- ¿Cómo agregamos valor a la organización en tiempos de crisis? ¿Cómo podemos acompañar a nuestros colaboradores durante estos cambios?
Las crisis organizacionales no ocurren solamente en contextos de conflictos socio-económicos. Para cualquier organización, resulta importante aceptar que una crisis puede surgir a partir de una multiplicidad de factores y que, de hecho, existen situaciones en las cuales los conflictos son necesarios para generar un cambio. Por eso, es importante contar con algunas herramientas que puedan facilitar los períodos problemáticos. En un contexto de incertidumbre, ¿qué actitudes y herramientas podemos poner en juego?
Mientras se atraviesa una crisis, las organizaciones suelen transitar, a raíz de ella, una reestructuración. Para aquellas personas líderes del cambio, uno de los mayores desafíos es mantener una comunicación interna intensa, clara, auténtica y planificada. Mientras más miembros de la organización se involucren en las conversaciones y se sientan parte del circuito de la comunicación, se apropiarán de interacciones cada vez más empáticas.
De esta manera, se mantendrá, a pesar de las dificultades, la responsabilidad en manos de todo el equipo. Además, las devoluciones frecuentes permiten a los líderes recibir y responder inquietudes a tiempo, brindándoles también una pluralidad de ideas para desarrollar soluciones creativas.
¿Qué hace en las crisis?
La creatividad también juega un rol importante en la formación y el desarrollo del personal en tiempos de crisis/transformación. Mientras que algunas organizaciones recortan este presupuesto, a pesar de ser una herramienta clave para el crecimiento de sus colaboradores, otras organizaciones lo toman como una oportunidad para que sus líderes lleven a cabo formaciones interna.
En tiempos de crisis, los recursos se reasignan. Es en esta capacidad de recrear de manera creativa donde se suele evidenciar la transformación. Cuando ya no hay un plan formal de desarrollo, los líderes y los colaboradores tienen la posibilidad de apropiarse de la formación del resto de la organización.
Por ejemplo, se pueden generar planes alternativos de formación interna, o enfocarse en el desarrollo de las personas a través del mentoring y el acompañamiento.
El trabajo en grupos pequeños también permite continuar la creatividad en el desarrollo de las tareas, a pesar de los factores externos. Además, existe una formación implícita en estos tiempos que suele ocurrir entre colaboradores que reciben más responsabilidades. En esos casos, es importante transmitir que, con el otorgamiento de nuevas tareas, el objetivo es liberar nuevos talentos en la persona.
En contextos de incertidumbre, la toma de decisiones es fundamental. La falta de respuesta o el silencio sólo nutre el malestar generalizado, mientras que las decisiones tomadas a tiempo permiten corregir el rumbo antes de que sea demasiado tarde. Entonces, las organizaciones pueden comenzar por preguntarse: ¿cómo podemos convertir una crisis en una transformación?
Y, para empezar a moldear la respuesta a esta pregunta, un buen punto de partida es considerar a la crisis como un período en el cual toda organización debe centrarse en desplegar sus fortalezas.