Fustigada y vilipendiada la imaginación. Casi como si no fuera un atributo de nuestra naturaleza. ¿Para que está en nuestro arsenal cognitivo si no es para usarla? ¿ Será porque rompe el orden establecido ? Ahí radica la dificultad de la innovación empresarial; en la contradicción orden – ruptura. Si la disrupción fracasa sobreviene el castigo; si el orden se sostiene se dilata el «siga…siga». Superar esa contradicción requiere esfuerzo, tiempo y apertura en la estrategia de negocios.
Es obvio, a los muy imaginadores se les etiqueta velozmente como ausentes de realismo sin entender que todo, absolutamento todo de lo real, antes tuvo que ser imaginado. Al decir de Richard Wagner es la imaginación la que crea la realidad. ¿ Qué fue primero ? ¿ El avión o las impertinentes sinapsis de los hermanos Wright ?
La razón es un commodity, la imaginación su diferenciación. Siempre encuentras alguien que tiene razones para menoscabar las ideas de los innovadores, pero son los mismos que nunca pueden alumbrar un ¡eureka!.
La conformación de equipos con individuos con tendencia a la imaginación (¡cuanto más desmedida mejor!. No están para diagramar la mejor opción sino la más divergente) e individuos experimentados con tendencia a la racionalización (caracterizados por el pensamiento convergente) es la opción estratégica recomendada. La imaginación no se comporta con productos en singular. Puedes alumbrar una, cien y mil ideas. Esta fue la estrategia en el sonado caso de los mineros chilenos. No fue la idea y el plan A el que provocó la admiración mundial. Fue el B, una mezcla de ideas chilenas, productos alemanes e innovaciones japonesas. Por las dudas también tenían un plan C.
Así como las empresas del siglo XX se caracterizaron por una desmedida opción de esta segunda posibilidad de racionalidad y convergencia, este siglo XXI encuentra las tendencias mutando a un equilibrio en la conformación de las cualidades cognitivas y emocionales de los individuos donde las estadísticas se van haciendo cada vez más amigas de procesos de comprensión heurística .
Y la imaginación se comporta y se vincula de manera socialmente viral. Observemos el caso de Procter & Gamble. Sus CEOS proponen «La mitad de las ideas deben venir de fuera y debemos doblar la capacidad de innovación de la compañía sin incrementar los costes». Las cifras son contundentes. All momento de empezar la iniciativa, hace solo unos pocos meses, P&G tenía a 8.200 personas trabajando en innovación, 7.500 dentro de la compañía, 400 con proveedores y unos 300 externos. Hoy en día tienen a unos 16.500, 7.500 internos, 2.000 con proveedores y 7.000 con partners virtuales.
Otro caso. Google quiere ser el General Electric del siglo XXI. Con apuestas tan disímiles como autos sin conductor, parques eólicos en el océano y muchas otras su fórmula es disciplinadamente indisciplinada: 70 por ciento de sus recursos se dedican a sus operaciones de búsqueda, un 20 por ciento a otros proyectos conectados lateralmente con los anteriores y 10 por ciento a iniciativas absolutamente desconectadas.
La imaginación sola no alcanza. Necesitamos la imaginación aplicada, direccionada, sustentada y…. ¡valorada!. Es necesario comprenderlo para despues hacerlo acto.
Al fin y al cabo, como dijo Théophile Gautier «En la lucha contra la realidad, el hombre tiene solo un arma: la imaginación».
CONSULTORIO DE CREATIVIDAD
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
Para diseño creativo de productos o servicios, acciones de marketing, publicidad, disertaciones, talleres o desarrollo del potencial de creatividad individualizada: [email protected]