Incluso las mejores intenciones de otras personas no siempre se traducen en los mejores consejos, especialmente cuando has decidido emprender por tu cuenta y lanzar tu propia empresa.
Todo el mundo es un experto y tiene una opinión sobre tu situación cuando te lanzas por tu cuenta. ¿Cuáles son algunos de los consejos que has recibido y que han resultado ser terribles?
1. «El mejor dinero es el de los demás»
Es cierto que autofinanciar tu negocio implica un riesgo tremendo. Puede que tengas que arreglártelas con pocos o ningún ingreso. Tu negocio puede crecer más lentamente. Tendrás que sacar tu producto o servicio al mercado rápidamente, ya que los ingresos a corto plazo proporcionarán los fondos para mantener tu startup a flote.
Todo esto significa que el bootstrapping puede ser extremadamente estresante.
Pero aún así: la autofinanciación es la principal forma de financiación utilizada por los emprendedores para poner en marcha un negocio por una buena razón. Puedes poner a prueba tu idea de negocio con poco o ningún riesgo externo. Puedes trazar tu propio camino, sin tener que responder ante socios, inversores o prestamistas. Y aunque asumirás todo el riesgo financiero, también recogerás todas las recompensas, es decir, los beneficios.
Entre otros consejos, mucha gente me dijo que buscara inversores, socios u otras formas de financiación. En lugar de eso, autofinancié mi último negocio. Y me alegro mucho de haberlo hecho.
2. «Cuanto más rápido sumes empleados, más rápido podrá crecer tu negocio»
Muchas startups contratan empleados lo más rápido posible, incluso adelantándose a la necesidad. ¿Por qué? Para empezar, el aumento del número de empleados puede parecer un indicador de éxito. (Otra razón es la de prepararse para el crecimiento previsto; cuando el negocio se dispara, hay que estar preparado).
Estas razones suenan muy bien en teoría, pero son terribles en la práctica. Contrata gente sólo cuando la necesites. De hecho, sólo contrata a personas un poco después de cuando las necesites. Los equipos más pequeños son más ágiles. Los equipos más pequeños tienen un mayor sentido de la responsabilidad y de la propiedad. Los equipos más pequeños permiten a los empleados asumir una variedad de funciones, encontrar formas creativas de resolver problemas, estirarse y crecer.
Y luego está esto: En lugar de añadir personas, céntrate en encontrar formas de automatizar los procesos para no tener que añadir personas.
A veces, la única forma de aumentar los ingresos es añadir más empleados, pero no siempre. Un aumento del número de empleados a menudo estará correlacionado con el éxito, pero nunca será la causa del éxito.
3. «Olvídate de tomar vacaciones si estás construyendo un negocio».
Eres dedicado. Eres trabajador. Harás todo lo posible para que tu empresa tenga éxito, incluso trabajar una serie interminable de días de muchas horas.
Esa clase de devoción es admirable. Pero también es miope. Necesitas tiempo para recargarte.
Y sus empleados también. Los estudios demuestran que cuatro de cada cinco empleados se tomarían más tiempo de vacaciones (tiempo que ya se han ganado) si se sintieran realmente animados por su jefe a hacerlo.
Y, por si acaso, también hay una razón práctica para tomarse tiempo libre: Sin ti, aparecerán lagunas inesperadas. Lagunas en la formación. Lagunas en las habilidades. Lagunas en la experiencia.
Lagunas que luego podrá solucionar.
Y, mientras tanto, sus empleados tendrán la oportunidad de brillar, de demostrar que pueden desempeñar funciones más importantes y asumir mayores responsabilidades. Oblíguese a tomarse tiempo libre. A la larga, se alegrará de haberlo hecho.
4. «Los grandes líderes nunca microgestionan».
Es otro de los malos consejos que puedes recibir. Establece objetivos claros. Te aseguras de que la formación y los recursos estén disponibles. Proporcionas la autoridad necesaria. Y luego te alejas.
Una delegación de manual. Lo cual es estupendo. Hasta que no lo es.
Cuando tu empresa está trabajando en una tarea complicada que es estratégicamente importante, tienes que ser un jefe helicóptero: metido hasta las rodillas en los detalles. Ayudando a tu equipo a resolver los problemas. A veces dirigiendo. A veces haciendo el trabajo tú mismo.
Ser un jefe helicóptero es inevitable cuando se lanza una empresa. Al fin y al cabo, tú marcas el rumbo. Tu creas la cultura, tu visión, tus ideas, tus normas… tú eres la empresa.
Entonces, una vez que la visión, las normas y el rumbo están claros, puedes dar un paso atrás.
De algunas cosas.
El liderazgo nunca es una sola cosa. Nunca es un liderazgo a 30.000 metros. Nunca es una microgestión. Nunca es un liderazgo en helicóptero. El liderazgo es lo que el momento y la situación requieran.
No tengas miedo de microgestionar cuando sea necesario, al igual que no debes tener miedo de dar un paso atrás y dejar que otras personas tomen las riendas cuando tenga sentido.
