por Mazlan Abbas* – Startup Survival Journey
Ambas funciones requieren una mezcla única de visión, precisión y adaptabilidad.
Voy a compartir mis reflexiones sobre las sorprendentes similitudes entre pilotar un avión y dirigir una startup, basándome en mis propias experiencias y puntos de vista.
El control previo al vuelo: La preparación es la clave
Antes de que un piloto ponga un pie en la cabina, es esencial realizar una meticulosa comprobación previa al vuelo. Este proceso implica inspeccionar la aeronave, revisar las condiciones meteorológicas y asegurarse de que todos los sistemas funcionan correctamente.
Del mismo modo, en el mundo empresarial es crucial una preparación minuciosa.
Cuando cofundé FAVORIOT, la fase inicial fue similar a realizar un chequeo previo al vuelo. Investigamos meticulosamente el mercado, analizamos los posibles retos y desarrollamos un plan de negocio completo.
«Toda empresa de éxito empieza con unos cimientos sólidos», me recuerdo a menudo. «Saltarse la fase de preparación puede acarrear complicaciones imprevistas».
Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de la preparación, tanto en la aviación como en la iniciativa empresarial.
Del mismo modo que un piloto nunca despegaría hacia los cielos sin una revisión exhaustiva, un emprendedor nunca debería lanzar un negocio sin una estrategia bien pensada.
El despegue: la emoción del lanzamiento
No hay nada como ver que meses, o incluso años, de duro trabajo por fin levantan el vuelo.
«Ya está», me dije durante el lanzamiento. «Por fin estamos en el aire».
Sin embargo, al igual que un piloto debe mantener el control y garantizar un ascenso suave, un emprendedor debe gestionar con cuidado las fases iniciales del negocio.
La emoción del despegue debe equilibrarse con un ojo atento a los instrumentos y a la trayectoria de la empresa.
Navegar entre turbulencias: Afrontar los retos
No hay vuelo sin turbulencias.
Los pilotos están entrenados para afrontar retos inesperados, ya sean cambios meteorológicos repentinos o problemas técnicos. Las turbulencias se presentan de muchas formas en el mundo empresarial: fluctuaciones del mercado, presiones de la competencia o luchas internas de la empresa.
Durante los primeros años de FAVORIOT, nos enfrentamos a numerosos obstáculos.
Hubo momentos en los que parecía que volábamos en medio de una tormenta.
Un caso concreto (periodo Covid-19) es un cambio repentino del mercado que amenazó nuestro modelo de negocio.
«Tenemos que mantener la calma y ajustar nuestro rumbo», recuerdo que pensé. «El pánico no nos ayudará. Tenemos que navegar por esto con cuidado».
En esos momentos, es fundamental mantener la calma y tomar decisiones con conocimiento de causa. Del mismo modo que los pilotos confían en su formación e instintos, los empresarios deben confiar en sus conocimientos y experiencia para dirigir la empresa en los momentos difíciles.
La tripulación: Formar y dirigir un equipo
Un piloto de avión no opera solo. Cuenta con un copiloto y una tripulación para garantizar el éxito del vuelo. Del mismo modo, un empresario necesita un equipo fuerte para crear una empresa de éxito.
En FAVORIOT, una de mis principales prioridades ha sido formar un equipo de personas cualificadas y dedicadas.
El liderazgo en ambos contextos implica una comunicación clara, confianza y colaboración.
«Todos estamos juntos en esto», digo a menudo a mi equipo. «Nuestro éxito depende de nuestra capacidad para trabajar como una unidad cohesionada».
Al igual que un piloto debe guiar a su tripulación durante el vuelo, un empresario debe inspirar y guiar a su equipo durante el viaje empresarial.
La sinergia entre los miembros del equipo puede hacer o deshacer la misión.
