Aunque en Chile la industria del capital de riesgo es más que incipiente y según diferentes cifras aún representa no más del 0,06% del PIB nacional, en Estados Unidos -y sobre todo en Silicon Valley- son quienes convierten en tiempo récord una idea "techi" en una empresa a escala global.
Y es que el ecosistema de innovación que existe en el corazón tecnológico del mundo responde en gran medida al financiamiento disponible para emprendedores y empresas emergentes en la forma de Venture Capital o capital de riesgo (VC, por sus siglas en inglés). Sólo en 2007, los VCs apoyaron el lanzamiento de empresas que en total movieron US$ 34 mil millones. En su momento, Google, Amazon, YouTube, Amazon, Citrix y Apple o Atari fueron apalancadas por estos VC y transformadas en referentes mundiales.
Según Tom Byers, director del Programa de Emprendimiento Tecnológico de la Universidad de Stanford, los emprendedores no nacen, se hacen. Y en esa lógica, lo que necesitan es una oportunidad más que una buena idea. "Ahí los VC son esenciales, porque una oportunidad tiene que ir acompañada de recursos y networking (redes)", elementos que aportan estos fondos. Por eso, "junto con ser audaces, pacientes y adaptables, los emprendedores deben saber vender muy bien su idea", continúa Byers.
Evan Epstein, chileno radicado en San Francisco y Chief Operating Officer (COO) del Girvan Institute of Technology -organización que se dedica a apoyar a nuevas empresas-, cuenta que "los VC buscan emprendedores que innoven a través de nuevas tecnologías que puedan aplicarse a un mercado potencial de al menos mil millones de dólares".
Su objetivo: obtener dentro de los próximos 4 a 6 años un retorno equivalente a "10x" o diez veces lo invertido.
"Este modelo se basa sobre el concepto de que de cada diez inversiones, siete van a fallar, dos van a rendir razonablemente bien y una será el "home run" o el "golazo". Por eso tres empresas, y en gran medida el gran "hit", van a pagar por los demás emprendimientos fallidos", continúa Epstein.
Así ocurrió con YouTube, cuando la compró Google en 2006. La gigante de la web pagó US$ 1.650 millones por la plataforma de videos, y Sequoia Capital, el VC que apostó desde el principio por YouTube, había desembolsado US$ 3,5 millones en noviembre de 2005 y luego US$ 8 millones en abril de 2006. Resultado: no sólo obtuvieron el esperado "10x" sino que casi "50x" de retorno sobre su inversión.
Chilenos en busca de capital
Por todo esto, muchos emprendedores chilenos están hoy buscando financiamiento en EE.UU. para sus empresas. De hecho, hay 8 empresas chilenas que por estos días participan en diferentes rondas de financiamiento en Sand Hill Road -el Wall Street de la tecnología- en Silicon Valley.
Uno de los que está ahora en California es Oskar Hjertonsson, de Needish.com, la red de "necesidades" online que ya cuenta con inversionistas ángeles como Wenceslao Casares y Andrés Navarro. De los VC, "buscamos primero que nada plata. Luego, conocimiento y establecer redes", cuenta desde San Francisco.
En este momento, sin embargo, está full concentrado en las redes. Y es que son esenciales, ya que el boca a boca en este tipo de negocio, juega un rol central. Por eso, es importante ser presentado por alguien que ya pertenezca al networking.
"Los emprendedores chilenos que quieran levantar capital en EE.UU. deben estar preparados para instalarse en Silicon Valley o por lo menos constituir una empresa en EE.UU., que sería la receptora del capital. Porque es difícil que un VC norteamericano invierta directamente en una empresa en Chile", sostiene Evan Epstein.
Por eso mismo, ayer se realizó la muestra Patagonia 2.0 organizada por el Instituto Girvan, en la cual 8 start-ups chilenos mostraron ante una serie de VC sus emprendimientos y recibieron un feedback.
Uno de los que expusieron y fue oído por dos VC es Cristián Sepúlveda, de Ubiqq.com. "Las oportunidades para los latinoamericanos en este momento son muy grandes, por el modelo híbrido que los VC están desarrollado", cuenta. Y es que la apuesta es a invertir en empresas que tengan su base de operaciones en algún país latinoamericano, pero la oficina comercial y todo el management en EE.UU. "Esto se hace mucho con India e Israel, pero ahora están apuntando firmemente a Latinoamérica", sostiene.
Fuente: La Segunda