por Dr. Horacio Krell*
¿La gordura proviene de tener pensamientos negativos o de aquello que se come?
Algunos suponen que uno crea su realidad con lo que piensa y hasta provoca sus propias enfermedades. Otros piensan que comer comida basura es atentar contra sí mismo.
El mayor tamaño de la corteza cerebral es la razón por la cual el hombre es el animal más inteligente, imaginativo y puede anticiparse a los hechos aun antes de que estos ocurran.
Esto le permite planificar, crear métodos para alcanzar objetivos, prever posibles obstáculos y embarcarse en busca de las metas previstas. Para ello dispone de un recurso fundamental que es la fantasía, una facultad mental para representar, a través de la imaginación, eventos o sucesos futuros que todavía no ocurrieron que tal vez nunca ocurran.
Desde la infancia podemos fantasear y generar una amplia gama de conductas diversas y creativas. Fantasear puede ocasionar el no separar la fantasía de la realidad, crear peligros eventuales y generar preocupaciones. Este mecanismo de anticipación no es gratuito.
Pensar en negativo altera el equilibrio ya que el organismo no está preparado para la sobrecarga de tensión prolongada y puede provocar enfermedades. Una preocupación puede ser útil para prever circunstancias futuras o, por el contrario, puede generar serios daños.
Es decir que la capacidad de fantasear puede ser usada para atraer lo bueno o lo malo.
El mecanismo psicológico de anticipación puede crear una realidad futura o bien evitarla.
Hasta el avión nació antes de fabricarlo en el cerebro del hombre. Este aspecto dual de la anticipación revela que no conviene dejarlo librado al azar. El cerebro como el paracaídas solo funciona cuando se abre a la educación y al entrenamiento mental.
El efecto placebo
Es un mecanismo que logra que el cerebro genere 200% de dopamina extra con una pastilla inocua. La pregunta es si, con un rediseño del pensamiento, podría operar un cambio individual y luego proyectarlo a lo social.
Consiliencia es unir los conocimientos e información de distintas disciplinas para crear un marco unificado de entendimiento. Estudia una realidad desde otras ramas, en especial desde la narrativa. Narrar la realidad influye en el desempeño. Contada por padres, mentores, maestros modela expectativas e influencias, y sumada a la fuerza de las redes sociales, que multiplican el efecto y predisponen para encarar proyectos, agitan el discurso.
El pesimismo es infaltable y crece en una espiral que lo repite y eterniza con tecnologías que influyen en el humor colectivo. En tono de humor no se discute sino que se anticipan sus consecuencias. Desde lo lúdico o en Twitter desde la pelea, se abonan la acidez, la crítica y el ridiculizar al otro. Trump le sacó viruta al odio y le rindió.
También un robot hace sentir, no importa si es verdad o mentira sino que se discuta. Genera acción con un discurso pesimista conspirativo creciente sólo interrumpido por un optimismo ficticio. Mientras esto contra-prepara, contra-entrena y contra-educa a una generación dispuesta a la derrota.
La solución no es lo que está fuera de alcance, sino en lo que se puede cambiar, es el material para una esperanza de fortalecer a quienes se cansaron de los extremos y buscan un equilibrio.
Los países también anticipan su futuro
Comunidades de vikingos salvajes se convirtieron en sociedades de tolerancia y progreso. En Noruega con el luteranismo, este se fusionó con el Estado y creó una narrativa distinta, donde la vida familiar, los valores estrictos y la conducta mesurada se hicieron sagrados y fueron la nueva narración para las próximas generaciones.
Dinamarca tiene reglas que regulan el ego individual para evitar que esté por encima del interés común. Es una constitución constructiva que les permite comprenderse y trazarse un futuro. Singapur era un país corrupto. Hoy es ejemplo de transparencia. En 1960, lanzó la ley de Prevención de la Corrupción, para atacar la corruptela.
El cambio ayudó a comprender las raíces de la corrupción, la naturalización de la coima, las apuestas clandestinas, los burócratas, la desconfianza social, para alterarlos desde la base. La corrupción no estaba en el ADN de la sociedad sino en circunstancias que se repetían durante décadas de inacción.
