaga social. Las personas precisan utilizar a pleno su capacidad y estar bien remuneradas. El arte del liderazgo es lograr el equilibrio. Los valores son la fuerza que impulsa en una determinada dirección. El líder debe lograr que la gente valore su trabajo más que ser carismático. El trabajo incluye el discernimiento (saber sopesar los factores), la discrecionalidad (elegir) y la decisión (ejecutar bien la mejor opción). Los valores impulsan y ponen en juego los conocimientos.
El proceso mental. La procesión va por dentro. El proceso es organizar la información, sacar conclusiones, decidir, planear y ejecutar. Hay una capacidad potencial, la capacidad aplicada y la capacidad futura, que es el fruto de la maduración. El ser humano promedio usa sólo el 10%.
Todo trabajo tiene que ver con la resolución de problemas. Un problema es lo que se valora pero que no se puede obtener de manera inmediata. Implica la fijación de metas: el resultado esperado (qué), el plazo (cuándo), el método (cómo), los recursos (con qué y con quiénes) y los límites (las restricciones). El trabajo consiste en hallar ese camino desconocido hasta ahora para llegar a la meta. Si es conocido no existe el problema.
Lo que se puede verbalizar es el conocimiento explícito alojado en la memoria. El proceso mental generativo es de naturaleza inconsciente, un conocimiento tácito. Un problema implica revisar lo que sabemos y concentrarnos en lo que conviene hacer. Lo desconocido hay que estimularlo.
Es como al hundir una vara de metal en una solución química: para que se suban los cristales y sean extraídos a la superficie.
El conocimiento ayuda a clarificar y dirigir los procesos no verbales que flotan libremente en el cerebro para convertirlos en material consciente. Sin ellos la decisión es un cálculo, algo que también podría hacer una computadora. La computadora no valora, no tiene propósitos ni intereses.
Métodos de procesamiento. El proceso mental es invisible y se conoce por sus efectos, que varían según el método utilizado:
1- Exponer una razón única y aislada que avala la conclusión. 2- Sumar varias razones. 3- Ofrecer una serie de razones condicionadas y encadenadas entre sí. 4- Ofrecer dos o más series que operan en paralelo y que pueden condicionarse mutuamente.
Complejidad de la información. De niños procesamos de modo simple, con gestos, ademanes y contacto físico. Cuando aparecen las palabras, las apareamos con objetos. Con la evolución se pueden referir a símbolos y posteriormente a situaciones reales, (como dar ejemplos concretos). Finalmente se llega a poder reformular las ideas y hasta las palabras en uso. El horizonte temporal es lo que podemos pronosticar y controlar. El conocimiento aumenta las opciones, permite automatizar ciertos mecanismos, ganar tiempo y no tener que pensar en cada cosa que se hace.
Dominando la dactilografía no hay que pensar en cómo teclear pero sí pensar en organizar lo que se va a escribir.
Nuevos hábitos. La mente no puede cerrar rutas, pero puede construir caminos paralelos sin eliminar los viejos. El problema es decidir como si existiera una elección única. Incorporar mecanismos fijos que clausuran la forma relacional o la innovadora. Hay que comprender en que somos buenos y potenciar las fortalezas. Hay zonas de comodidad, de estrés, de incomodidad y de tensión. Salir de la rutina mejora la atención. Pasos pequeños mantienen el cerebro pensante y sin temor de pasar de la curiosidad al asombro. La capacidad potencial experimenta saltos de desarrollo. La obligación de las empresas es brindar oportunidades a su gente. Hay quienes se conforman con estar donde están. No hay por qué despreciar al que está abajo pero tampoco hacerlo progresar por encima de su capacidad. Desarrollar el potencial es el ideal democrático. No proclamar una demagógica igualdad de oportunidades. Hay muchas teorías sobre la naturaleza humana, para algunos hay que tratarlos a las patadas, creer que sólo les interesa conseguir beneficios. Para otros todo es cuestión de amarnos. Para los conductistas se trata de dar castigos y ofrecer recompensas.
Las competencias generan capacidad de trabajo. La capacidad madura desde la infancia. Los valores y el compromiso permiten aplicar las habilidades cognoscitivas con mayor potencia. En vez de intentar modificar tan solo al ser psicológico hay que cambiar la organización para que, desde su estrato, exprese los aspectos positivos de su personalidad. Al conocimiento hay que saber encontrarlo, interpretarlo y usarlo. Requiere habilidades como curiosidad, previsión, creatividad, conciencia y desafíos de competitividad, innovación, inclusión social y educación permanente.
Competitividad y piloto automático. La competitividad no es automatizable porque es saber reaccionar ante los cambios o anticiparlos. La competitividad no se mide por lo que se tiene. Se pueden tener recursos y no saber usarlos o producir mucho en la dirección equivocada.
El benchmarking es la estrategia de compararse con los mejores. Es competitivo quien cotejando su producción con la del modelo, la iguala o la supera. Conviene compararse con modelos de excelencia, en un proceso sistemático, descubrir las mejores prácticas y hacerlas propias.
Este proceso implica: a) elegir la virtud a obtener, b) seleccionar el modelo c) medir la diferencia y d) adoptar su método.
En materia de competitividad la clave son los resultados, pero sin obsesionarse por ellos. El éxito acompaña al que tiene claridad y método, sin presiones ni excesos. No es cuestión de aplicar la fuerza bruta sino la calidad. Como dijo Arquímedes: “Dadme una palanca y moveré el mundo”.
