Hay muchas estrategias para hacer frente y prevenir el agotamiento. Aquí tenemos 5 de las más sencillas para hacer del trabajo algo más motivador y agradable.
Un sondeo de Gallup de 2012 revelaba que el 87% de los empleados en todo el mundo no están “activamente comprometidos” con sus trabajos. Esto significa que, en promedio, los empleados quemados superan ampliamente a los satisfechos con su trabajo. Las teorías tradicionales dicen que este desgaste es causado por trabajar demasiadas horas o soportar demasiado estrés, aunque las causas, y los consejos para hacerles frente, son más variados:
1. Averiguar qué tipo de problemas tienes. La Association for Psychological Science señala que el desgaste laboral se presenta en tres formas diferentes, y cada una necesita una solución diferente: sobrecarga, falta de desarrollo y abandono.
2. Empezar a decir “no”. Cada “sí” que pronunciamos añade otra tarea a nuestra lista. Si adquieres demasiados compromisos, es mejor empezar a decir “no”. Si tienes demasiadas ideas, ejecuta unos pocos y pon el resto en segundo plano. Responde al correo electrónico a horas fijas, apaga el teléfono cuando acaba la jornada. El mundo no se acabará por ello.
3. Hacer del tiempo de inactividad un ritual diario. Para ayudar a aliviar la presión, programar bloques diarios de tiempo de inactividad permite recuperar el cerebro y aumentar el bienestar, aunque sólo sea por 15 minutos. Puede hacerse de muchas formas: desde la meditación a la siesta, un paseo, o simplemente apagar el wifi durante un tiempo.
4. Dejar de ser tan perfeccionista. Tratar de aprovechar al máximo cada tarea y exprimir cada gota de la productividad de su trabajo creativo es una receta para el agotamiento y la dilación. Es preferible fijarse límites aceptables para el trabajo y ceñirse a ellos.
5. Dividir los proyectos en trozos pequeños. Abordar una tarea en su totalidad puede ser agotador y ofrece poco espacio para el descanso. Romper sus proyectos establecidos en trozos con sus propios plazos proporciona una manera mucho más sana y más fácil de completar un gran proyecto. La manera en que se presenta una tarea a alguien, o la forma en que nosotros la presentamos a nuestro cerebro, tiene un impacto significativo sobre el grado de motivación.
Vía 99u.
Juan Miguel Revilla