Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y le transfirió su poder creador. El hombre prefirió la rutina y no el rol creativo que recibió.
Dijo Goethe que, lo que has heredado debes adquirirlo para que sea tuyo. La rutina fracasa porque todo cambia y Einstein definió la locura como seguir haciendo lo mismo aunque las cosas sigan mal. Los grandes inventos proceden de las nuevas ideas, hasta el avión moderno nació antes en la mente del hombre. Una idea nueva deber ser distinta. Siguiendo la rutina vivimos habitados por ideas que creemos propias, pero sólo son una ilusión. Como dijo Keynes, los hombres prácticos suelen ser esclavos de las ideas de algún economista muerto.
Este cartel es visible en algunas oficinas, pero pensar no es una decisión – al menos en el sentido reflexivo -. Pensar implica la presencia de un problema que reclama su solución. El desafío es el motor y el pensamiento su instrumento.
¿Qué pasa cuando la mente opera en piloto automático y fluyen pensamientos sin prestarles atención? Parece que no se piensa en nada pero el cerebro hace un trabajo invisible. Está incubando, es el paso previo a la iluminación, el momento en el que surge la idea que resuelve el intríngulis.
El poder de las ideas. El cerebro es una fábrica ideas. Las ideas facilistas hacen creer que todo es demasiado fácil, demasiado simple. Para Einstein las cosas deben ser de la forma más simple posible, pero no demasiado. Las ideas sencillas pueden complicar. La mente necesita nutrirse con sustancias enriquecidas o se bloquea por estrechez de miras. El método fenomenológico no evalúa, observa sin moralizar ni criticar. Sócrates introdujo la clarificación mental y la solución de problemas a través del examen del discurso. Freud llamó al psicoanálisis la cura por el habla.
El verdadero filósofo actúa como piensa. Sócrates era hijo de una partera y partero de almas. Su técnica era interrogar: ¿qué es la belleza? y refutar con una pregunta: ¿Todas las cosas bellas son la belleza? ¿Qué hace que lo bello sea bello? Las contestaciones eran cada vez más breves hasta que el interrogado reconocía su ignorancia. Sócrates dijo “sólo sé que no sé nada”. Era partero de ideas pero no podía dar a luz, uno mismo debía hacerlo aplicando un principio: “conócete a ti mismo”. Así el no saber de Sócrates hacía parir el saber y las ideas en el otro.
Vivimos inmersos en campos de poder, sujetos a la autoridad y a tiranías. Recuperar el poder individual requiere capacidad de análisis. Las ideas son el más apreciado milagro de la humanidad. Determinan metas, estilos y valores. Como dijo Erich Fromm para pensar libremente hay que tener la capacidad de generar ideas propias. Si las ideas se transforman en ideologías nos gobiernan sutilmente, sin que podamos advertirlo.
El alma tiene hambre de ideas y habilidades que compensen las ideas superficiales. Los síntomas de enfermedad son una pasividad sin ambición ni creatividad y un vacío espiritual, mientras el alma busca claridad y fuerza mental que subsane la falta de poder que experimenta. Queremos las ideas pero luego no sabemos manejarlas. Las consumimos y al practicarlas las olvidamos. Como herramientas pierden capacidad generativa, las convertimos en mera diversión, en entretenimiento, en juego. Así el pájaro es encerrado pronto y no podrá crecer. El crecimiento no produce desarrollo, se puede crecer y seguir siendo un niño. La materia prima del cerebro es la materia gris y no crece como la lechuga sino con educación
Dónde lleva el acento la botella. Este acertijo nos deja perplejos. La solución es: en el tapón. Al poner el acento en una metodología para pensar se le quita el tapón a las ideas. Como sugería Nietzche los métodos son la mayor riqueza del hombre. Para que cerebro produzca ideas hay que optimizar el ingreso de la información, el proceso, la comunicación y la producción. Enfatizar en la lectura, la capacidad de escucha y en la observación. Según Borges somos lo que somos por lo que leemos y dijo Newton: no soy un genio, estoy parado sobre las espaldas de gigantes.
El que no lee, no oye, no ve, no puede ser inteligente porque sólo repite lo que aprendió. Y la inteligencia requiere adaptarse a situaciones nuevas.
La lectura fue la primera tecnología creada por el hombre y le permitió dominar el planeta. Es una tecnología genérica imprescindible para dominar cualquier otra. El método de lectura veloz permite leer tres veces más rápido con mayor comprensión e incluye la herramienta 80/20 de Pareto para generar mapas (síntesis) del territorio (el libro). Diferenciando el mapa del territorio se evitan los pecados de la memoria, que describe Borges en Funes el memorioso. La mnemotecnia (técnica de la memoria) debe aplicarse al mapa y no al territorio. Sin mnemotecnia se usa la fuerza bruta, sobreviene el cansancio y se termina agotando al cerebro. El día tiene 24 horas y eso no se puede modificar. La ecuación hombre tiempo ya no cierra. Aprender a usar el cerebro añade también la capacidad de comunicación. Einstein usaba un sencillo test. Se lo contaba a la abuelita (si ella no entendía el problema era él). La comunicación es parte del marketing personal, (imprescindible para los que ya no tenemos abuelita).
Productividad y autoestima. El bohemio calienta la pava, el innovador se toma el mate. Se puede generar una fábrica de ideas en cada cerebro u organización incorporando el pensamiento creativo y estratégico. Sólo hay que estar atento para registrarlas ya que aparecen en los lugares poco comunes. En la bañera de Arquímedes o debajo del árbol del que cayó a Newton la manzana en su cabeza. Para que nazcan las ideas se requiere método. Como dijo Picasso cuando la inspiración llegue espero que me encuentre trabajando. Nadie podróa decir espérame un ratito que vuelvo con una idea extraordinaria. Pero si se puede aprender a prepararlas, incubarlas, hacerlas parir y concretar.
