Tenemos kilómetros y kilómetros leyendo y escuchando pero sólo metros en la práctica de la exposición. Eso se nota en la conversación cotidiana o hablando en público, carecemos de los métodos, principios y códigos que optimizan la comunicación.
No nos juzgan por lo que somos. El oyente no ingresa al cerebro para conocer nuestro mundo interior, se atiene a lo que decimos. La traba de nuestro modelo comunicacional es que no refleja al genio interior.
El ego es la máscara que representa lo que nos dijeron que debíamos ser. Darnos cuenta de que somos seres formateados desde afuera, es un primer paso para despertar. Así tu nuevo yo observador podrá ver la realidad. Hasta entonces podías ser más o menos sano, equilibrado o feliz. Ahora tu conciencia nota la presencia de tu verdadero ser, logra conectarte con tu fuente espiritual y te permite elegir por ti mismo.
Vencer al ego. Aprender a ser no es un aprendizaje frecuente, la educación no enseña a conocerse a sí mismo. Esto impide saber lo que uno quiere, lo conduce a identificarse con el ego -que es un fragmento del yo- y a desconocer esa dependencia que lo somete.
El riesgo es quedar atado a roles no alineados con el centro espiritual. Eso hace que en la sociedad nadie esté contento con lo que hace. Al madurar el poder de la conciencia se reconoce que el ego era causa de desdichas y que hay que dejar de alimentarlo. La mente y el ego dejan de gobernar, se convierten en súbditos de la conciencia.
Es difícil desprenderse del ego, dejar de ser su víctima y manejarlo, prestando atención al diálogo interno que acomoda la realidad.
Conócete a ti mismo. Libertad es conciencia, pero la racionalidad es limitada y cada cual ve otra realidad. Construirse consume energías pero es peor sostener una falsa identidad, asumir como propios planes ajenos, eludir compromisos y soluciones o caer en la parálisis por exceso de análisis. Al sentirse mal se recurre a la terapia. La educación puede complementarla. El género teatral ayuda a sacarse el temor a hablar en público y a conectarse con lo mejor del mundo interior.
Stand up. El stand up no facilita la máscara del personaje como hace el teatro. La clase se parece más a una terapia de grupo. Se busca que uno pueda verse con humor, reírse de sus defectos y convivir con ellos.
Stand up es el arte de hacer reír sin otra cosa que el ingenio En el escenario, uno está solo con un micrófono y con el texto que creó. Se popularizó con la crisis porque stand up no necesita estructuras.
Cómo enfrentar la timidez. El tímido se encierra y vive intimidado. Freud habla de inhibición, fobia y angustia, como ataques de timidez.
Quien fue educado para el éxito, puede padecerla. La timidez es una defensa psíquica cuando uno se siente exigid. Los traumas dejan su huella. Afectan casi todas las áreas, lo sexual, lo laboral y lo social.
Es una sensación corporal en la que el yo que teme al ridículo. Siente la amenaza de quedar mal parado, desubicado. Exponerse lo angustia y se aísla. El nudo del conflicto es el encuentro con la mirada del otro.
La timidez, como el alcoholismo, no se va nunca, pero se puede gobernar y no ser su esclavo. Se aprende a controlarla, a no dramatizarla, a que te deje seguir adelante. Mucha gente sufre cuando se relaciona. Las raíces se encuentran en los pensamientos negativos.
Es una falla emocional muy habitual y a la que menos se atiende.
Es un cóctel que mezcla el temor a ser observado con la baja autoestima, batidos en una mente que cavila y que no se deja de quejar. El temor es no cumplir las expectativas sociales. Detrás de un tímido parpadea el espíritu de una persona sensible y perspicaz.
En un estudio de la Stony Brook University de Nueva York se observó la actividad cerebral de individuos tímidos y hallaron que reaccionaban con mayor intensidad ante ciertos estímulos. Se demostró que aquello que registramos de los tímidos –introspección, retraimiento, silencios– es un impulso vital de una altísima autoconciencia.
Los tímidos son incapaces de manejar sus síntomas : el rubor, la transpiración, los temblores, el miedo oratorio.
La solución educativa. Las clases son la terapia cognitiva de la conducta. Se practica el lenguaje corporal, el uso de las manos y los gestos, su uso asertivo para que con la voz optimicen lo que se dice. Se apunta al contacto, a erradicar la vergüenza. Se solicita que los alumnos expongan discursos en público. El lapso es breve: en 12 semanas hay resultados positivos. Se tratan tres temas principales:
Orador: mejorar sus características personales (voz, tono, cuerpo, imagen, vestimenta, personalidad, debilidades y fortalezas, entorno).
Mensaje: trata de la organización del discurso (estrategia, organización, calidad, originalidad, fuerza expresiva, timing).
Auditorio: adecuarse a los que recibirán el mensaje (a quién nos dirigimos, cómo piensan, están en vivo, por radio o nos miran por TV.
