La historia de Sirena, la app que permite a los vendedores contactar con los clientes en segundos, hacer 3 veces más seguimiento y cerrar el doble que un equipo de ventas tradicional.

Los fundadores somos Miguel Morkin (CEO), Lautaro Schiaffino (Vicepresidente de Operaciones), Ezequiel Sculli (CTO) y Julián Bender (CMO). Contamos con una oficina principal en Buenos Aires y sedes en San Pablo y Ciudad de México.
Iniciamos con Sirena en 2016, luego de una experiencia previa fundando en Brasil la empresa Rodati.com, cuyo principal producto era un sitio para encontrar fácilmente precios de referencia del auto que los clientes buscan y permitirles conectarse con una concesionaria para realizar la compra lo más efectivamente posible.
Este emprendimiento inicial tenía muy buenas perspectivas a futuro, pero a medida que nos adentrábamos más en la experiencia de nuestros usuarios, entendíamos que había varios aspectos a resolver para cumplir nuestros objetivos.
Durante muchos meses nos enfocamos en crecer nuestra red de concesionarias, y junto a ellas el volumen de transacciones (nuestro modelo de negocios era cobrar una comisión por cada venta generada). Esta escala nos permitió entender sus operaciones y observar patrones de comportamiento comunes.
Entonces, fue duro golpearse contra la pared al darnos cuenta que estos negocios no contaban ni con el know-how, ni las herramientas, para trabajar efectivamente a los clientes de la era digital. Básicamente, enviar usuarios a sus locales era dejarlos en una ruleta donde cualquier resultado era posible.
En un Team Day que realizamos en Buenos Aires, llegamos a la conclusión de que la mejor solución para agregar valor consistía en desarrollar una app que permitiera a los vendedores gestionar sus clientes directamente desde la palma de su mano, en su celular. Decidimos intentarlo.
El resultado de esta prueba fue algo increíble para nosotros. El tiempo que demoraban los vendedores, que usaban la app, en contactar a nuestros clientes bajó 10x, sí, 10 veces… Los tiempos que antes se medían en horas o hasta en días, pasaron a medirse en minutos. Los vendedores comenzaron a amar la forma de gestionar sus clientes desde la palma de su mano. Los supervisores y gerentes estaban entusiasmados de que sus vendedores estuvieran contentos con una herramienta. Y ellos podían ver todo el funcionamiento de su negocio, en un sólo lugar. Fue ahí que verdaderamente comprendimos que estábamos ante algo muy grande: ese fue el nacimiento de Sirena.
Inciamos la empresa en 2016, con una inversión de usd 1 millón proveniente de un inversor ángel.
las barreras de entrada
Las principales barreras de entrada tuvieron que ver con que nuestro producto tenía aspiraciones regionales. Nosotros vendíamos desde un país y empezamos a vender en muchos otros, entonces tuvimos que armar equipos comerciales locales en los mercados principales; por el tipo de cliente al que le vendíamos necesitábamos contacto en persona. El trabajo de soporte y customer success continuamos realizándolo a distancia. Eso fue una forma eficiente de estar en muchas regiones con la menor cantidad de recursos posibles.
Otra de las barreras fue el tema de integraciones: todos los países en los que trabajamos tienen sistemas y/o portales locales. Para eso desarrollamos un equipo interno, al que llamamos Los Pulpos, que se dedica a desarrollar y mantener integraciones para todos los países en donde operamos
Los planes
En el corto plazo nuestro plan es expandirnos fuertemente en latinoamérica, enfocados en facilitar la comunicación en todos los procesos de venta. A mediano y largo plazo tenemos interés en crecer globalmente. Además, estamos trabajando en integraciones oficiales con WhatsApp, para beneficiar el trabajo de nuestros clientes con ambas plataformas.
Para nosotros, lo más inspirador es saber que estamos desarrollando una solución que realmente le agrega valor a los negocios, porque modifica sustancialmente la manera que tienen de trabajar. Estamos ofreciendo un producto que ayuda a evolucionar en un mundo que permanentemente está cambiando.