Como inversor y ejecutivo para el mercado latinoamericano de Fuel Venture Capital, el fondo de capital de riesgo con base en la ciudad de Miami, uno de los más grandes desafíos a los que me he enfrentado ha sido el de tener que educar a los inversores en la región sobre lo que los fondos de capital de riesgo realmente representan para la zona.
Históricamente, y contrario a lo que ha venido sucediendo en Norteamérica y Europa, los fondos de capital de riesgo han tenido que lidiar con una cierta falta de confianza por parte del público en América Latina. Esto ha sido producto no sólo del bagaje cultural sino también a ciertas connotaciones asociadas a cómo el imaginario colectivo ve al capital de riesgo, percibido por muchos como algo aventurero con un perfil de alto riesgo.
Por lo contrario, yo creo que el capital de riesgo es una clase de activo que con la supervisión adecuada y disciplina en lo que respecta a inversión, tiene el potencial de generar enorme prosperidad para todas las partes interesadas.
Ya han pasado ocho meses desde el inicio de la pandemia de COVID-19 y hoy resulta incuestionable que nos enfrentamos a uno de los eventos más disruptivos de nuestra generación, un fenómeno que ha llegado para generar cambios profundos con consecuencias a largo plazo y de escala global.
Sin ignorar el enorme impacto negativo que ha tenido sobre la vida de millones de personas, la pandemia se ha presentado al mismo tiempo como un acelerador de tendencias, a medida que las compañías se vuelcan a la digitalización y llevan a sus modelos de negocio hacia el universo “online”. Los cambios que hoy estamos experimentando en lo que hace a las formas en las que trabajamos, interactuamos y seguimos siendo productivos remotamente son un claro ejemplo de esta transición acelerada.
Los fondos de capital de riesgo serán importantes impulsores de innovación en la región, dado que en definitiva actúan como facilitadores para los fundadores, al acercarles los recursos necesarios no sólo en lo que hace a financiamiento, sino también en lo que respecta al desarrollo e implementación de estrategia y soporte durante todo el proceso, además de brindar el apoyo de socios experimentados y miembros de la red de limited partners en la región.
Tanto gobiernos como el sector privado en Latinoamérica deberán recibir de brazos abiertos a esta ola de innovación y utilizarla para acelerar la recuperación económica, en medio de los estragos generados por la pandemia. La región enfrenta numerosos desafíos en lo que hace a infraestructura – desde telecomunicaciones a carreteras, tratamiento de aguas y redes energéticas – además de falencias en lo que respecta a salud pública, seguridad, educación y sistemas de transporte.
Así como los individuos y las family offices deben tener un portafolio diversificado y una estrategia de asignación de fondos apropiada con un componente en la economía creativa, también debería seguir este rumbo los gobiernos y el sector privado en estos mercados emergentes.
Latinoamérica también brinda acceso a una fuerza laboral altamente calificada, la cual en muchos casos es completamente bilingüe y presenta beneficios en lo que hace a eficiencia de costos. Esto sirve como una base sólida para generar mayor innovación y desarrollos innovadores, además de atraer inversión extranjera, algo que muchos países de la región ya se encuentran explorando y explotando de forma acorde.
Todavía queda mucho por hacer desde los sectores público y privado para atraer estos fondos a la región. Los negocios de la zona deberán trabajar en desarrollar alianzas estratégicas con grupos y compañías que les ayudarán a crear nuevas líneas de negocio, apalancados en tecnologías que están transformando a sus industrias, reinventando a la vez los modelos de negocio tradicionales.
La tecnología y el capital de riesgo son y seguirán siendo esenciales para el desarrollo económico de Latinoamérica; los países y regiones que entiendan esto y estén dispuestos a invertir en esta clase de activos serán recompensados en el mediano y largo plazo, además de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos en el proceso.
Victor Hugo, el célebre poeta francés, una vez dijo: “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.”
muy cierto de lo que estamos viviendo, solo nos queda reflexionar, como dice victor para los emprendedores valientes nos abre un abanico de oportunidades y tenemos que aprovechar