Uno de los principales retos que enfrenta actualmente un emprendimiento en etapa inicial es la captación de capital para validar su negocio. Ante este escenario, el capital emprendedor a través del modelo Venture Debt se perfila como una de las mejores opciones de inversión y capitalización entre inversionistas y el ecosistema emprendedor.
Venture Debt al igual que Venture Capital y Private Equity son modelos de inversión enfocados en impulsar a las empresas con alto potencial. En cada una hay diferencias tanto por el monto del capital como en las necesidades de la empresa.
Mientras que Venture Debt apoya a la estructuración, validación y crecimiento de un emprendimiento, el Venture Capital impulsa su consolidación y expansión; el Private Equity se asocia con compañías que ya están consolidadas en su industria y con una necesidad mayor de capital.
De acuerdo con Denis Yris, fundador de un fondo de capital emprendedor que impulsa el crecimiento de las empresas, “el Venture Capital se ha consolidado como una solución viable entre el ecosistema emprendedor -como prueba los más recientes unicornios mexicanos-. La incursión de modelos innovadores como Venture Debt, son una opción más sostenible a largo plazo. Sin duda, permitirán el aumento de historias de éxito para las pequeñas empresas”.
Según datos de Pitchbook, el Venture Debt es una práctica consolidada en Estados Unidos. Tan sólo en 2020, las empresas o negocios en etapa inicial recaudaron 25 mil millones de dólares a través del Venture Debt, en comparación con los cinco mil millones hace diez años.
“Con esta alternativa de inversión, la empresa obtiene capital a cambio de una porción de acciones -no más del 40%- y sin el riesgo de perder el control de esta. Es un modelo de inversión flexible y escalable para emprendedores con la intención de adaptarse a cualquier desafío o condiciones inesperadas del mercado en el corto plazo”, puntualizó Yris.
De acuerdo con la Corporación Financiera Internacional (CFI, por sus siglas en inglés) este tipo de mecanismo permite a los inversionistas involucrarse con el crecimiento del ecosistema emprendedor y detonar la economía.
“El crecimiento de estas alternativas de inversión en México están madurando hasta convertirse en una opción atractiva para el ecosistema emprendedor, sin embargo, aún nos falta mucho por impulsar. Tenemos la visión de que estos fondos serán parte de la realidad de la gran mayoría de las empresas emergentes del país”, finalizó el directivo.