Dos ingenieros británicos, James Auger y Jimmy Loizeau, anunciaron el desarrollo de un revolucionario implante dental que consiste en un minúsculo vibrador y un receptor de ondas de radio que convierten el ingenio en un teléfono móvil.
Con el tamaño y las capacidades actuales de los microchips, estos ingenieros propusieron la idea de que dicho implante pueda usarse como un teléfono celuar completamente funcional.
Como es sabido, el sonido se transmite bien a través de sólidos y dicha transmisión se basaría en la llegada al diente de una señal de radio digital transmitida al oído mediante la resonancia del hueso, de manera que sólo el usuario podría escuchar la conversación de su interlocutor.
Hasta ahora con el celular se filma, se fotografia, se escucha música y hasta se habla por teléfono, ¿pero no será demasiado hablar con el mismo instrumento con que se mastica?