En la actualidad conviven en el mundo de las empresas tres generaciones que sienten, piensan y accionan de formas muy diferentes. Para reconocerlos podemos hablar de aquellos que hoy tienen entre 45 y 60 años, la generación X que hoy está entre los 30 y 40, y los de 20 y pico.
Los padres de los primeros, crecieron acostumbrados a trabajar en empresas sólidas y sustentables, inalterables en el tiempo. La idea post guerra era la de construir organizaciones que sobrelleven cambios de época, además la estabilidad estaba asociada a la seguridad, y esta última solo dependía del management adecuado. Entonces, sus hijos llevaron adelante la bandera de los estudios universitarios y el conocimiento: una mayor profesionalización nos dará mejores resultados
Y entonces llegamos a la generación X, donde todo cambio comienza a ser bienvenido, donde ser profesional es bueno pero mejor es ser efectivo, y no importan tanto los caminos porque pueden desarrollarse nuevos. Esta generación a diferencia de las otras: habla, se comunica en forma constante, necesita conversar. Las anteriores definen y quieren que se ejecute un plan.
Hoy, tenemos también a la generación “tecnológica”, la del Ipad. Buscan resultados acompañados de la necesidad de querer divertirse, pasarla bien, disfrutar y, al mismo tiempo, relacionarse con lo laboral desde un perfecto equilibrio volcado hacia lo personal. Esto hace que entiendan el compromiso y la responsabilidad desde otro lugar muy diferente a los anteriores. Para ellos una charla en escribir por el chat.
Lo cierto es que si bien las diferencias generacionales siempre existieron, en la actualidad las consultas de las empresas son más frecuentes. ¿Por qué es esto? Porque estas diferencias, estas características que van cambiando, ya no se dan cada diez años, sino entre dos y cuatro años de una edad a otra. Esto hace que la forma de comunicar y relacionarse dentro de las organizaciones cambie y mucho. Los hábitos que se aplican son bien diferentes y produce un vacío comunicacional importante a la hora de formar equipos de trabajo dentro del área o inter área. En la actualidad podemos decir que una gran razón para los conflictos puede ser las interpretaciones o, lo que en solemos llamar juicios: estos no se basan en afirmaciones bien constituidas o evidenciables, sino en una forma de generalizar la forma de actuar de tal o cual generación es así. En resumen, podríamos decir que las relaciones 3G necesitan de apoyo para encontrar un idioma común.
¿Cuál sería la mejor formula para convivir en paz y coincidir en la búsqueda de una meta común?
Es necesario e importante que todas las generaciones se reconozcan entre sí, ninguna es más importante ni más efectiva si no cuenta con la otra. La empresas deben tener especial cuidado y énfasis a la hora de ingresar, desarrollar y promover a sus recursos. Los líderes deberán tener una mirada abierta a las diferentes generaciones.
Los más grandes deberán desarrollar su capacidad de escucha y paciencia, integrando a los más jóvenes con sus métodos y formas, con hábitos bien diferentes pero muy efectivos también.
Los más jóvenes y más tecnológicos deberán desarrollar su escucha y paciencia para aceptar la voz de la experiencia y respetar los logros y resultados obtenidos con diferentes caminos, que ni la mejor universidad les dará. Aceptar es integrar, no resistir ni luchar, simplemente permitir que el ojo de otra generación se sume a la mía.
El trabajo de los líderes del siglo XXI tendrá que ver con una gran capacidad de escucha y de integrar las diferentes generaciones tras un objetivo en común, reconociendo que no se trata de la edad, las diferencias son de conocimiento, de energía y experiencia diferentes. Cuanto más amplia sea la mirada de los líderes, mejor será el resultado en los negocios y en el clima laboral.
Los incentivos, motivación y bienestar en la actualidad son también muy diferentes para cada una de estas generaciones: quien no comprenda esto, no estará teniendo en cuenta el problema 3G y sus derivaciones. En conclusión no tendrá en cuenta muchos de los problemas que se puede evitar un líder y una empresa utilizando la integración y el desarrollo en equipo de estas diferencias.
Busquemos las diferencias y hagamos que están sean un trampolín hacia la comunicación efectiva y el logro de nuevos caminos, más exitosos y más felices.
por Alberto Attias, Presidente de Vimalakirty Coaching y Management