De forma directa o indirecta, todos los días tenemos contacto con el producto/ servicio de algún emprendedor que hace algo tan bueno, que simplemente queremos usarlo.
Los millennials o generación Y cada vez hablan menos de corporaciones y más de startups, un concepto poderoso para empresas de alto impacto. Hernán Aracena, fundador de Oja.la, startup educativa que ayuda a los emprendedores, considera que el 70% de los emprendimientos a nivel mundial fracasan antes de los cuatro años, y no por la falta de ideas sino por una mala implementación.
Steve Jobs, Bill Gates y Mark Zuckerberg son recientes ejemplos de emprendedores con un legado gigantesco que afectan las vidas de millones de personas. La pregunta que surge es ¿cómo lo hicieron? Aracena, cuya plataforma es usada por miles de emprendedores, presenta las 10 características que debe tener un producto para cautivar a sus usuarios.
Ser memorable – La misión es generar una buena primera impresión, seducir durante esos primeros momentos de interacción entre usuario y producto y tener en cuenta que el tiempo y el contexto determinan la calidad de la interacción. Lo mismo ocurre cuando envías un primer correo o la primera vez que alguien escucha tu idea, surgen las oportunidades para cautivar.
Ser simple – Luego de una primera buena interacción viene el segundo desafìo de la permanencia. Los emprendimientos (como Facebook) crecen por la interacción de la conversión, es decir, el número de personas que conocieron el producto versus el constante uso después de la interacción inicial, esto define la velocidad del crecimiento. Entre más simple sea el inicio y la usabilidad permanezca, más rápido será el crecimiento.
Nunca ignorar a sus usuarios – Para que un producto en internet no sea abandonado por sus usuarios es importante que la empresa esté siempre dispuesta a recibir el feedback de sus clientes. Un grave error es pensar que la falta de interacción de los usuarios con la marca represente falta de interés o que una crítica negativa de un usuario lleve a la empresa a tomar una postura defensiva.
Marcar la diferencia – Cada startup es única y esto debe reflejarse hacia sus usuarios. Las características que destacan el producto de sus competidores deben ser percibidas e incorporadas en cada acción que se desarrolle, ya sea en su comunicación y promoción o en la práctica de su servicio.
Ser emocionales – Los usuarios pueden olvidar lo que hacen, pero no lo que sienten. Existen muchas empresas alrededor del mundo que marcan la diferencia al momento de usar sus productos por primera vez, pues priorizan una estrecha afinidad entre usuario y producto como mecanismo generador de emociones que despierten sentimientos de afecto por sus productos, de esta manera se convierten en “love brands”.
El valor del primer usuario es el mismo del usuario 100,000 – Hacer los productos de forma no masiva. Es importante conocer a profundidad las necesidades e intereses de los usuarios e ir aumentando la producción con base al conocimiento que se va adquiriendo y la respuesta de los clientes.
Generar usuarios fanáticos – Es mejor 100 personas apasionadas por tu producto que un millón de usuarios poco comprometidos. Para crear un producto que la gente ame en internet es vital enfocarse en esas personas fanáticas del producto ya que serán el mejor referente de la marca y generarán el boca en boca que se necesita para promover el producto de manera orgánica.
Ser creador y usuario – Los mejores productos de internet se crearon con base en las necesidades de sus creadores. Ellos asumieron el rol de consumidor final, probaron el producto hasta encontrar las características que necesitan los usuarios y generan empatía.
Ser enfocado – Lo importante es hacer un producto muy bueno, que se enfoque en brindar funciones para ciertas necesidades sin importar si estas son muy básicas. Un buen producto no se destaca por ser multifuncional sino por estar bien enfocado en una necesidad. El pretender crear algo que abarque mucho es un error.
No pretender ser el primero pero sí el mejor – Al usuario no le importa quién es el primero, sino quién le soluciona su problema. Google fue el último buscador de su categoría y Facebook fue la última red social, entonces no es quién lo haga primero, es quién lo haga correctamente.
Hernàn Aracena, CEO y fundador de Oja.la.