No usaron la mano dura, no hubo un salvador, fue la legislación la que puso los límites.
Cuando se habla de narrativa desde el Estado, o desde las empresas, la política o el marketing, todo parece un cuento, la historia lo demuestra. Los Estados tienden a la propaganda, las empresas ven a los ciudadanos como consumidores. Y los medios masivos buscan seguidores. Lo sabio sería darle un lugar a quien, de común acuerdo, pueda darle un mejor futuro al país. Las generaciones que adoptaron ese criterio se valieron de ese mensaje y optaron por privilegiar un proyecto. Comunicarse es una decisión que siempre está a nuestro alcance.
Un estudio biológico
Se trata de organismos que apalancan su prosperidad en la simbiosis, que las especies ensayan y prueban con un plan vital de colaboración con otras y son inteligentes en el arte de llevarse bien y prosperar desde la diversidad.
Esto puede ayudar a desarrollar estrategias creativas a partir de la botánica.
Los griegos ya sabían darle valor a la palabra y a las mutaciones en las ideas, cuya plasticidad deriva del encuentro físico, del hábito de conversar y re-pensar confrontando. A diferencia de la virtualidad cuya adicción al sesgo de confirmación, lleva a perpetuar certezas falsas.
El cyberbullying, hace tracción en que no vemos al destinatario de la burla o no entendemos el efecto. Y eso lleva a multiplicar el insulto. No ver el efecto de la herida provocada, no ver los ojos de la víctima, multiplica la violencia. Ver, mirar, significa reconocer. Y en neurología, es una herramienta de desarme y pacificación. Pequeñas decisiones generan cambios que escalan. Surgen de la necesidad de comprender las angustias y redirigir la energía hacia lo positivo.
Anticipar en equipo
Lograr el equilibrio entre recursos, evolución del producto, investigación y desarrollo, ventas y cuidado de la estructura miden su salud. Hay personas con coraje para tomar riesgos con un optimismo por el que creen que todo es posible. No es aprender del fracaso sino experimentar hasta dar con los mejores resultados.
No abandonar, entender lo que falló y hacerlo distinto. ¿Qué hicimos? ¿Qué debimos hacer? ¿Qué queremos? ¿Cuál es la brecha? ¿Cómo será? Y ¿cómo hacerlo mejor? Es un estado de caos que invita a ser espontáneo y creativo. Sin reglas se crea un sistema flexible que desarrolla habilidades para enfrentarse a lo que sea. Es una habilidad necesaria para saber anticiparse.
Las mejores soluciones salen de adentro
Los problemas y las restricciones son la materia prima del cambio. A veces hay que inventar la rueda, pero lo común es innovar usando lo cercano, forzando el uso de los recursos que se tienen, y no pensando fuera de la caja.
La solución debe ser simple, no complicada. Una idea brillante puede trabar la innovación. Hay que preguntarse: ¿Qué es único? ¿Cómo uso el problema sin eliminarlo?, es dejarlo vivo.
Lo genial aparece de pronto, el problema no estorba, está a la espera y será parte de la solución. Edison bendijo sus 1000 fracasos porque lo llevaron, paso a paso, a la invención de la lámpara eléctrica. Dijo Picasso: Cuando la inspiración llegue espero que me encuentre trabajando.
Una educación distinta
En Israel existe una cultura de la crianza que apuesta a la comunidad, casi como una tribu, en la que los niños experimentan altas dosis de autonomía, resuelven problemas y toman decisiones desde muy pequeños y es ahí en donde podemos encontrar el germen de un modo de ser distinto. Por otra parte, si bien los adultos usan algunas tecnologías existentes, en cierto momento hay que inventar la rueda, porque nadie había hecho esto antes.
Entonces no hay un manual para seguir y hay que ser muy creativo para dar con nuevas soluciones con nuevas preguntas. Este espíritu de resiliencia quedó en evidencia también en la visita al kibutz (un tipo organización socialista que aún funciona en el país).
Según Chelo Tunik, creador de Netafim, pionera global en riego por goteo, que transformó los suelos desérticos de Israel en territorio verde, existieron decenas de iteraciones que tuvo el sistema para sortear dificultades y adaptarse a las necesidades de cada suelo.