La creatividad requiere un entorno (clima social favorable), contenido (qué tema se estudia), proceso (cómo se piensa) y producto ( el resultado que se obtiene) Aprender a usar el cerebro eleva la autoestima, un capital invisible, presente en cualquier logro significativo.
Inteligencias múltiples. Las organizaciones y los países (inteligencia país) se nutren de la inteligencia de su gente. La correlación entre educación y economía se demuestra el informe Pisa de OCDE: los países con mejor performance en educación tienen una mejor economía. Las naciones que no advierten el papel crucial de la educación del cerebro, no la convierten en su política de estado.
Según la teoría de las inteligencias múltiples todos tenemos un genio interior ¿Qué hubiera sido de Messi en una escuela común? ¿O de Bill Gates si no abandonaba la universidad? Lo primario es descubrir al genio dormido. Como dijo Séneca no hay vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar. Pero el genio debe emerger de la lámpara de Aladino. Es muy frustrante saber lo que se quiere y no saber cómo conseguirlo.
Empowerment es el poder interior y se desarrolla con el autoconocimiento. El poder inteligente (Smart power) se bloquea si no se aprende a convertir el espíritu en materia. Las inteligencias complementarias (y necesarias) son: emocional, creativa, estratégica, ejecutiva, social y digital.
Dime con quién andas. El cerebro tiene aptitudes distintas. El lóbulo frontal derecho genera las ideas, el izquierdo las analiza. El basal izquierdo las ejecuta, el derecho las comunica. Las cuatro no se juntan en ningún cerebro, por eso es importante el trabajo en equipo. Un equipo de alto rendimiento (y no del amiguismo) reúne al que tira las ideas, a que elige las mejores, al que sabe hacer y al que vende lo que el grupo produce.
Los países que funcionan hacen de la educación del cerebro su política de estado, logran igualar oportunidades, disminuyen la corrupción y la pobreza. Educar es la industria pesada de un país ya que fabrica ciudadanos.
Think tanks. Un tanque (para personas o empresas) es la herramienta de una fábrica de ideas: 1) Recoge ideas con un buzón de sugerencias y las vuelca en un tanque receptor. 2) Por el embudo prioriza las que poseen valor, originalidad y viabilidad. 3) Se eligen e implementan las mejores, consolidando la alianza estratégica entre el deseo del individuo y el propósito de la organización. 4) Se realiza el control de gestión.
Hay un discurso racional, dominante en nuestra cultura. Pero un loco es loco hasta que tiene éxito. A partir de entonces lo llaman genio.
La principal función del cerebro es crear ideas, innovar es llevarlas a la práctica. La idea surge cuando el hemisferio izquierdo dominante rebaja su control. Así una de las pelotitas que tira el derecho supera la barrera y llega a la conciencia. Los lugares comunes de la creatividad son la cama, el baño y el colectivo, allí surgen las mejores ideas. El trabajo debe culminar, las ideas hay que anotarlas en una página, sino vuelan y se las lleva el viento. Otra página se dedica a registrar personas conocidas o nuevas. Las ideas surgen y se concretan con alianzas estratégicas múltiples.
Al repasar y hacer crecer las dos páginas surgen conexiones y posibles proyectos (la tercera página). La cuarta es para proyectos en ejecución. El que falla al planear, planea fracasar. Para concretar un sueño, primero hay que tenerlo. Según Disney “si lo puedes soñar lo puedes hacer”.
Task force. Las ideas no se sostienen por sí mismas, tampoco sólo con palabras. Aunque exista la obsesión por lo simbólico, uno de los legados de la época es que las demandas son más tangibles. Las están mirando los mercados y la transición en curso no puede desgajarse ni desentenderse de su consistencia económica. La estructura es conservadora, preocupa el bolsillo antes que la creatividad y tampoco interesa la innovación como un fin en sí misma. Es un mundo donde dos tercios se miran en el espejo del temor y la necesidad, no de los ideales.
Test de inteligencia. Lo que no se mide no se puede mejorar. La capacidad de crear e innovar contiene aspectos cuantitativos y cualitativos. Es como hacerse un chequeo médico, sin hacerlo se puede estar incubando una enfermedad. La enfermedad del cerebro es el sedentarismo físico o mental y se combate con el aerobismo y la neuróbica (entrenamiento neuronal). Se trata de controlar el funcionamiento y de practicar la gimnasia mental. A la epidemia del siglo (el mal Alzheimer) no se lo cura pero se lo puede prevenir. No hubo casos de Alzheimer en ajedrecistas famosos.
La continuidad de nuestra civilización depende de tener ideas vitales. Para que surjan, se mantengan vigentes, salgan de su infancia y se desarrollen, debemos darles una calurosa bienvenida. Al principio preferimos las ideas extrañas y no las convencionales. Pero luego la mente se defiende con la ironía y el escepticismo. Hay que tener coraje para enfrentar hábitos y resistencias al cambio. La vitalidad de una cultura depende de su capacidad de entrenar y fortalecer las ideas, más que exprimir su pasado o concentrarse en las esperanzas del futuro. Para crear un mundo mejor debemos preguntar: ¿Dónde estábamos ayer? ¿Dónde estamos hoy? ¿Dónde queremos estar mañana? ¿Cómo haremos para conseguirlo?
Dr. Horacio Krell. Ceo de Ilvem. Mail de contacto [email protected]