En diversas ocasiones he tenido la sensación de ser el tipo más cerdo sentado en el sofá. Quizá se debiera a la negación de los gusanitos a introducirse en mi boca al primer intento o a la tendencia de las pipas a expandir sus cáscaras al mismo ritmo que el universo.
En mi defensa diré que sí, puedo ser torpe, pero la torpeza es una característica momentánea mientras que la fuerza de gravedad es permanente, así que estoy seguro de que echar la culpa de toda caída a la gravedad tiene una mayor probabilidad de acierto que echármela a mí.
El Sofá Cerdo de Pavia Burroughs te asegura que siempre, siempre habrá alguien más cerdo que tú en el sofá: el propio sofá. Además es un cerdo tristón, lo que siempre le añade el valor de entrañable. Como podréis ver en el enlace, el artículo ya ha sido vendido, pero la buena de Pavia está más que dispuesta a fabricar otro para deleite de todo hogar que lo precise.
Fuente: No Puedo Creer