por Daniel Colombo*
Acompañado por Arlen Solodkin, se refirió a diversos estudios mundiales sobre el tema, entre ellos, uno en el que él participó y que midió el índice de Latinoamérica, que resultó, según esos parámetros, la región más feliz del mundo.
Tal Ben-Shahar, nacido en Israel, doctor en Psicología y Filosofía, fue profesor durante 25 años de la cátedra con más cantidad de alumnos en toda la historia de la Universidad de Harvard, precisamente sobre la ciencia de la felicidad. Actualmente dirige sus propios proyectos y consultorías, y sigue enseñando los principios para tener una vida más plena y con bienestar.
“El principal obstáculo para la felicidad es la expectativa de que tengo o debo ser feliz. Es algo bastante irreal, porque es posible que tengamos momentos en los que te sientas infeliz: permítetelo”, comentó.
Esto significa que la expectativa de cierta “obligación social” por ser felices coarta en gran parte la posibilidad de serlo, y, además, de disfrutar del trayecto.
Felicidad y bienestar no son lo mismo
Una distinción interesante es la diferencia entre felicidad, bienestar y calidad de vida.
Según su mirada, la felicidad es el concepto paraguas y la meta más alta para una persona. A su vez, el ser felices incluye al bienestar, entendido como el estado interno de equilibrio y satisfacción en diversas áreas de la vida, incluyendo lo físico -por ejemplo, tener salud y alimentación-, lo mental, espiritual, intelectual, relacional y emocional.
En cuanto a la calidad de vida, está conformada por los hábitos y por la repetición de conductas que, si son positivas, ayudarán a conformar el estado de felicidad que quieren conquistar muchas personas.
Los rankings de países más felices
Tuve la oportunidad de preguntar a Tal Ben-Shahar acerca de su opinión de los rankings que aparecen anualmente de los países más felices del mundo.
Al respecto, comentó que todo depende de las preguntas, las muestras, las metodologías con que se realizan las encuestas y los grupos de personas entrevistadas. Y señaló que, desde su perspectiva, “Este tipo de estudios sirven para tomar conciencia de dónde se ubica un país respecto a un contexto mundial determinado”.
También compartió su experiencia personal, analizando los países de América Latina, cuyo estudio, publicado hace cinco años, dividió la muestra en rangos de edades: 18 a 34, 25 a 54, y 55 años en adelante.
El resultado fue que Latinoamérica es la región más feliz del mundo según esa muestra con un rasgo particular que, declaró, le llamó mucho la atención: las personas más felices fueron las de más de 55 años, donde apareció en forma notoria la capacidad relacionarse en forma presencial, versus la virtualidad de los grupos más jóvenes, sobre todo por la interacción que realizan principalmente en las redes sociales. Cabe recordar que este estudio se realizó años antes de la pandemia del Covid-19.
Los estudios de felicidad de los países dan contexto. Si los gobernantes quisieran, son un punto de referencia, como información, para posibilidad elevar los niveles en que aparecen en futuras ediciones, señaló.
“Cuando un país estudia este aspecto en sus habitantes es importante considerar la micro y la macro felicidad”, que estarán muy ligadas a cuestiones de coyuntura que atraviese cada nación.
También especialista en felicidad, Arlen Solodkin, compartió que algunos aspectos que pueden determinar el mayor o menor sentido de felicidad individual o de la población de un país, son la libertad, la aceptación y el poder elegir, y que en Latinoamérica se observa cierta tendencia a gobiernos de algún tinte autoritario, lo que, en general, puede impactar negativamente en la construcción de un horizonte de mayor bienestar.
La fuerza de voluntad, por si sola, no basta para ser felices
Tal Ben-Shahar compartió otras perlas de conocimiento y de sabiduría en forma práctica y concreta. Aquí, doce conceptos para pensar:
- La fuerza de acción y la fuerza de voluntad permite que las personas logren cualquier cambio en su vida.
- La fuerza de voluntad, por sí misma, no basta. Hay que combinarla con la acción permanente.
- Sólo imaginar que tienes éxitos, no te ayudará a alcanzarlo. Lo que sí te hará alcanzarlo es imaginarte también cómo es la ruta hacia lo que quieres conseguir, y ponerte en acción.
- No alcanza con creer, necesitas trazar la ruta y seguirla.
- Todos vivimos con entornos donde nos vemos afectados mutuamente.
- En las empresas que quieren aumentar la felicidad de sus empleados, todos pueden contribuir con ese impacto. Posiblemente si tienes un cargo alto es mucho más rápido de lograr, aunque cada persona también tiene la posibilidad de impulsarlo y expandirlo.
- Todos tenemos neuronas espejo, a través de las que imitamos en nuestra mente la acción de alguien más. Esta imitación es muy importante: por empezar, así es como un bebé aprende a hablar; nosotros aprendemos a actuar y comportarnos; aprendemos también las bases morales.
- El liderazgo tiene mucho que ver con la imitación. La gente hace más lo que hacemos, que lo que decimos. Por esto es por lo que el ejemplo es tan relevante.
- Si quieres traer más felicidad a tu equipo, necesitas escuchar más. También, crear entornos de seguridad para las personas. Entre más pueda guiar con el ejemplo, más propenso estarás para crear este entorno alrededor.
- En una empresa financiera cuyos empleados se mostraban insatisfechos y desmotivados, un colega de Tal, experto en gestión del estrés, propuso que cada dos horas de trabajo tomen una pausa de 30 segundos. ¿En qué consiste esta pausa activa? Simplemente en silenciarse, y en inhalar y exhalar profundamente 30 segundos, 3 veces seguidas, todos los días. Para hacerlo un hábito los empleados crearon recordatorios en sus puestos de trabajo, y pusieron alarmas en sus celulares. Al cabo de tres meses el clima laboral había mejorado notablemente. La clave está en hacerlo con regularidad y con consistencia en el propósito.
- Otra experiencia interesante y muy sencilla de implementar en las empresas es establecer que cada persona que trabaja mantenga una interacción positiva breve con al menos 2 personas de su entorno. Pequeñas acciones, sostenidas en el tiempo, provocan un gran impacto.
- Para traer sentido de felicidad a lo que haces, incluso si estás aburrido de tu trabajo, proponte buscar algo nuevo todos los días. Por pequeño que sea. Cambia de ruta hacia la oficina, modifica algo de tu entorno, lo que sea. Observa y trae consciencia de cosas novedosas.