El ser humano no es bueno pronosticando. Veamos lo que opinaron sobre el desarrollo de las computadoras personajes de otras épocas.
No sirve para nada (George Bidell, sobre la máquina de Babbage, 1842) El así llamado teléfono tiene muchos defectos, no tiene valor (Western Union, 1876). Pero ¿para qué coño sirve?”(Lloyd, ingeniero de IBM sobre el microchip). No te necesitamos, no terminaste la universidad (Hewlett-Packard, ante el pedido de empleo de Steve Jobs) No hay razón alguna para que alguien pueda tener una computadora en el hogar (Olson, Fundador de Digital Equipment Corporation 1977).
El más paradójico fue un presidente de IBM: “creo que existe mercado para unos 5 ordenadores en todo el mundo”.(Watson, de IBM, 1943)
La computadora Watson. En febrero de 2011, la supercomputadora que lleva su nombre, venció a sus oponentes humanos en Jeopardy, un célebre concurso de preguntas y respuestas de la TV americana.
La inteligencia artificial de la máquina venció a sus creadores. demostrando la gran capacidad de razonamiento que pudo alcanzar.
El caso rememora a Deep Blue, la supercomputadora de IBM que venció al campeón del mundo del ajedrez, Garry Kasparov, en 1997. Deep Blue era la fuerza bruta que podía analizar millones de posiciones por segundo. Kasparov era un genio en el juego para el que el cerebro no está preparado. Deep Blue podía ver todas las posiciones y elegir la mejor. Garry jugaba al ajedrez; Deep Blue, no.
Lucha o cooperación. La destreza mayor de Watson es que entiende el lenguaje natural, así capta la mayoría de las preguntas, este es un gran logro de IBM. En el futuro se aplicará a obtene respuestas inmediatas a preguntas complejas, investigaciones y diagnósticos. Watson está programado para aprender. El primer encuentro fue empate, luego la máquina mejoró su desempeño. No así los humanos.
Es un error plantear una batalla entre máquinas y hombres. La frustración de Ken Jennings y Brad Rutter no fue por no entender las preguntas o por no recordar las respuestas, sino por no poder recuperarlas con la rapidez con la que Watson lo hizo. Sin embargo nadie le pediría a un maratonista que compita contra una Ferrari.
Se necesitarían siglos para hacer las cuentas que Watson realiza por segundo, pero Watson ni siquiera comprende lo que está haciendo. Como el pájaro que parece libre y no lo es porque nace programado para volar, Watson está programado para hacer sólo lo que hace. Una cosa es el avance en la interpretación del lenguaje natural y otra que Watson entienda. Saber la respuesta no es entenderla. Una cosa es fuerza bruta computacional y otra diferente es la inteligencia.
Pero a pesar de su triunfo Watson arrastra un problema: aún no es rentable. IBM está buscando cómo amortizar el costo del proyecto, que los expertos calculan en 6.000 millones de dólares.
El hombre tiene conciencia. El hombre es el único ser que tiene conciencia de sí mismo. Los sentimientos que se producen a la luz de la conciencia, están ausentes en la máquina pensante.
Bien diferente sería el pensamiento si tuviéramos cuerpos descartables. En la trama mental el cuerpo es un protagonista privilegiado; a través de los deseos y necesidades como el hambre, la sed, el sexo. Así cómo la música depende de la calidad del instrumento, la inteligencia resuena en las emociones y las creencias. Si el cuerpo no fuera frágil no existiría temor a caer desde la altura.
La PC es la extensión natural del cerebro. El chip de silicona y la fibra de vidrio de silicato unidos a velocidades fantásticas revistieron al mundo con un tejido de redes. Las redes tienen nodos y conexiones. Los nodos se hacen más pequeños y las conexiones crecen.
Las redes sociales. Así como células poco inteligentes crearon el inteligente sistema inmunológico, una PC conectada con otras forjaron la telaraña mundial “World Wide Web”. Este entramado se paralizaría sin ideas. En el futuro el poder de la comunicación rebajar la brecha digital que existe entre los hombres.
El cerebro guarda información física en las neuronas. Cuando los agentes químicos circulan a través de impulsos eléctricos, se cuantifican como energía, que una vez concentrada se convierte en materia. Para emitir un mensaje digital el emisor traduce antes esa materia alojada en las neuronas. Del otro lado, el cerebro que lo reciba, lo reconvertirá en materia. Así, la energía, se expande y la tecnología aumenta la productividad
Analógico y digital. Digitalizar es convertir en digital algo que no lo es. La información se transforma en datos, se transmite y almacena. El cerebro integra las fuentes sensoriales en un todo coherente
Percibe entidades discretas (número) y entidades continuas (espacio). El cerebro enfrentó la dualidad número-espacio estructurándose en hemisferios. El izquierdo se ocupa de números y de lógica. Es el cerebro digital: el método primario para sumar es usar los dedos.
El cerebro analógico es el hemisferio derecho, su actividad se conecta con el espacio y con señales de variación continua como las imágenes. El cerebro armoniza en simultáneo y cooperativamente los dos aspectos de lo real con una lógica que potencia la función cerebral.
Watson procesa información digital. Para Bill Gates las infopistas cambiaron nuestra cultura como la imprenta del medioevo. Al digitalizar el mundo, las computadoras lo conocen y pueden llegar a dominaros. La tecnología cambia siempre y por eso la relación es inestable. La innovación no para.
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro de formatearse con la experiencia, alterando las conexiones neuronales y las redes por las que circula el pensamiento. El cerebro es un administrador de pautas que selecciona, aprende y aplica en otras esferas. El efecto será negativo o positivo según cómo incorpore la tecnología.
Sintonizar el sistema nervioso con el sistema digital. Las primeras herramientas, como la rueda, ampliaron el alcance físico del hombre, las nuevas extienden su alcance mental, evitan tareas que pueden hacer la máquina. La escritura redujo la memoria, la calculadora el cálculo mental. Lo que no se usa se pierde. Google es como una memoria externa disponible todo el tiempo. La tecnología expresa la cognición como una prótesis que nos hace dependientes.
El modo de lectura superficial gana terreno. En la lectura de un libro, establecemos asociaciones, extraemos inferencias y analogías, damos luz a nuevas ideas. Esa lectura profunda amplía el pensamiento. La información sin guía puede crear espejismos de conocimiento. Cuanto más confiamos en las supercomputadoras, menos trabaja la computadora biológica, hay que apostar por su combinación.
El efecto de la tecnología es abierto y puede mejorar si una nueva educación evita deformaciones neurológicas. Internet es una oportunidad extraordinaria para albergar el conocimiento y facilitar la comunicación de acceso, muy superior a la capacidad biológica. Cuando deleguemos en supercomputadoras como Watson, parte de lo que hacemos, esa conjunción poderosa nos hará más inteligentes. Watson será la palanca de Arquímedes, que como punto de apoyo amplificará el rendimiento de la tecnología digital.
Dr.Horacio Krell. Ceo de Ilvem, consultas a [email protected]