El universo emprendedor está lleno de casos de personas que arrancaron bien de bajo y, pasito a pasito, llegaron bien alto. Cinco conocidas historias que van del cero a la cima.
Jeff Bezos
El director ejecutivo de Amazon mostró una aptitud para la mecánica cuando era bebé, cuando trató de desmantelar su propia cuna. Ha estado decidido por la construcción durante la mayor parte de su vida, y hoy en día, su gigante de las ventas al por menor vale miles de millones.
Bezos trabajó en McDonald´s durante un verano cuando era adolescente. Para el año siguiente, lo había picado el mosquito de los negocios, e inició un campamento de verano para niños que querían aprender más sobre la ciencia. Le cobró 600 dólares a cada uno de los seis niños del vecindario que se inscribieron.
Y aunque ahora es un multimillonario, Bezos hizo trabajos pesados cuando era niño, trabajando en el rancho de su abuelo «instalando tuberías, vacunando ganado y colocando molinos de viento», según una entrevista con el Seattle Times.
Larry Ellison
El fundador de Oracle, quien no terminó la escuela secundaria, ahora es uno de los hombres más ricos del mundo.
Nació de una madre soltera adolescente en la ciudad de Nueva York, quien no podía cuidar de él. Ellison fue adoptado por familiares cuando aún era un niño pequeño, y se trasladó al lado sur de Chicago. Su padre adoptivo era un inmigrante ruso pobre, quien le dijo a su hijo que nunca iba a alcanzar el éxito, según una biografía de Ellison escrita por Mike Wilson.
Cuando su madre adoptiva murió, Ellison dejó la universidad y se dirigió a California, pasando de un trabajo a otro.
Él ha dicho que «tenía todas las desventajas requeridas para alcanzar el éxito», y fundó su compañía de bases de datos, Oracle, en 1977.
Es un admirador de la cultura japonesa, y su dicho favorito supuestamente es de Genghis Khan, quien dijo: «No es suficiente si alcanzo el éxito. Todos los demás tienen que fracasar».
Howard Schultz
El director ejecutivo de Starbucks creció en viviendas públicas en Brooklyn, Nueva York, con sus padres y hermanos. Su madre, quien no terminó la secundaria, motivó a sus hijos a creer en su capacidad para tener éxito.
El padre de Schultz, un conductor de camión, fomentó el amor que su hijo sentía por los deportes. Y luego de conseguir una beca para jugar fútbol en la Universidad del Norte de Michigan, Schultz se convirtió en la primera persona en su familia en ir a la universidad.
«Resultó que no era tan buen jugador de fútbol como pensé, y ya no jugué después de todo», escribió Schulz en su libro «Pour Your Heart Into It: How Starbucks Built a Company One Cup at a Time». Para poder pagar sus estudios, recurrió a préstamos, trabajó de barman y en ocasiones, vendió su sangre.
Terminó trabajando en Starbucks como director de mercadeo en los años ochenta, y con el tiempo, ascendió hasta convertirse en el director. Bajo su liderazgo, la pequeña cadena de café se convirtió en la compañía más grande de café en el mundo, con 5.500 locales en 50 países, y siguen sumándose.
Jan Koum
Jan Koum tenía 16 años cuando emigró a Estados Unidos desde Ucrania con su madre. Los dos enfrentaron dificultades en su nuevo país, y dependían de la asistencia del gobierno para sobrevivir.
Koum aprendió por su cuenta sobre las redes de computadoras cuando era adolescente, y de adulto, cofundó la aplicación de mensajería WhatsApp, la cual Facebook adquirió este año por 19.000 millones de dólares. Firmó el papeleo del negocio con Facebook en la puerta de la oficina de asistencia social donde una vez le dieron cupones para comprar alimentos.
George Soros
George Soros sobrevivió a la ocupación nazi de su país natal de Hungría durante la Segunda Guerra Mundial, y emigró a Inglaterra en 1947.
Logró pagar sus estudios en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres por medio de varios trabajos informales, como lavaplatos y pintor de casas. Mientras trabajaba como mesero, alguien le dijo una vez que si se esforzaba, algún día podría llegar a ser el asistente del jefe de meseros, según una biografía de Soros escrita por Michael T. Kaufman.
Soros no trabajó como mesero por mucho tiempo. Llegó a convertirse en financiero y, en 1992, hizo mil millones de dólares de una sola vez cuando apostó en contra de la libra esterlina en un día conocido como el Miércoles Negro. Ahora es un ciudadano estadounidense; tiene una fortuna multimillonaria y hace donaciones generosas a varias causas.
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