Saben ustedes que soy un defensor a ultranza, casi radical, de los factores no visibles y no cuantificables de la creatividad, sus aliados la intuición, el insight, la corazonada y otros.
De todos modos ello no obsta para que pueda saber y comprender mecanismos más palpables, que a veces nos demandan los CEO y ejecutivos, como manera de “objetivizar” las ideas de nuevos negocios y formar un colchón de racionalidad que si bien no lo necesitamos nosotros (los creativos) si lo necesitan quienes detentan los poderes de decisión acerca de cuando una idea “va para adelante” (los ejecutivos).
Uno de los parámetros para tamizar una idea de una manera preliminar pero valiosa son los siguientes puntos que nos pueden detentar “una idea del valor de la idea”:
1) Mercado
2) Rentabilidad
3) Control
El primero está referido a los aspectos básicos de un “business plan” o plan de negocios. Target al que va dirigido el producto o servicio, porción de mercado a capturar, crecimiento, competencia, etc.
El segundo, la rentabilidad, también son aspectos que conforman un plan de negocios, específicamente referido al cash flow o flujo de caja estimativo para un plazo determinado. Además de estimar el punto de equilibrio, rendimiento, etc.
El tercero, el control, se refiere a cuanta porción pienso ocupar. Como “creador” o “fundador” , en etapas de start up generalmente el control pertenece al creador. Ese control suele ir licuándose en la medida de necesitar inversores que a cambio de los activos monetarios se hacen de “porciones de control” importantes.
Si los tres presentan una evaluación objetivamente positiva: adelante!, no hay motivos para esperar. De todos modos grandes emprendimientos fueron exitosos con un análisis bastante precario de los puntos anteriores y con planes de negocios realizados con escasa meticulosidad.
Si alguno de los puntos reportan positivos mientras otros presentan dudas, el progreso en la idea depende de que las fortalezas del análisis sean verdaderamente factores de ventaja competitiva sostenible mientras que las debilidades sean salvables a corto plazo.
Si los tres factores presentan más dudas que certezas entran a tallar las convicciones y la pasión de su creador. No es para timoratos, si para visionarios. Recuerden que muchas de las grandes ideas fueron incomprendidas para su época, aún para los especialistas, pero fueron mojones de innovación que se empezaron a ver con el tiempo y el tesón de sus fanáticos impulsores.
Deseo de todo corazón que más allá de los atributos objetivos que pueda proporcionar una idea, nunca dejes de lado (perdón por la sensiblería) ese brillito en los ojos y ese palpitar agitado de tu corazón cuando hablas de tu idea.
Algo de razón (mercado, rentabilidad, control) más algo de sinrazón (emoción, intuición, creación, valor, audacia) puede ser el “combo” más adecuado para llevar tu idea adelante.
¡Adelante!
* Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
Para diseño creativo de productos o servicios, acciones de marketing, publicidad, disertaciones, talleres o desarrollo del potencial de creatividad individualizada: [email protected]
Me parece genial tu comentario. Creo que todos nosotros (los emprendedores) debemos de poner las «barbas en remojo» y hacer algún tipo de evaluación del proyecto pero… sin perder esa «locura» que nos caracteriza.
Saludos desde Pigüé.-
Muy bueno y motivador Germán!!