Siguiendo la línea de editorializar a partir de los temas que proponen los suscriptores hoy voy a discurrir brevemente acerca del tema propuesto por Arnoldo Garay de Brinks Argentina: Motivación de Equipos de Trabajo.
Quiero realizar un pequeña pero importante advertencia. Lo que pienso escribir está mucho más emparentado con mi experiencia en el campo como técnico de equipos de handball y preparador físico de equipos de fútbol que a conceptos teóricos extraídos de la psicología, la sociología o la pegagogía que aprendí en mi formación profesional. Eventualmente, un mix de ambos. Y lo voy a hacer rápido (sé que tu mañana de trabajo es agitada) y simple. Van unos tips.
* La motivación es un arte. El arte de lidiar con la ambigüedad. Debes provocar conformidad e insatisfacción. Evitar el disconformismo tanto como el aburguesamiento.
* Atender a las múltiples motivaciones: hay personas que las motiva el dinero, otras el poder, otras la gloria, otras el desafío permanente. Imprescindible conocer a las personas más allá de lo discursivo y las acciones del día a día. Penetrar en el alma para acompañarlo en su crecimiento.
* Evitar la «motivación utilitaria» (aquella que solo está destinada a mejorar el rendimiento de la empresa).
* Pequeños gestos encienden la empatía, la voluntad y la alineación. Para llegar a ello solo es necesario un ingrediente: sensibilidad.
* Hoy más que nunca: generar un ambiente divertido. El trabajador estereotipado, serio y aburrido, orientado solo a la maximización de rendimiento laboral, es un paradigma claramente decadente y olvidado. Y para que ese ambiente sea divertido (entre otras cosas) en cada departamento ¡ hay que contratar al menos una persona «divertidamente capaz» !.
* Hetereogeneidad: personas sentimentales y racionales. Serias y divertidas. Etc, etc, etc. La homogeneidad debe estar solo en el objetivo. Permitir distintas «rutas convergentes» para el mismo punto de llegada.
* Discursos contundentes. » ¿Quieres pasarte el resto de tu vida vendiendo agua con azúcar o quieres cambiar el mundo?» Con esa frase Steve Jobs en 1983 consiguió convencer al antiguo presidente de Pepsi, John Sculley, para que trabajara en Apple.
* La motivación debe partir de un líder íntegro, absolutamente respetado (en conocimientos y en valor humano). Al no existir credibilidad la motivación se transforma en artificio.
* Contemplar las motivaciones grupales e individuales y armonizarlas en una «estrategia motivacional»
* Elegir los momentos adecuados para la motivación. No esperar a que, perdón por la vulgaridad, «las papas quemen» o el desánimo cunda. Estar atentos a los «momentos de la motivación» requiere tener la intuición de saber cuando reforzar o menguar los estímulos motivacionales.
Espero poder contarles algún día las últimas experiencias que recogí en el campo de la motivación estos últimos días cuando fuimos con un grupo de deportistas de Necochea a intentar nuestra epopeya deportiva en un torneo élite en Argentina. Les juro que fue un curso acelerado de liderazgo, motivación y estrategia para los tres integrantes que componemos el «directorio» (cuerpo técnico). Transferir estas enseñanzas al ámbito empresario me divierte. Les debo las anécdotas para cuando vuelva a recalar en estos temas.
«Hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen; los que miran las cosas que pasan y los que se preguntan qué pasó.» dijo Nicholas Butler. Si quieres motivar debes poder reconocer cada una de ellas. Las segundas y terceras para motivarlas a la acción e invitarlas a abandonar el rol de espectadores del mundo. Las primeras para dejarlas volar.
CONSULTORIO DE CREATIVIDAD
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
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Para crear buenas estrategias en el equipo de trabajo sin lugar a dudas se deben conocer las tecnicas directivas que conduzcan a la motivación , un buen discurso motivacional seria un ejemplo de ello.