A menos que tenga el poder de cambiar drásticamente las expectativas de los clientes, las bases de la ventaja competitiva o la lógica económica de una industria, la innovación no tendrá impacto, no será radical. De allí que, para aumentar las posibilidades de éxito, haya que aumentar la cantidad de ideas «radicales» que es capaz de generar la organización.
Gary Hamel. Presidente de la consultora Strategos. Coautor del libro «Competing for the Future» y autor de «Leading the Revolution».