El plan de vuelo: Visión estratégica
Todo vuelo comienza con un plan de vuelo antes de surcar los cielos: un esquema detallado de la ruta, la altitud y el tiempo que proporciona un camino claro hacia el destino. En el mundo empresarial, tener una visión estratégica es similar a tener un plan de vuelo.
Se trata de saber adónde quieres ir y cómo piensas llegar.
Cuando pusimos en marcha FAVORIOT, nuestra visión era clara: convertirnos en un proveedor líder de soluciones IoT.
Esta visión guió nuestras decisiones y estrategias como un plan de vuelo guía el rumbo de un piloto.
«Mantente centrado en el destino», me recuerdo a mí mismo en los momentos difíciles. «El viaje puede ser impredecible, pero nuestro objetivo final sigue siendo el mismo».
Una visión bien definida ayuda a navegar por el negocio a través de las incertidumbres y mantiene al equipo alineado y motivado.
Ajustes en pleno vuelo: Flexibilidad y adaptabilidad
Los pilotos a menudo tienen que hacer ajustes en pleno vuelo, incluso con un plan de vuelo sólido, debido a las condiciones cambiantes. El espíritu empresarial requiere un nivel similar de flexibilidad.
El panorama empresarial es dinámico, y la capacidad de pivotar y adaptarse es crucial.
Hubo un momento en el que FAVORIOT tuvo que modificar su enfoque debido a las nuevas tecnologías y a los cambios en la demanda del mercado.
Al principio, esto fue desalentador, pero resultó ser un punto de inflexión para el crecimiento de nuestra empresa.
«Tenemos que adaptarnos o corremos el riesgo de quedarnos atrás», me di cuenta. «La flexibilidad no es un signo de debilidad, sino una fortaleza».
Estar abierto al cambio y dispuesto a ajustar las estrategias puede dar lugar a nuevas oportunidades e innovaciones.
El aterrizaje: Ejecución con éxito
Un aterrizaje suave es la culminación de un vuelo exitoso. Requiere precisión, habilidad y una ejecución cuidadosa.En el mundo empresarial, llevar un proyecto o un negocio a buen puerto refleja el proceso de aterrizaje.
Se trata de cumplir las promesas, alcanzar los objetivos y garantizar la satisfacción del cliente.
Cuando FAVORIOT completó su primer gran proyecto, fue como un aterrizaje con éxito.
La sensación de logro y los comentarios positivos de los clientes fueron gratificantes.
«Lo hemos conseguido», pensé. «Todo el trabajo duro ha merecido la pena».
Al igual que un piloto se enorgullece de un aterrizaje sin contratiempos, un emprendedor encuentra satisfacción en la ejecución exitosa y los resultados positivos.
El viaje nunca termina
Tanto los pilotos como los empresarios son conscientes de que el camino del aprendizaje no termina nunca. Los pilotos se someten a continuos entrenamientos y simulacros para mantenerse a punto y preparados para cualquier situación.Del mismo modo, los empresarios deben formarse continuamente, estar al día de las tendencias del sector y aprender de sus experiencias.
Siempre he creído en el poder del aprendizaje continuo.
Ya sea asistiendo a conferencias, leyendo publicaciones del sector o interactuando con otros líderes de opinión, mantenerse informado y adaptable es fundamental para el éxito sostenido.
«Nunca dejes de aprender», me digo. «Cada día trae nuevas oportunidades para crecer y mejorar».
Los paralelismos entre ser piloto de avión y empresario son profundos.
Ambas funciones exigen preparación, adaptabilidad, liderazgo y una visión clara.
Mi viaje con FAVORIOT ha sido un testimonio de estas similitudes.
Mientras sigo surcando los cielos del espíritu empresarial, llevo conmigo las lecciones aprendidas de ambos mundos.
Cada día es una oportunidad para volar a nuevas alturas, afrontar los retos de frente y abrazar la emoción del viaje.
«Sigue volando, sigue esforzándote», me recuerdo. «El cielo no es el límite; es solo el principio».