Ejercitar procesos. El siglo xxi padecerá una grave epidemia: el mal de Alzheimer. La medicina alargó la vida pero no mejoró el funcionamiento del cerebro para aprovechar su plasticidad de crear rutas neuronales ramificadas como árboles que transportan las señales eléctricas en el cerebro. Desafiar cerebro con gimnasia neuróbica y ejercicio físico es una poderosa medicina. Pasando de “piloto automático” a “manual” se experimenta una nueva manera de ver la realidad, se fomenta el espíritu de curiosidad, para generar una cuota mínima de observaciones productivas.
Hay que regular la atención y observar de modo consciente. La claridad, el compromiso con la verdad y la concentración en el resultado conectan el proceso consciente e inconsciente, y a mayor conocimiento mejores resultados. Según Pasteur, “el azar favorece sólo a las mentes preparadas”.
Las fuentes para observar son infinitas: una cita, un objeto, una carta, una idea. Flaubert decía que cualquier cosa observada detenidamente se vuelve maravillosa. Lo importante es aprender a preguntar sobre su proceso, la materia prima que lo constituye, etc. Para que la percepción perdure, hay que observar con ambos hemisferios. Ingresando sólo datos emocionales o abstracciones, disminuirá la calidad del proceso.
El estado mental óptimo se logra con técnicas de relajación y concentración. El estado “receptivo” combina la atención flotante (estar preparados para sacar provecho del azar) y una acción específica (tener la intención de observar). Para alcanzar la capacidad imaginativa en un mundo dominado por abstracciones es fundamental aprender a observar. La imagen atrapa por su carácter de cosa viva. El concepto es estático, su fin no es estético y tampoco emociona. Presenta los rasgos esenciales que necesita un determinado objeto para ser tal. Tiene una función utilitaria.
Por el contrario, la imagen es cambiante, posee diversas figuras y colores que producen innumerables sensaciones. Esto es lo que debemos captar con la observación y proyectarla con ayuda de la imaginación. Usamos conceptos para alcanzar los fines, y la imaginación se subordina. Pero la imaginación es imprescindible para inventar el futuro. La realidad es la misma pero la mirada creativa captura lo que la gente no puede ver.
Cuando la manzana cayó sobre su cabeza, la mirada creativa de Newton inició el proceso de deducción de la ley de la gravedad.
Ganarle tiempo al tiempo. Life Hacking son aplicaciones para aumentar la productividad adoptando hábitos que la promuevan.
Waze evita congestionamientos, Yahoo! Weather para salir o no con paraguas, Twitter para divertir y divertirse, Google Maps para encontrar lo buscado, Feedly para organizar noticias, TED.com alegra el espíritu, YouTube y sus videos, Spotify y su música, Netflix y House of Cards…
Son herramientas que sumadas al piloto automático, aumentan la eficiencia. Un 40% de las decisiones se toman a nivel inconsciente. Al incorporar hábitos productivos producen un efecto cascada que elimina hábitos ruinosos. Un buen life hacker pinta sus llaves en colores para no perder tiempo tratando de identificar la correcta, evita reuniones innecesarias o apela a una ropa fija para cada día, para no gastar energía en trivialidades. Hasta se ideó un método para automatizar al máximo tareas no deseadas: chequear los mails una vez al día, eliminar actividades de bajo retorno e identificar objetivos clave. Muchos prefieren bajarse de la carrera de la productividad porque hacer listas de objetivos los hace posponer tareas. Hay tanto que aprender sobre productividad que se termina procrastinando: es decir dejando para mañana lo que se no se puede hacer hoy.
La “hora de oro” es un concepto teórico de los médicos. En emergencias es clave llegar rápido, priorizar la rapidez sobre el diagnóstico preciso. No todo es igual. El tiempo límite para evitar secuelas en muchos puede ser de pocos minutos y no se puede estirar ese lapso.
El concepto de productividad a cualquier costo está siendo revisado. Algunos son más productivos intercalando en sus actividades lo que les gusta.
Al principio cuesta porque la sensación interna es impedir que el ocio forme parte de la rutina. Pero ese ocio es productivo, es parte de lo que hace que seamos eficientes en lo demás. Es lo que evita el efecto de estar quemados, frustrados o estresados.
La madre de todos los procesos. La educación está en crisis porque no logra explicar de dónde venimos, los errores cometidos que forman parte de nuestra historia y la equivocada idea de borrar y negar hechos como si no hubieran existido y se tapan propiciando que vuelvan a aparecer. El tema es la indiferencia, encoger los hombros y decir: ¡No me vengan con historias viejas! Si seguimos pasando página sin haberla leído, lo peor del pasado puede volver. La educación es un derecho impostergable de toda nación que piense en su futuro. Educar es el nuevo nombre de la justicia social. Si aceptamos la cita como postulado, hallaremos la solución a un proceso que si no lo pagarán las futuras generaciones.
Procesar la mente con inteligencia. Inteligencia es la capacidad de resolver problemas y de adaptarse a situaciones nuevas. Implica comprender la situación, inventar la solución y actuar en consecuencia. Una vida sin problemas sería una vida demasiado aburrida. El problema es el motor de la inteligencia. Pero no saber resolverlos es el motor de los fracasos. Y desconocer la causa de tus problemas será la causa de tus problemas.
Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Consultas [email protected].