La Agencia Espacial de Estados Unidos (la NASA) ha acabado de realizar las últimas pruebas de certificación de la imSite Statspresora 3D diseñada por la empresa ‘Made in Space’ para su utilización específica en el cosmos, por lo que será embarcada en la cuarta misión del SpaceX, de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional (ISS), cuyo lanzamiento se ha anticipado al mes de agosto de 2014. Anteriormente se había previsto que la impresora 3D, la cual debe trabajar en condiciones especiales de falta de gravedad, viajara al espacio en el mes de noviembre.
Ha sido a través de una serie de ensayos, realizados en el centro Marshall Space Flight, en Alabama, que la agencia espacial estadounidense ha dado luz verde a esta impresora 3D, al demostrarse que cumple todos los requisitos para su uso a bordo del laboratorio orbital.
«El resultado es que el hardware ha aprobado las pruebas con gran éxito y, desde ahora, tenemos experiencia de primera mano en la totalidad del proceso de este aparato, tanto del diseño y de la construcción, como de las pruebas de hardware para el vuelo espacial», ha declarado un portavoz de la NASA.
La impresora, elaborada por la ‘startup’ ‘Made in the space’, está ahora autorizada para despegar a bordo de la próxima misión de carga privada, con la nave Dragon de SpaceX, que volará a la ISS utilizando el cohete Falcon 9. Se espera que ese vuelo se lleve a cabo en agosto, aunque no hay fecha determinada aún.
Entre las pruebas que ha tenido que pasar este aparato, está la de la capacidad de la impresora 3D para soportar los rigores del lanzamiento o su compatibilidad con interfaces de la estación espacial, según ha explicado la NASA en un comunicado. Además, los ingenieros del proyecto probaron un conjunto de objetos impresos por el dispositivo en la Tierra, que servirá para hacer controles y comparar con lo que se cree en el espacio.
“Se destinan miles de millones de dólares a las piezas de repuesto que deben estar en la estación espacial, ya que nunca se sabe lo que se va a necesitar. Ha habido momentos en los que se ha precisado una herramienta y ésta no existía”, ha expresado por su parte Jason Dunn, director técnico de Made in Space, la compañía que lidera el proyecto para utilizar impresoras 3D en las misiones espaciales.
Una impresora 3D puede emplearse para los trabajos más mundanos como la impresión de tornillos, muelles y herramientas adicionales para experimentos científicos en la base espacial, pero también para resolver incidencias e imprevistos como cuando el año pasado el traje de un astronauta comenzó a llenarse de agua tras una exploración espacial.
El primer cometido de la impresora a bordo de la ISS será imprimir 21 piezas de ensayo, una prueba de las cuales se enviará a la Tierra para su análisis.
Made In Space se constituyó en 2010 y desarrolló la primera versión de una impresora para la NASA en 2012. La empresa, con sede en Mountain View, ha puesto a prueba el equipo en vuelos parabólicos y en breves ensayos de casi ingravidez, imitando las condiciones de la ISS.
Made In Space invita al público a contribuir con sus ideas sobre lo que debe imprimirse en el espacio. Los interesados pueden visitar su página web: www.madeinspace.us y aportar sus sugerencias.
fuente: Imprimalia
La noticia no resulta sorprendente, pues ya en el año 2000 Stratasys realizó con éxito pruebas de impresión 3D en condiciones de microgravedad.