El lado positivo
La ley de atracción fue desvirtuada haciendo creer que con el pensamiento positivo se consigue todo lo que se desea. La intención requiere una determinada actitud, no dudar de lo que se pretende y no ponerle trabas personales a lo que se busca obtener.
La claridad, la sinceridad y el coraje se precisan para lograr un cambio concreto. Hay trabas como decir “Quiero otro trabajo pero no me puedo arriesgar”. Esto es poner una traba.
El primer factor de la atracción bien entendida es la intención. Esto significa activar, poner el foco en hacer todo lo necesario para que eso ocurra, se trate de lo que se trate. A la intención le sigue la atención. Es hacer visible el interés en las actividades que conduzcan hacia el objetivo, es activar los mecanismos de observación buscando las oportunidades. Un interés genuino sube la cuota de energía.
Si la energía es baja no se atrae lo que se desea y será difícil conseguirlo.
La vida y la mente funcionan en base a la intención y a la atención. Atención es activar, salir y hacer en forma personal o delegada todo lo que el universo permite, el límite lo pone la realidad. El universo no propone nada que no se pueda conseguir. Con la intención no es suficiente.
La naturaleza decide muchas cosas. Pero precisa de cierta temperatura, cuidado y riego, lo mismo precisa de la intención y de la atención para que la manifestación ocurra.
Las leyes psicológicas
La Ley de Murphy anticipa que todo lo que puede salir mal va a salir mal. La Ley de la atracción explica que todo lo que pensamos se puede convertir en realidad. Son leyes que de tales sólo tienen el nombre ya que los enunciados científicos deben estar sujetos a verificación y caen ante cualquier experimento u observación que prueben lo contrario.
Mientras un delincuente planifica el delito, el accidente es fortuito, pero hay factores que lo promueven. La prevención disminuye el impacto de los errores. Naturalizando el peligro se lo oculta como fatalidad, desgracia, tragedia, o como si fuera cuestión de suerte. Hay que construir la cultura de la prevención.
El antídoto contra la ley de Murphy es ser previsor en los detalles.
Las creencias paralizan la mente
Hay que atender a lo nuevo para abrirse a creencias alternativas, los poderes psicológicos cambian la conducta cuando asocian el hemisferio emocional y creativo con el lógico y conservador. El pensamiento positivo no funciona si reniega de la realidad o si sus métodos hacen al paciente olvidarse de tomar sus remedios.
No basta con desear algo para que suceda. Se puede enfatizar lo positivo y tener experiencias negativas sin considerarse por eso fracasado y estar mejor para aplicar la ley de la atracción.
Lo negativo tiene su lado positivo. Quien no enfrentó retos, no está preparado para afrontar desgracias. El secreto es afrontar las adversidades y servirse de ellas.
Resiliencia es la capacidad para superar sucesos traumáticos y salir fortalecido.
El secreto es la respuesta ante el azar
El optimista aplica el principio de Pandora que la esperanza es el antídoto contra todos los males y aprende a volcar las situaciones a su favor.
No descuida su capacitación ya que las olas y el viento están del lado del marinero más capaz. Tampoco rebaja la claridad porque sólo colaboran con el que sabe a qué puerto quiere arribar. No hay suerte para el que no se conoce a sí mismo.
Concentrarse en metas falsas contrae una deuda con el “banco interno”, que es el que presta la energía. Si este compromiso no se cumple la deuda se paga con estrés y se la llama mala suerte. Con respecto al futuro podemos elegir un rol pasivo como hojas arrastradas por el viento, o transformarnos en su arquitecto creador. Mientras el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas. Y juntos generan la atracción de ese futuro que van a promover.
Dos fuerzas poderosas
Una lleva a superarse. La otra a conservar la energía. La ley del menor esfuerzo aplica la ley de Murphy: lo que puede salir mal va a salir mal. La ley de la atracción del pensamiento positivo, atrae buenos hábitos y le da un nuevo curso a la vida. Si triunfa la fuerza pasiva se opera al 10% de la capacidad. Entrenar la mente hace crecer el empowerment, el poder interior. Con un PORQUÉ, un propósito firme, se descubre el CÓMO poder hacerlo.