Como tenemos recursos limitados y no podemos agregar más horas al día, el resultado suele ser hacer más cosas de forma pobre, en vez de pocas cosas clave mejor hechas
Intuitivamente, muchos emprendedores y negocios creen que la clave para el crecimiento rápido y el éxito son más productos, características y mercados.
Desde que tenemos recursos limitados y no le podemos añadir más horas al día, el resultado normalmente es hacer más cosas de forma pobre, en vez de pocas cosas clave mejor hechas. Hay que centrarse.
Buenos ejemplos de startups centradas antes del éxito incluyen a Google con su motor de búsqueda, Facebook con su networking de amigos y Apple con sus PC. Más tarde, después del éxito inicial y de la penetración en el mercado objetivo cerca del 30%, es el momento de ampliar horizontes y hacer cambios anticipatorios al enfoque. No esperes a una crisis.
Para empresas más grandes y maduras, lo más duro parece ser renunciar al espacio familiar que ya no funciona para poder centrarse en un nuevo segmento u oportunidad. Acabo de terminar el libro “Do Less Better” (Haz menos mejor) de John R. Bell, un experto en giros de negocios, que remarca el poder del sacrificio estratégico en el complejo mundo de negocios en el que vivimos. Bell llama a este cambio la falta de “matar a tus queridos”, o la caída del “especialista al generalista”.
Todos los emprendedores deben tener éxito al principio como especialistas, mediante pivotes según sea necesario para concentrarse en el mercado actual. Es un mundo duro incluso para una gran empresa generalista, quienes contraen las complejidades de la diversificación del producto.
Particularmente me gusta el debate de Bell sobre las características culturales de negocio que crean el enfoque necesario siendo los mejores en cualquier entorno empresarial. Esta cultura debe ser mantenida por cualquier empresa en cualquier fase de madurez.
Voy a parafrasear algunos elementos clave en contexto de emprendedores y startups:
1. Un exagerado sentido de la urgencia y pasión
La agilidad y la urgencia de hacer el trabajo que te distinguirá de tus competidores en muchos sentidos, sobre todo con los clientes. Se trata, naturalmente de un pequeño equipo muy motivado, pero es cada vez más difícil de mantener con el tamaño y el éxito. Constrúyelo al principio y no lo pierdas nunca.
2. Metas y métricas bien articuladas
Tu éxito o fracaso debe ser cuantificado con algunos indicadores clave de negocio tales como la conciencia de marca, los lanzamientos de nuevos productos, etcétera. Como dice el refrán de una antigua canción country: “si no sabes a dónde vas, probablemente acabarás en cualquier sitio”.
3. Mentalidad y acciones impulsadas por la motivación
Las startups no pueden aspirar a gastar mucho. En vez de eso, debes ser más listo e innovar, pivotar y ejecutar a la perfección. Las iniciativas innovadoras a cualquier escala requieren un compromiso y un mejor trabajo.
4. Tolerancia cero con la complacencia y el status quo
Esfuérzate siempre por aumentar tu ventaja, y mientras que los competidores corren para atraparte, da rienda suelta a tu producto, servicio o promoción revolucionaria. Es fácil para la complacencia que el éxito inicial pase desapercibido. Mueve la barra continuamente para resetear tus límites personales y tu equipo.
5. Mantén un conocimiento íntimo sobre la competencia.
Debes saber qué planean tus competidores y cómo piensan, corporativa y personalmente. Estudia sus movimientos y compromete a tu equipo para analizar mejoras. Evita guerras de precios egoístas y emocionales, pero haz pensar a tus rivales que estás preparado para ganar a cualquier coste.
6. Céntrate en pocas cosas, pero importantes
Ninguna empresa, grande o pequeña, puede organizar más de 5 objetivos y prioridades sin ser poco efectivas y descentrarse. Sé realista y mantente equilibrado entre la gente y el proceso. Concentra tus acciones en proyectos preventivos que estén bajo tu control.
En una carrera, para correr mucho, tu empresa necesita algo reducido aunque memorable en que centrarse que esté constantemente siendo mejorado de formas innovadoras. Es fácil pensar que hacer menos como empresa significa que te estás tocando la barriga, pero los resultados y la longevidad son lo que cuentan. Cada emprendedor y ejecutivo debe aprender cómo construir y mantener la cultura de hacer menos pero mejor.