En Irlanda, la compañía de pompas fúnebres Ron Massey & Sons alquila ataúdes de madera maciza, utilizados sólo durante el funeral.
Ron Massey y sus hijos ofrecen ataúdes de alquiler de maderas nobles y robustas, con perfectos acabados para que la imagen del entierro sea la adecuada a la solemnidad de las circunstancias. Pero dichos ataúdes sólo se usan para la ceremonia religiosa: el difunto está dentro de otro ataud, de madera más económica que se coloca dentro del cajón alquilado. Al terminar los oficios el ataud caro es desmontado y devuelto a la empresa y la cremación se realiza en el otro ataud más asequible que iba dentro.
¿Porqué este negocio? Simple: desde que en Irlanda autorizaron las cremaciones muchas familias consideraron que la quema de los ataúdes de maderas caras era un despilfarro, lo que llevó a Massey a inventar este redituable negocio.
De esta manera, la imagen del deudo y su familia quedan a salvo y el bolsillo no sufre menos que el corazón.