Se estima que hasta un 74% de la minería mundial está ocurriendo en China y se calcula que en todo el mundo esta emite entre 3 y 15 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Los reguladores en China están considerando la prohibición de la minería de criptomonedas como una actividad económica “indeseable“, según un documento del gobierno publicado ayer.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (NDRC) publicó un nuevo documento que incluye una propuesta para prohibir la explotación minera de criptomonedas como Bitcoin en vista de la creciente opinión de que esta actividad es un desperdicio de recursos valiosos, un hecho con el que es difícil estar en desacuerdo cuando se examina el horrendo impacto ambiental. La propuesta está disponible para comentarios públicos hasta el 7 de mayo.
Se estima que hasta un 74% de la minería mundial está ocurriendo en China, lugar donde también se quema la mayor cantidad de carbono. Según un reciente informe en Nature Sustainability, la criptografía minera emite entre 3 y 15 millones de toneladas de dióxido de carbono al año en todo el mundo.
China contra criptomonedas
La propuesta de China de prohibir la minería es parte de un mayor impulso en contra de las criptomonedas en el país en los últimos años. El Banco Popular de China prohibió las Ofertas Iniciales de Criptoonedas (ICO) en septiembre de 2017, pero los entusiastas afirman que es fácil eludir esa prohibición.
No obstante, sería mucho más difícil eludir la prohibición total de las criptomonedas en el país, ya que el consumo de energía por sí solo tiende a revelar la ubicación de las computadoras necesarias para que esto ocurra.
Uno de los primeros mitos que surgieron en torno a las criptomonedas es que el dinero falso como Bitcoin no depende de la sociedad en general para operar, pero esto no es realmente cierto.
Bitcoin y otras criptomonedas dependen de una infraestructura moderna y de energía barata para mantenerse en el negocio y una vez que los gobiernos comienzan a tomar medidas enérgicas contra ellas, se convierten en un activo menos atractivo tanto para las instituciones financieras como para los consumidores.
Dada la cantidad de daño que las criptomonedas están haciendo al planeta, Bitcoin se ha convertido en poco más que un culto a la muerte de un especulador. Y mientras el gobierno chino se equivoca en muchas cosas, la prohibición de las criptomonedas parece ser una medida perfectamente sensata ante el desastre ambiental mundial.