La empresa española Factum Arte se ha valido de escáneres láser 3D, cámaras e impresoras tridimensionales para, durante un proceso que ha durado varios años, completar la construcción de una réplica exacta de la tumba del faraón Tutankamon, con el fin de preservar el sepulcro original, que está sufriendo el impacto de las miles de visitas turísticas que recibe desde su descubrimiento en el año 1922.
La réplica de la tumba de Tutankamón fue inaugurada en la ciudad de Luxor como “contribución al turismo sostenible en Egipto”, declaró el presidente de la Fundación Factum, James Macmillan-Scott.
La inauguración fue celebrada en la casa-museo de Howard Carter, el arqueólogo británico que descubrió intacta dicha cámara funeraria.
“En 2019 habrá seis millones de turistas que visitarán el Valle de los Reyes en Luxor, lo que representa una cantidad enorme”, señaló Macmillan-Scott. “Esto representa un peligro para la conservación de la tumba original”, añadió.
Por ello, la asociación suiza Amigos de las Tumbas Reales de Egipto sugirió, en 1988, la iniciativa de la construcción de la réplica.
«La importancia de la copia recae en que disminuirá la presión de visitantes que vayan a la tumba original», dijo por su parte el ministro egipcio de Turismo, Hesham Zaazou. Según añadió, se seguirá permitiendo que los turistas visiten la tumba original, pero será más caro. «Todavía es pronto, pero creo que la mitad de los visitantes irá a ver la réplica, bien porque será más barata, bien por la curiosidad de compararla con la original», añadió.
Se cree que el deterioro de la tumba de Tutankamon se debe al calor y la humedad causada por los visitantes. «La tumba original se pintó para durar eternamente, pero no para ser visitada», añadió Adam Lowe, director de Factum Arte. «Sueño con que dure 3.000 años». Según Lowe, la réplica podrá recibir a hasta 30 personas simultáneamente. La copia de la tumba es el primer paso de un proyecto de gran envergadura para crear réplicas exactas de tumbas del faraón Seti y la reina Nefertari, esposa de Ramsés II. Actualmente, ambas tumbas están cerradas al público. Conocido como el faraón niño, Tutankamón ascendió al trono a los nueve años. Desde el descubrimiento de su momia y los tesoros de su tumba, su historia ha fascinado a egiptólogos y curiosos.
Según el diario El País, el facsímil de la tumba ha sido creado por la empresa Factum Arte de Madrid, puntera en la realización de copias exactas de grandes obras artísticas, mientras que la construcción arquitectónica en buena parte subterránea que lo acoge la ha realizado el Tarek Waly Center de El Cairo. En realidad, el facsímil, esto es la reproducción milimétricamente idéntica (a la micra), es solo la cámara funeraria de la tumba, con las pinturas y el gran sarcófago de cuarcita rojo.
El resto (la entrada, la antecámara, el anexo y la pequeña habitación denominada tesoro) son recreaciones aproximadas para rodear con propiedad al facsímil y se ha hecho un esfuerzo para, por ejemplo, que las paredes tengan un aspecto de picado como el de la piedra de las tumbas del valle, aunque no son de roca. En la antecámara se ha instalado una exposición (con textos de Jaromir Malek y Nicholas Reeves) sobre el hallazgo y la investigación de Carter, y en el anexo un facsímil de la pintura perdida al romper los descubridores la pared para acceder a la cámara funeraria, y una muestra muy elocuente de los daños actuales en la tumba original.
Cuando uno entra en la tumba, si conoce la de verdad, siente una rara sensación de “esto es y no es” y un lógico déjà vu. En la antecámara se echa a faltar la momia de Tutankamón, instalada en una urna acristalada en su tumba desde 2010. “Renunciamos a hacer un facsímil de la momia”, subraya Adam Lowe, director y fundador de Factum Arte, “me parece humillante mostrarlo así a los turista”. Lowe considera que sería un “show freak” y “un crimen” exhibir una copia del cuerpo.
fuente: Imprimalia