Cuando hablamos de emprendimiento intraempresarial, nos vemos abocados a considerar tres elementos fundamentales en su construcción:
El primero son los individuos que hacen posible el emprendimiento en las organizaciones ya establecidas, y facilitan su reinvención y sostenibilidad en el mercado. Son los trabajadores que siempre están retando los procesos, la manera de hacer las cosas, la cadena de valor y las relaciones con los clientes. Siempre encuentran las mejores y más creativas alianzas estratégicas para lograr los objetivos de la compañía. Retan los productos y servicios, ya que están convencidos que siempre se podrá hacer mejor. Se diferencian de los profesionales promedio, en que siempre están dispuestos, aman sus sitios de trabajo, manejan el conflicto como algo natural en las relaciones productivas en las empresas, su actitud es positiva y son lideres naturales en sus equipos de trabajo.
El segundo elemento que hay que considerar en el emprendimiento intraempresarial es la cultura emprendedora en la organización, cultura que invita a la reinvención, que, aunque tienen una fuerte orientación por los resultados y el trabajo bien hecho, aceptan el error como algo que puede suceder en la dinámica normal del desarrollo de actividades y de toma de decisiones en una empresa.
En estos lugares de trabajo, se reconoce el trabajo sobresaliente, el reconocimiento no es solo un programa sino una forma de vida que está en el ADN de todos los miembros de la empresa. Se considera que los aportes sobresalientes son los que hacen la diferencia, construyen y le dan sostenibilidad a la ventaja diferencial.
El último elemento y no por esto menos importante, es el liderazgo. Líderes que estén cercanos a sus equipos de trabajo, que les muevan la frontera cada día, que sean altamente exigentes y no por esto incurren en malos tratos, que aprecien las competencias de los colaboradores, y los hagan participes del proceso de toma de decisiones, que los inviten a poner ideas y sugerencias para mejorar procesos y maneras de hacer las cosas, que aprecien la diversidad, incluso la de aceptar opiniones diferentes a la suyas propias.
En conclusión, cuando coinciden estos tres elementos en una organización: colaboradores intraemprendedores, cultura de emprendimiento y liderazgo participativo, se está en una organización creativa, innovadora, que se reinventa en todo momento, que hace sostenible su promesa de valor y su ventaja diferencial y que sin duda retiene el mejor talento.