La educación online nació para permitir a las personas obtener los conocimientos y habilidades de forma más rápida y responder a las nuevas demandas profesionales.
En algo parecen estar de acuerdo todos los sectores vinculados a la educación en Argentina: la obsolescencia de la educación tradicional tal como la conocemos frente a un mundo cambiante y en plena revolución tecnológica.
La nuevas tecnologías están transformando todas las industrias y creando un nuevo paradigma laboral, que demanda profesionales altamente capacitados y competitivos. Y como cualquier proceso histórico profundo, habrá perdedores y ganadores. ¿De qué lado quedará la Argentina? ¿Qué rol tendrá la educación en este proceso de adaptación obligatoria? ¿Será capaz de dejar de ser una economía meramente agroexportadora para volverse una economía del conocimiento?
De la necesidad surge la creatividad para pensar en soluciones. Así fue como la educación online nació para permitir a las personas obtener los conocimientos y habilidades de forma más rápida y de esa manera poder responder a las demandas de la industria de un futuro que ya llegó.
Diagnóstico: crisis educativa y talento escaso
Desde escuelas primarias y secundarias hasta universidades públicas y privadas, el agotamiento del sistema actual es más evidente que nunca: tasas de deserción cada vez mayores, una gran disparidad entre la educación privada y pública, un gap creciente entre el mercado laboral y la universidad, tasa de desempleo juvenil del 18% según la OIT, contenidos curriculares atrasados, metodologías arcaicas y estructuras de aprendizaje propias del siglo pasado.
Si bien una de las principales razones de deserción temprana (primer y segundo año) se debe a una formación deficiente que los chicos traen de la secundaria la duración de las carreras también es un factor que desmotiva. Adicionalmente, en Argentina, donde las empresas contratan a estudiantes en sus primeros años sin exigir diploma universitario, estos creen que los últimos años no son necesarios y abandonan.
¿Cómo explicar la caída de egresados en ingeniería en un país donde el perfil de mayor demanda de la industria son ingenieros? Según el Centro Argentino de Ingenieros (CAI), en Argentina hay un ingeniero cada 6.000 habitantes mientras que en Alemania hay uno cada 2.000.
Dentro de este contexto de caducidad y readaptación del sistema educativo tradicional y de los rápidos cambios y demandas del mercado laboral, surge la necesidad de una educación más efectiva que responda más rápidamente a esta transformación y evolución.
Educación y trabajos del futuro: nuevas tecnologías, nuevos desafíos
El diagnóstico actual es que estamos intentando cubrir los empleos del siglo XXI con habilidades del siglo XX. Los oficios de bajo valor agregado están condenados a desaparecer mientras otros tendrán la oportunidad de reinventarse. Se calcula que 7,1 millones de empleos dejarán de existir para 2020 en todo el mundo gracias a la digitalización y los avances tecnológicos de la industria. Aún así, millones de empleos se crearán gracias a las nuevas industrias: automóviles autónomos, inteligencia artificial, impresión 3D, Big Data, Internet de las Cosas, robots, drones, blockchain y más. ¿Estamos preparados?
Según el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), 7 de cada 10 empresas argentinas han buscado incorporar personal de perfil técnico en el último año y el 51% de ellas tuvo dificultades para hacerlo, siendo el principal limitante la falta de competencias técnicas. Adicionalmente, afirman que existe una necesidad de actualización del conocimiento y de habilidades prácticas frente a las demandas de la industria. Esto se condice con la afirmación del Foro Económico Mundial: las habilidades que adquirimos hoy serán la mitad de valiosas en cinco años, es decir que, basado en la duración promedio de una carrera en Argentina, lo aprendido en el primer año ya casi no tiene utilidad cuando la terminamos.
En 2016 la industria argentina del software incorporó a 2.800 nuevos profesionales, pero quedó una demanda insatisfecha de 5.000 puestos por cubrir, según datos del Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos.
La competitividad de las empresas es la primera víctima de este déficit y con ella, el desarrollo económico del país. Evitar un escenario crítico de desempleo e inequidad requiere de medidas inmediatas y acciones coordinadas. El Plan 111mil del Ministerio de Producción de la Nación es un ejemplo de buenas iniciativas en la dirección correcta.
La educación online: poniéndonos al día con la revolución
En Argentina, los perfiles de mayor demanda y mejor sueldo en 2018 serán ingenieros y expertos en IT y a nivel global, ya es evidente la gran demanda de perfiles en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Las habilidades blandas también tendrán un alto grado de relevancia. Dos roles en particular se destacan: vendedores especializados, quienes deberán ser ser capaces de comercializar y explicar su oferta en un contexto técnico y de constante innovación, y managers seniors, quienes tendrán la tarea de llevar a sus empresas a buen puerto en un ambiente de cambio y disrupción.
¿Cómo puede la educación online ayudar a hacer frente a la escasez de talento calificado?
Las plataformas de educación online están generando dos impactos inmensos: el impacto social a través de la democratización de la educación, y la mejora en la empleabilidad a través del desarrollo de profesionales competitivos y aptos para las demandas del mundo actual.
La educación online está derribando los obstáculos de este atraso, ya que permite que una persona pueda reducir su tiempo de aprendizaje de nuevas habilidades de 4 o 5 años (lo que dura una carrera promedio) a sólo 1, y reducir en un 80% o más el costo de lo que le cuesta un semestre o un año en la universidad.
“En todo el mundo hispano hay demanda por más de un millón y medio de profesionales en tecnología. La programación, el diseño interactivo y el marketing online son algunas de las profesiones que no necesitan años de academia para aprender y cuyos empleos se encuentran no sólo en nuestras ciudades sino en el mundo entero. Es la industria mejor pagada de nuestra era y sólo se necesita una computadora e Internet para ser parte”, afirma Freddy Vega, CEO de Platzi, cuya metodología logra que el 70% de los estudiantes que empiezan un curso lo terminen (la tasa estándar del sector no supera el 10%) y que el 80% de sus estudiantes obtengan un mejor salario o un mejor empleo luego de un año de capacitarse con su plataforma.
Plataformas como Platzi están haciendo esto posible: a través de sus más de 130 cursos en programación y cultura digital, Platzi le da las herramientas a cualquier persona para adquirir los conocimientos más actualizados, impartidos por expertos reconocidos y con una metodología propia enfocada en el desarrollo de habilidades reales y tangibles. Inteligencia Artificial, Bitcoin & Blockchain y Seguridad Informática hasta Marketing Digital y Diseño de Interfaces son algunas de las carreras más destacadas.
La educación online no está buscando reemplazar a la academia. Las Universidades tienen un rol formativo esencial que la educación virtual jamás será capaz de imitar. En todo caso, está empoderando a las instituciones tradicionales en el proceso de generar las próximas generaciones de profesionales competitivos.
Nosotros tenemos un ambicioso objetivo para 2018, el de entrenar al próximo millón de programadores de América Latina. La misión: transformar las economías de nuestra región y convertirlas en potencias en tecnología y economías del conocimiento.
La Argentina tiene una oportunidad única de liderar este proceso. En este desafío, ¿será un líder o un seguidor?