En 2025 los millennials representarán el 75% de la fuerza laboral, por eso no es casual que las empresas comiencen a hacer esfuerzos por comprenderlos y seducirlos
Viven en la era “CO”: co-creación, co-operación, co-laboración, co-munidad, co-working y co-nectividad. Estas son algunas de las palabras que definen su entorno diario.
En 2025 los millennials representarán el 75% de la fuerza laboral, por eso no es casual que las empresas comiencen a hacer esfuerzos por comprenderlos y seducirlos. Rompen paradigmas, desafían constantemente los límites y escapan a las compañías “elefantes” en las que se tarda mucho en crecer y cada cambio o nueva idea es difícil de implementar. El recorrido laboral de sus padres no les convence: les parece impensable estar 10 o 15 años en una misma empresa haciendo una misma tarea. Durante su periodo de trabajo se cuestionan ¿sigo trabajando en/para esta empresa? ¿por qué estoy realizando este trabajo? si algo no les gusta o no machea con sus valores, con sus objetivos toman decisiones.
Son apasionados, comprometidos con sus valores, talentosos y ansiosos por resolver distintas situaciones que desafíen su creatividad, apuntando siempre a lograr lo que se proponen. Quieren trabajar en empresas, preferentemente medio día, para adquirir experiencia y emprender sus propios negocios o reunir el dinero suficiente para viajar.
Sobre lo difícil que se vuelve atraer y retener este talento, los especialistas advierten que “cuando se seleccionan personas para un puesto de trabajo hay que olvidarnos de hacerlo por ´habilidades técnicas’: estas se enseñan y al mismo tiempo cambian todo el tiempo. Hay que buscar gente que tenga los valores de la empresa, que comparta la cultura.” señala Juan Pablo Cerva Fris, HR Manager de Eventbrite, la mayor plataforma de venta de entradas del mundo. El especialista comparte algunos de los desafíos que enfrentan los Millennials en lo laboral:
– Inteligencia práctica y resiliencia: capacidad de hacer que las cosas sucedan, superando distintos obstáculos.
– Lidiar con el fracaso: Su afán por emprender o poner en marcha ideas los va a llevar a cometer errores, lidiar con ellos para que no los perciban como fracasos y entender que no siempre las va a ir bien.
– Contar con habilidades blandas y duras: las empresas requieren que una misma persona domine habilidades duras (de análisis, cálculos, predicciones) y habilidades blandas (llegar, influir, conectar, innovar, comunicarse, construir, manejar la felicidad). Esto les permitirá trabajar para el negocio y para las personas que lo hacen.
– Dependencia de ciertos recursos físicos: nadie puede hacer su trabajo correctamente sin los recursos adecuados. Sin embargo, la dificultad de acceso a determinado recurso online (app) o complicaciones logísticas menores puede funcionar como grandes barreras (“blockers”) de su trabajo, por lo que hay que ayudar a que empleen la creatividad también en esas situaciones.
Ante este escenario cambiante, los expertos recomiendan que el foco siempre debe permanecer en las personas: “Las personas son en las empresas la “ventaja competitiva”. A mayor sofisticación tecnológica, mayor importancia adquieren las personas (los argentinos tenemos en el ADN buscar el contacto humano). ¿Por qué esta tendencia? porque si bien somos dependientes de la tecnología, cada vez en mayor grado, las mismas aparecen y desaparecen y lo único que permanece es el ser humano”. finaliza Cerva Fris, destacando la importancia de características, por el momento, irremplazables.