Así se desprende de una investigación de CIPPEC y la Asociación Civil Diagonal, con el apoyo de Manpower Argentina, que caracteriza a la población sin trabajo de entre 45 y 70 años. La mayoría de los desempleados de esa edad vive en el Gran Buenos Aires. El índice de desempleo aumenta entre las mujeres. Además, persiste la discriminación en las búsquedas laborales.
Quienes tienen en 45 y 64 años son los que hace más tiempo están buscando trabajo. Según una investigación del Programa de Protección Social de CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) y la Asociación Civil Diagonal, con el apoyo de Manpower Argentina, el 44% de los desocupados de esta franja etaria está buscando empleo hace más de un año, mientras que la cifra desciende a 27% para quienes tienen entre 26 y 44 años.
Aunque los más jóvenes presentan tasas de desempleo más elevadas, a los mayores de 45 les cuesta más reinsertarse en el mercado laboral. Además, según explicó Fabián Repetto, director del Programa de Protección Social de CIPPEC, el 67% de los desempleados de entre 45 y 69 años está en el Gran Buenos Aires.
El impacto del nivel educativo y de los ingresos
Por otro lado, la tasa de desempleo de los adultos mayores disminuyó más entre quienes tienen el secundario incompleto (de 10.92% en 2003 a 6.48% en 2009), que entre quienes tienen el nivel terciario o universitario completo tienen más posibilidades de conseguir empleo (de 4,26% en 2003 a 2,55% en 2009).
“Aunque entre 2003 y 2007 la tasa de desempleo entre los grupos de menor nivel educativo, la tasa volvió a aumentar entre 2008 y 2009 para el grupo con secundario completo como consecuencia de la crisis internacional”, precisó Repetto.
Además, mientras que la tasa de desempleo para los deciles de mayores ingresos es de 2,56%, la cifra se ubica en 8,03 para los deciles que menos ingresos perciben. Sin embargo, es necesario señalar que la brecha entre deciles se redujo de manera importante entre 2003 y 2009.
El desempleo es mayor entre las mujeres
Según demuestra el informe de CIPPEC y AC Diagonal, la proporción desempleada de mujeres de entre 45 y 69 es mayor a la de los hombres, aunque la relación es similar a la cantidad de mujeres sin empleo en otros grupos etarios.
La mayor parte de los desempleados –hombres y mujeres- de más de 45 años proviene de actividades vinculadas con la construcción y los servicios (gastronomía, recreación, deportivos y domésticos, entre otros).
“Muchas de estas personas fueron desvinculadas de la economía formal con la flexibilización de los 90, mientras que otros perdieron su trabajo entre 2001 y 2002”, precisó Gala Díaz Langou, autora de la investigación. Aunque para el caso de las mujeres, la maternidad muchas veces se señala como causa para la desvinculación del mercado laboral.
Qué dicen los empleadores
CIPPEC también realizó un diagnóstico cualitativo de la situación sobre la base de cuatro grupos focales con empleadores de las ciudades de Salta, Santa Fe y Buenos Aires, y dos con desempleados mayores de 45 años, de distintos estratos socioeconómicos.
Aunque reconocen que resultan más atractivas las cualidades de los empleados jóvenes para las tareas operativas, los empleadores reconocieron que muchas veces los adultos pueden ocupar el rol de “mentores” en equipos de trabajo integrados por jóvenes.
No obstante, resulta notable la preponderancia de las desventajas de los adultos en la valoración del mercado laboral. Según un relevamiento del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), un 22% de las ofertas de empleo incluye límites erarios y un 74% se dirige a personas menores de 40. En esta línea, el estudio de CIPPEC destaca que la mayoría de las empresas incluye un rango de edad en las búsquedas que, por lo general, no supera los 35 años.
“La inseguridad económica del desempleo provoca la destitución y fragilidad de los vínculos sociales hasta llegar al aislamiento”, explicó Brenda Pruczanski de AC Diagonal.
Entre otras conclusiones, el documento de CIPPEC señala la necesidad de diseñar una campaña de comunicación sobre la discriminación de este grupo en el mercado laboral, promover una ley que la prohíba y de instaurar un sistema de incentivos para promover la contratación y retención de trabajadores mayores.