Aunque el concepto freemium suele tener pocas garantías de éxito, hay tres estrategias que se deben considerar para crear una aplicación freemium que mantenga a la gente enganchada.
Tener un propósito práctico, hacer una aplicación simple y saber cuándo y dónde monetizar maximizarán nuestras posibilidades de éxito.
La creación de una aplicación móvil que consiga ganar mercado es hoy mucho más difícil que hace cinco años, con una bajada de la fiebre por descubrir y descargar nuevas apps. Si además queremos monetizarla, la cuestión es aun más difícil, pero no imposible.
Aunque el concepto freemium suele tener pocas garantías de éxito, hay tres estrategias que se deben considerar para crear una aplicación freemium que mantenga a la gente enganchada.
1. Tener un propósito práctico
La creación de programas gratuitos que resuelven los pequeños problemas de la vida ha sido un tema común en el desarrollo de aplicaciones desde el principio. Ya sea para negocios o uso personal, el objetivo general es encontrar una gran solución a un problema pequeño. Para los nuevos desarrolladores, el truco es encontrar un problema generalizado y resolverlo de una manera creativa.
2. Hacer una aplicación simple
Cuando alguien descarga tu aplicación de forma gratuita, es más que probable que no quiera emplear mucho tiempo para averiguar cómo se usa. Cualquiera que sea el género de aplicación que desarrolles, la simplicidad debe ser una de las principales prioridades. En cada fase del desarrollo, el objetivo debe ser reducir los pasos tanto como sea posible, para construir un programa con el que los usuarios puedan interactuar casi de inmediato. Muchas de las aplicaciones más exitosas de la historia, como Uber, Candy Crush y Snapchat, tienen un rasgo común: la facilidad de uso.
3. Saber cuándo y dónde monetizar
Uno de los errores más comunes de las aplicaciones freemium es perder la marca de monetización. Aunque no cabe duda de lo difícil que es saber exactamente cuándo y dónde abordar esta tarea. Por ejemplo, si permitimos que aparezca publicidad en la aplicación, debemos tener cuidado para que no sea tan agobiante que la gente se frustre y elimine la aplicación. Si planeamos dar la opción al usuario de realizar compras in-app o actualizarse a la versión premium, debemos saber exactamente cuándo es más probable que las personas gasten dinero. La clave para monetizar una aplicación freemium es conseguir que los usuarios se enamoren de ella hasta un punto en el que realmente no les importe pagar un poco más para mejorar la usabilidad.