El regreso de las cámaras analógicas ya es un hecho. El mercado de la fotografía cinematográfica está en alza después de más de una década de declive. Esto coincide con la revalorización de los productos vintage, ícono de la cultura hipster.
Al encontrar un nuevo mercado, muchos de los caídos están volviendo al ruedo. Los fabricantes de rollo fotográfico, ni lentos ni perezosos, están rejuveneciendo sus estrategias de ventas y marketing, con Harman impulsando la creación de nuevos cursos de fotografía analógica, nuevas salas oscuras y exposiciones en Norteamérica y Europa. Kodak, que en la feria de tecnología CES de este año sorprendió al mundo anunciando el regreso de su eterno rollo Ektachrome, discontinuado en 2012, está reestructurando toda su estrategia de redes sociales porque, si el CES de este año es una indicación, Kodak dió en la tecla de un mercado de nuevos fotógrafos que están mirando el analógico con otros ojos.
Cámaras instantáneas
Fujifilm, por otro lado, está buscando otro segmento para hacer crecer su negocio: la fotografía instantánea. Fujifilm vendió más de 6,5 millones de cámaras instantáneas el año pasado, frente a los 3,9 millones de 2014. Acaparando la mayor parte del share del mercado que tiempo atrás supo ser de la famosa Polaroid.
Polaroid es quizás la mayor pérdida del declive de la fotografía analógica. A pesar de la popularidad de la compañía en la segunda mitad del siglo XX, ésta no logró hacer la transición de analógico a digital. La corporación estadounidense decidió apostar a sus innovaciones pasadas y, como resultado, perdió todo ante empresas que en su lugar se centraron en avanzar en el nuevo mercado impulsado por la tecnología. Su historia termino declarándose en bancarrota oficialmente en el año 2001.
Si bien Fujifilm viene fabricando su línea de cámaras instantáneas desde finales de los años noventa. Hoy en día, la empresa ofrece una serie de cámaras diferentes en dos formatos: Instax Wide e Instax Mini, además de los rollos de película para sus cámaras. El año pasado, Fujifilm lanzó unos films instantáneos en blanco y negro, y hace solo unos meses presentó un nuevo film que imita el famoso formato cuadrado de Polaroid. Algunas compañías, incluyendo la misma Polaroid (revivida por parte de The Impossible Project) y Lomography, incluso han producido cámaras compatibles con los rollos de película de Fujifilm.
Manny Almeida, presidente de Fujifilm Norteamérica dijo a la revista Time «Hemos hecho mucha investigación con el consumidor para tratar de entender cómo se sienten los consumidores sobre el producto, cuál es su comportamiento, cómo lo compran», y agrega «Muchos consumidores indican que ni siquiera ven a su cámara Instax como fotografía. Es divertido, relajado, es comunicación social».
Polaroid es quizás la mayor pérdida del declive de la fotografía analógica. A pesar de la popularidad de la compañía en la segunda mitad del siglo XX, ésta no logró hacer la transición de analógico a digital. La corporación estadounidense decidió apostar a sus innovaciones pasadas y, como resultado, perdió todo ante empresas que en su lugar se centraron en avanzar en el nuevo mercado impulsado por la tecnología. Su historia termino declarándose en bancarrota oficialmente en el año 2001.
Si bien Fujifilm viene fabricando su línea de cámaras instantáneas desde finales de los años noventa. Hoy en día, la empresa ofrece una serie de cámaras diferentes en dos formatos: Instax Wide e Instax Mini, además de los rollos de película para sus cámaras. El año pasado, Fujifilm lanzó unos films instantáneos en blanco y negro, y hace solo unos meses presentó un nuevo film que imita el famoso formato cuadrado de Polaroid. Algunas compañías, incluyendo la misma Polaroid (revivida por parte de The Impossible Project) y Lomography, incluso han producido cámaras compatibles con los rollos de película de Fujifilm.
Manny Almeida, presidente de Fujifilm Norteamérica dijo a la revista Time «Hemos hecho mucha investigación con el consumidor para tratar de entender cómo se sienten los consumidores sobre el producto, cuál es su comportamiento, cómo lo compran», y agrega «Muchos consumidores indican que ni siquiera ven a su cámara Instax como fotografía. Es divertido, relajado, es comunicación social».