Oratoria, la prueba de fuego. Es el resultado de un trabajo previo con etapas de elaboración, el orador sin contenido es como una cáscara vacía. Para asociar la expresión y el conocimiento se precisa:
Capacidad de lectura y de escucha para enriquecer el tema.
Técnicas de diagramación del discurso con tiempos de exposición definidos según el principio lo bueno y breve dos veces bueno.
Sistemas mnemotécnicos de recordación del diagrama, si se lee el discurso se pierde feedback con el auditorio.
Prácticas de concentración para evitar que las preguntas de la gente o las ideas parásitas del orador lo saquen del tema principal.
Fábrica de ideas: que atrape por su originalidad y fuerza expresiva.
Estrategia: toda comunicación tiene un objetivo.
La segunda oportunidad. Einstein decía que sabía algo si se lo podía contar a su abuelita y ella lo entendía. No existe una segunda oportunidad para la primera impresión y no se puede no comunicar.
Sólo el 15 % de la comunicación es verbal, el resto es el tono de voz, la personalidad, armonizar lo que se piensa, lo que se siente, y lo que se hace. El feedback es lo que evita que un error se transforme en hábito.
El registro. Los discursos deben redactarse porque es posible:
* Enviarlos a quienes no vinieron a la presentación.
* Usarlos como instrumento de capacitación.
* Que sean el inicio de algo nuevo (como escribir un libro) .
* Que los medios de comunicación los publiquen como nota.
* Que los posicionemos en internet con nuestra página web personal.
* Volverlos a leer, mejorarlos o que sirvan de base a uno nuevo.
* Las palabras vuelan y se las lleva el viento.
* Que sean la base del diagrama (no conviene memorizar el discurso)
Ponerse de pie. Stand up es un género maravilloso para expresarse con monólogos. Transitar el camino es un trabajo divertido para ejercitar y exponer la creatividad. Incentiva la imaginación con herramientas de diseño, desarrolla la personalidad escénica, detecta puntos fuertes -como me veo, cómo me ven, por qué se ríen si hablo en serio-. El humor se refiere a uno mismo, a los hechos o exagera los absurdos.
La comedia en vivo es un acto difícil porque el artista depende del auditorio, que forma parte del acto. El comediante debe conocer sus gustos y ajustarse. La video filmación permite observar lo que se hizo.
La expresión vale tanto como la escucha. Tenemos dos orejas y una sola lengua para escuchar el doble de lo que decimos. Es el principio número uno de la inteligencia emocional y comunicacional.
Cada alumno recibe una hoja de evaluación. Eso le da método a la escucha y un formato para evaluar los discursos. Recibe un material teórico para practicar los conocimientos adquiridos. Los cursos ponen el acento en la inteligencia: comprender la situación en la que se habla, inventar un discurso adaptado a la misma y actuar en consecuencia.
Ejemplos de monólogos cortos humorísticos.
Las cajas de bombones
Yo quiero hablar acerca de algo que todos sabemos que existe pero que nadie conoce lo suficiente: las cajas de bombones. Sabemos que existen, las hemos visto… pero ¿Cuántas llegamos a abrir? Son como el cuerpo humano: Sólo las abrimos si es estrictamente necesario. No las abrimos porque son un regalo. Ni aunque nuestros hijos estuvieran aullando de hambre. Cariño, ya no queda carne de perro en la nevera, y los niños pasan más tiempo desmayados que conscientes… ¿no crees que ha llegado la hora abrir la caja de bombones ¿Qué le vas a decir? ¿que sí?, ¿y si mañana tuvieras que hacer un regalo…?
Um yanqui, un inglés y un argentino en Paris
Estamos tomando unas copas. De repente mi amigo el inglés dice: – ¡Cómo nos divertimos en este bar!, pero yo conozco un Pub en Londres que se llama “Pub Andrew” donde, tomas tu primera cerveza, tomas la segunda cerveza y ¡Andrew te regala la tercera! El americano dice: – Yo conozco un lugar mucho mejor en Nueva York, se llama “Pub John” donde tomas tu primera cerveza y John te regala la segunda. Yo soy el argentino y cuento mi historia. – Lo siento, pero yo conozco un lugar mejor en Buenos Aires que se llama “La cueva”. Allí te pagan la primera cerveza, te pagan la segunda, te pagan la tercera, te pagan la cuarta y luego puedes ir al segundo piso y tener todo el sexo que quieras. Mis amigos dicen: – ¡Increíble ese sitio!, no lo podemos creer, ¿realmente te pasó? – No, a mí no, ¡pero a mi hermana sí!
Si llegaste hasta aquí es porque te interesa el tema. Stand up, levántate y anda. Escribe tu monólogo, envíamelo por correo electrónico. Te invito a una clase demostrativa gratuita.
Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem, contacto: [email protected]