por Ezequiel Braun Pellegrini*
Emprender no es tarea fácil. Implica un gran esfuerzo, incontables sacrificios, entrega de tiempo, y acceso a capitales financieros, entre otros aspectos No obstante, durante los últimos años, presenciamos el surgimiento de nuevas herramientas digitales que brindan a los emprendedores soporte para el desarrollo y la expansión de sus proyectos y, por sobre todo, una serie de canales para vincularse con sus comunidades.
Hoy, comenzar un negocio separado de la tecnología resulta inviable; y para quienes desean iniciar la ambiciosa tarea de emprender, las herramientas tecnológicas pueden convertirse rápidamente en aliadas estratégicas.
Durante la pandemia, numerosas herramientas se potenciaron para que los profesionales puedan ser más eficientes, administren mejor su tiempo y aporten un mayor valor agregado a su trabajo. La tecnología llegó para agilizar y optimizar de manera segura las tareas gracias a soluciones innovadoras desarrolladas para tareas y nichos específicos.
Optimizar el uso del tiempo es clave. En ese sentido, existen aplicaciones que pueden ayudar a organizar las tareas, darles seguimiento y crear listas de verificación para asegurarse de que algo está en proceso o completado. Asimismo, el uso de la nube facilita el almacenamiento de datos en forma segura y permite a los emprendedores y a sus equipos acceder a la información online actualizada cuando deseen.
Un ejemplo de estas virtudes de la tecnología en relación a la optimización son las legaltech, que impulsan y acompañan la transformación digital, en este caso en relación al mundo del derecho. Estas reducen los tiempos de operación y administración de documentos legales en hasta un 90 %, resignificando la práctica del derecho en busca de procesos más ágiles e interactivos, fomentando, a la vez, una gestión colaborativa, interactiva y orgánica.
Por su parte, las soluciones digitales como CRM’s (Customer Relationship Management) y ERP’s (Enterprise Resource Planning) automatizan procesos y centralizan información valiosa de clientes y de la propia empresa. Ambas permiten ahorrar tiempo a la vez que incrementan la fidelización de los clientes y fortalecen la relación con partners o proveedores.
En adición a estas soluciones tecnológicas, es preciso tener en cuenta otros aspectos que complementan el proceso de optimización del negocio y en los que la tecnología puede contribuir de diversas maneras: la organización de la información y su máxima transparencia para acceder a financiamiento, así como también la gestión de su comunicación y de su organización societaria.
Por otro lado, las plataformas digitales como redes sociales, páginas web, aplicaciones, entre otras, son una buena forma de hacer más accesible la comunicación B2C (Business to Consumer). Los emprendedores deben encontrar el modo de establecer vínculos sólidos con sus clientes, en un contexto en el que estos se muestran más exigentes. Así, las nuevas tecnologías vienen al rescate. Las plataformas antes mencionadas pueden ayudar a responder a las expectativas de los clientes con velocidad y de forma asertiva.
La tecnología resulta un recurso fundamental para los proyectos que se encuentran en proceso de crecimiento, y para los que aún están en proceso de gestación. La correcta elección e implementación de herramientas tecnológicas facilita la optimización y mejora de los procesos de producción, organización, despacho, ventas y cobranza, capacitación, etc. Les permite establecer ventajas competitivas con las cuales pueden posicionarse en el mercado, conseguir mayores clientes y, por supuesto, alcanzar mayores niveles de productividad e incluso de expansión.
De este modo, el emprendedorismo y la tecnología están estrechamente vinculadas hoy en día: la tecnología acompaña a casi todas las gestiones de negocios, convirtiéndose en un apoyo para los emprendedores que recién abordan el arduo camino de emprender.